Ni Marta Jáñez ni Vicente Díaz se habían dedicado nunca al mundo de la heladería. Pero soñaban con dar un giro a su vida y abrir en Madrid uno de estos negocios. Eso sí, en ningún caso sería una heladería al uso. “Queríamos montar algo distinto, novedoso y revolucionario”, cuenta Vicente a Hola Cocina. Y entonces, llegó la idea del nitrógeno líquido. Un ingrediente muy utilizado en la alta cocina de vanguardia, pero menos común en el mundo de las heladerías.
“Lo que aporta el nitrógeno es una cremosidad muy especial porque el helado se congela tan rápido, a una temperatura de -196ºC, que este proceso evita que se formen cristales de hielo”, asegura el propietario de N2 Lab. Después de mucha ‘prueba y error’ Marta y Vicente consiguieron abrir las puertas de esta curiosa heladería hace cinco meses en pleno barrio de Chueca (C/ Gravina, 5). Desde entonces, sus nitrolados (así es como han bautizado a estos helados tan singulares) han ido conquistando a los golosos de la ciudad. Y es que, más allá de la espectacularidad de su preparación y del factor instagrameable (que también), estos helados están realmente buenos. ¿Quieres ver cómo se elaboran? ¡Solo tienes que dar al play!