Marta y Ketty permanecían agarradas de la mano, con el corazón a mil por hora, exhaustas y emocionadas a partes iguales. Pepe Rodríguez estaba a punto de pronunciar, después de tres horas y media de programa (que se dice pronto), el nombre de la vencedora de la sexta edición de MasterChef. Había sido un duelo bastante igualado, pero finalmente, el jurado decidió que el trofeo debía ir a parar a manos de la joven madrileña, quien apenas podía procesar lo que estaba pasando. “No me lo creo, estoy en shock”, aseguraba entre lágrimas.
Sin embargo, los espectadores habituales del programa sabían bien que éste no era un final tan imprevisible... Aunque empezó algo más indecisa, Marta no tardó en apuntar buenas maneras de cocinera ya en las primeras semanas de programa. Anoche volvió a hacerlo desde el primer momento; ya en la primera prueba, la estudiante de Nutrición fue la mejor valorada, obteniendo directamente la chaquetilla que le daba el pase directo al duelo final. Un primer reto en el que los cuatro aspirantes (Marta, Ketty, Oxana y Toni) tuvieron que replicar dos complejísimos platos diseñados por los chefs del restaurante barcelonés Disfrutar (dos estrellas Michelin y número 18 del mundo).
Uno de los chefs, Oriol Castro, mostraba en directo el complicado paso a paso de las recetas (una versión de alta cocina inspirada en las tradicionales gildas, y un trampantojo de Macarrones Carbonara) mientras los aspirantes intentaban seguirle en tiempo real. Lo cierto es que Castro no les dio mucha tregua (“En una cocina profesional las cosas se dicen una única vez…”, repetía el cocinero, un gesto quizá demasiado estricto, bastante criticado en redes sociales por los seguidores del programa).
Aún así, Marta supo trabajar de manera “ordenada y muy concentrada”, según palabras de Samantha Vallejo-Nágera, cometiendo menos fallos que sus compañeros. La final de MasterChef ya tenía su primera duelista…
De la prueba de exteriores saldría el rival de Marta. Así pues, Oxana, Toni y Ketty tenían su última oportunidad para continuar peleando por su sueño… En esta ocasión, el segundo reto de la noche tuvo como escenario El Bohío, restaurante que dirige Pepe Rodríguez en la localidad toledana de Illescas, premiado con una estrella Michelin. Así pues, la prueba tenía un componente emocional añadido… Los aspirantes debían preparar un menú degustación formado por seis platos (cada concursante se encargaría de la elaboración de dos de ellos), creados por el propio Pepe.
Tendrían además unos comensales muy especiales: los ganadores de todas las ediciones anteriores de MasterChef España (Juan Manuel, Vicky, Carlos, Virginia y Jorge, quien por cierto, no perdió la oportunidad para contar a los cuatro vientos lo enamorado que está de Miri); MasterChef Junior (Mario, Manuel, María, Paula y Esther) y MasterChef Celebrity.
Fue un cocinado muy exigente, donde no faltaron los errores y cierto caos (impagable, por ejemplo, el momento en que Oxana por poco prende fuego a las cocinas de El Bohío, y que la rusa afrontó con su naturalidad habitual: “No te preocupes Pepe, yo lo pago, pero déjame seguir cocinando los buñuelos, ah?”…). Directo al anecdotario del programa.
No obstante Pepe no dudó en alabar el gran esfuerzo de los concursantes frente al fogón:”Que sepáis que no solo no me habéis decepcionado, sino que estoy muy orgulloso de vosotros”. Aún así solo uno de los tres conseguiría la segunda chaquetilla de duelista. “Toni, hoy no has estado al 100%, la complejidad de las elaboraciones te ha pillado por sorpresa, de modo que tu paso por MasterChef termina aquí”, le comunicaba Pepe al concursante valenciano.
