1/6 © Ana Gracia Jiménez

La palabra coctelería proviene del término anglosajón cock-tail, que significa cola de gallo. Según el Diccionario de Oxford, así era como se definía el corte que se les realizaba a la cola de los caballos que tiraban de los carruajes y que no eran de raza pura. De ahí que, poco tiempo después, se conociesen así a los alcoholes que no eran puros, es decir, los combinados. Su primera aparición pública como tal viene referida en 1806, cuando se habla de una bebida que mezcla alcoholes en un artículo de The Balance & Columbian Repository (Hudson, Nueva York). Tiempo después, los cócteles (conocidos como tal) llegarían a nuestro país y la RAE lo definiría como “el arte de preparar cócteles”, porque, en realidad, esto es todo un arte.

Un arte que tradicionalmente se ha asociado a los hombres. Algo lógico, pues los bares eran lugares para su exclusivo ocio y disfrute, donde las mujeres, en un principio, tenían prohibida la entrada. Otra profesión más donde ellos han sido siempre mayoría. De ahí que la palabra bartender forme parte de nuestro vocabulario y que eso de barmaid nos cueste un poco más. Sin embargo, cada vez son más las profesionales que están creando tendencia tras las barras, convirtiéndose en auténticas agitadoras de la noche y consiguiendo que la coctelería lleve ahora nombre de mujer. Estas son las cinco que más destacan dentro del panorama nacional. Por ellas, en ¡HOLA! Cocina, levantamos la copa.

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Nagore Arregui (Urrechu Velázquez. Madrid)

Se define en su cuenta de Instagram como “delicadamente fuerte, fuertemente delicada”. Una afirmación que también podría utilizar para sus creaciones en el restaurante madrileño de Urrechu Velázquez, donde actualmente crea combinados totalmente personalizados, teniendo en cuenta los gustos y el estado de ánimo del comensal, y donde cuenta con una carta fija de veinte referencias en las que (de nuevo) combina las recetas clásicas con tragos de autor siempre elegantes.

Llegó al mundo de la coctelería por casualidad, gracias a un amigo que era propietario de un bar y le pidió ayuda para San Fermín. Allí vio que se le daba bien y que disfrutaba. En 2012, con tan solo 27 años, abrió su propio negocio en Pamplona (ella es guipuzcoana, pero se considera navarra de adopción): CO&CO. En 2015, fue finalista de la World Class Competition, el concurso más importante a nivel internacional y, actualmente, es directora de coctelería del citado restaurante y miembro del prestigioso equipo de Mixing Masters de Schweppes, del que forman parte alguno de los mejores bartenders del país. Aunque, Nagore no se considera una bartender, prefiere que la definan como barmaid o, más correctamente, “una creadora de experiencias” que busca cambiar el concepto de que los cócteles son bebidas con demasiado alcohol que no pueden, en ningún caso, disfrutarse durante una comida. Para ella, el maridaje con un buen combinado también existe.

3/6 © Adriana Chía

Adriana Chía (Solange Cocktails & Luxury Spirits. Barcelona)

Una de las barmaids más prometedoras de nuestro país, se convirtió, con tan solo veintitrés años, en la primera mujer en ganar el título Mejor Bartender en el prestigioso concurso World Class Competition de 2016, un certamen que reúne cada año a los mejores cocteleros del panorama actual. Descubrió este mundo en el Grupo ElBarri de Albert y Ferràn Adrià, donde aprendió que gastronomía y arte pueden ir de la mano. Junto a su barman ejecutivo, Marc Álvarez, comenzó su carrera como coctelera, pero sería tras la barra del restaurante mexicano Oaxaca, donde se enamoraría del mezcal, el tequila y este mundo repleto de creatividad.

Experta en esto de los tragos, acepta la propuesta de trabajar en Solange Cocktails & Luxury Spirits en Barcelona y, poco tiempo después, unir sus fuerzas con Alfredo Pernía (que la ha empujado siempre hacia delante) para crear Bespoke Mixology Art, una empresa desde que asesora a diferentes marcas de la industria de la hostelería.

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Carolain Spencer (Ramses. Madrid)

De padre camerunés y madre caboverdiana, la mezcla de culturas corre por las venas de esta madrileña de veintitrés años que, junto a Javier de las Muelas, se ha convertido en la última incorporación del prestigioso grupo de Mixing Masters de Scweppes. Muy pronto se siente atraída por el mundo de la hostelería en general y todo lo que ello conlleva: “recibir al cliente, atenderlo, mimarlo, asesorarlo y, en definitiva, contribuir a que tenga una experiencia gratificante”. Y es que, Spencer, ha trabajado de camarera, ayudante de cocina y, por supuesto, de coctelera. Una oportunidad que le llegó en el restaurante Tatel, a lo que siguieron otro restaurante de la capital, Amazónico y, por último, Ramses, bajo la dirección gastronómica del sello Arzak Instructions, al que se incorporó hace apenas unos meses. Su trabajo tras la barra es muy atrevido, combinando sabores, aromas y reinventando los clásicos.

5/6 © Ana Gracia Jiménez

Ana Gracia Jiménez (The Traveller. Madrid)

Nacida en Sevilla, con tan solo dieciséis años entra en el mundo de la hostelería, en el que sigue hasta hoy. Hace poco más de dos, se decanta por el mundo de la coctelería y da sus primeros pasos en un cóctel-bar en pleno corazón de la capital andaluza, Le XIX. Actualmente, reside y trabaja en Madrid, donde aterrizó para participar en su primer concurso a nivel nacional y terminó siendo fichada por Alejandro Kim, uno de los bartender más reconocidos en nuestro país. Trabaja al frente de un cóctel-bar en pleno barrio de Malasañana: The Traveller, desde donde presenta una coctelería de autor fresca y deliciosa, con propuestas muy clásicas y otras que van más allá: como smoothies y zumos con un toque diferente. Para ella la coctelería es pasión y disfrute.

6/6 © Inés Martínez de la Torre

Inés Martínez de la Torre (1862 Dry Bar. Madrid)

En realidad, esta barmaid comenzó en la cocina. No sabe muy bien por qué, pero esto de los fogones no acababa de convencerle del todo, con lo que escuchó a un amigo muy insistente y empezó a mezclar alcoholes en una copa, encontrando el equilibrio entre la cocina y la sala (que, como camarera, también fue su hogar al principio). Entró en la Federación de Asociaciones de Barmans Españoles (FABEbarmans), estudió un curso de Bar Master y un Master en Destilados de la Cámara de Comercio, entrando de lleno en el mundo de la coctelería. Y ahora asegura no querer salirse.

Su primera tras una barra fue en The Passanger, en la calle Pez de Madrid, donde comprendió que la coctelería es, en realidad, una gran familia en la que todos se cuidan. Después, Alberto Martínez le abre la barra de 1862 Dry Bar, que resultaba ser su local favorito de la capital y todo un referente a nivel nacional. Finalista de numerosos concursos –Cointreau Cocktail Queen, Havanna Grand Prix o Bacardi Legacy-, no quiere parar de aprender y seguir subiendo escalones en este mundo que le apasiona, cambiando de ciudad, viendo posibles proyectos o presentándose a más concurso para reivindicar la presencia femenina en la coctelería que, para ello, es todo esfuerzo y trabajo.

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