No era fácil decidir entre Oxana y Ketty. “Nos ha costado mucho tomar la decisión”, comentaban los miembros del jurado. “Los pequeños detalles son vitales y una de las dos los ha cuidado un poco más que la otra. Y ésa ha sido… ¡Ketty!”, anunciaban finalmente. La rusa quedaba así fuera de la competición, no sin recibir, eso sí, halagos del chef de El Bohío (“tenerte en el programa ha sido todo un privilegio”, le aseguraba Pepe), así como el cariño de audiencia. Y es que Oxana, protagonista de algunos de los episodios más divertidos de esta edición, ha sabido meterse al público en el bolsillo con su naturalidad, su humildad y todos esos maravillosos momentos ‘Lost in translation’…
Y llegó el gran duelo. Marta y Ketty, frente a frente, en el reto más clásico del concurso: la elaboración de un menú libre, compuesto por entrante, plato principal y postre, que reflejara “todo lo aprendido en las últimas 13 semanas”. Así, con el apoyo desde la galería de sus familiares y de todos los aspirantes que han pasado por esta edición, ambas aspirantes arrancaban el cocinado.
Ketty quiso apostar por un menú que fusionaba su Cuba natal con toques gallegos (el amor de llevó a vivir en Pontevedra desde hace seis años), con platos como Ensalada de rape, cigalas y buey de mar con cúpula de coco; Raya en su jugo con ensalada de anisados; y un postre inspirado en los sabores del tradicional ‘Cubalibre’.
Marta, por su parte, se inspiró en la dieta mediterránea, dando forma a platos como su particular versión del gazpacho tradicional (un gazpacho con esferas de tomate, pepino osmotizado y aire de pimiento), y una caldereta de langosta y salmonetes con galleta de coral de tomate. Quiso poner el toque francés a su menú con unos vistosísimos macarons de frambuesa. La repostería es uno de los puntos fuertes de la madrileña, y decidió ‘jugársela’ con una de las técnicas 'golosas' más complicadas. Una apuesta que no pudo salirle mejor: “Es un gran postre, cierro los ojos y es como si estuviera comiendo un macaron en París, en Fauchon”, le decía Pepe Rodríguez.
Ambas recibieron buenas palabras en la cata final, y también algún que otro ‘palo’. Errores lógicos en dos cocineras amateurs que, no obstante, supieron sorprender con sus creaciones gastronómicas (tanto a los miembros del jurado, como al chef invitado para la ocasión, el argentino Mauro Colagreco, al frente del restaurante francés Mirazur, considerado el tercer mejor restaurante del mundo).
Incluso al más ‘duro’ de los jueces, Jordi Cruz, pareció ablandársele un poco el corazón, dedicando palabras muy cariñosas a ambas aspirantes. No dudó, por ejemplo, en poner en valor el trabajo de Ketty y agradecerle que hubiera empleado dos de sus técnicas culinarias en su menú, mientras que para Marta tuvo también grandes alabanzas: “Eres un persona preciosa por dentro y por fuera, la alumna ideal, tienes virtudes y amas nuestro oficio. Puedes llegar a ser una gran cocinera”, le dijo.
La decisión ya estaba tomada. El trofeo (y los 100.000 euros, el libro de recetas, y el curso en Basque Culinary Center) ya tenían dueña. Volvemos a las manos entrelazadas, al corazón a mil por hora y, por fin, a las palabras definitivas de Pepe: “La ganadora de la sexta edición de MasterChef España es… ¡¡Marta!!”
“Es muy fuerte, no me lo creo, es el día más bonito de vida, MasterChef me ha regalado una vida nueva, me ha enseñado que si creo en mí puedo superar todo lo que me proponga. ¡Marta va a ser imparable a partir de hoy!”, aseguraba la flamante vencedora, sin poder contener la emoción.
Mientras, tras el confeti, Pepe Rodríguez ponía el broche final, despidiéndose e invitando a los espectadores a seguir ‘poniéndole sabor a la vida’. Será, eso sí, hasta dentro solo de unos pocos meses, cuando la tercera edición de MasterChef Celebrity suba el telón, con Eva González ya de vuelta en plató tras su maternidad.