En verano uno de los verbos que más se conjugan es 'terracear'. Comer o cenar fuera, al aire libre, resulta más habitual que de costumbre. Por eso es importante cuidar un poco lo que ponemos en el plato si no queremos arruinar en dos días esa 'Operación bikini' que tanto nos ha costado seguir. Si echas un ojo a las cartas de estas terrazas vas a encontrar propuestas muy saludables, ligeras y sabrosas, con productos de temporada y cercanía, ecológicos y naturales... a pie de mar o en mitad de la ciudad.
LA TERRAZA MÁS 'GREEN' DE LA CAPITAL
La cocina de Honest Greens (Pso. de la Castellana, 89. Madrid) se abastece de productos que llegan de productores locales siguiendo métodos sostenibles y responsables con el medio ambiente, sin procesar, sin aditivos ni azúcares añadidos. Las carnes son criadas en libertad, las verduras de temporada y lo más cercanas posibles y el café es orgánico y de comercio justo.
La dieta de origen vegetal es la protagonista porque creen firmemente que, además de buena para la salud, es buena para el medio ambiente. Y aquí se respetan muchas dietas: sin gluten, vegana, vegetariana, baja en carbohidratos y paleo, y se puede elegir comer con una base de proteínas y añadir las verduras al gusto u optar por una base de verduras y completarla con lo que se quiera. Tú decides y ves cómo lo preparan en su gran cocina vista. Luego, puedes tomarlo en su terraza superurbanita, un oasis verde en pleno paseo de la Castellana.
La carta líquida es igual de natural, sin azúcar añadido y muy variada: cold pressed juice (zumos exprimidos en frío), cervezas artesanas, aguas frescas caseras, zumo verde, con miel, agave o manzana y vinos ecológicos. Los postres son 100% caseros, sin gluten y sin azúcar añadido, y el café orgánico, servido al momento por un barista en el coffe truck que está en la terraza.
TRAGAMAR, PARA COMERSE EL MEDITERRÁNEO
El mar se cuela en esta terraza, una de las más fotogénicas de la Costa Brava. El restaurante Tragamar está en la Playa de Canadell, en Calella de Palafrugell, abierto al mar, a la luz, a la brisa, a la vida mediterránea. Ha cumplido 23 años y no ha perdido ni un ápice de su autenticidad. Un salón luminoso, grandes ventanales, terraza a pie de playa, maderas, tonos neutros, ambiente marinero y cocina fresca y de proximidad definen este lugar de ensueño.
Es un restaurante para disfrutar de la calma del entorno y por supuesto, de su cocina mediterránea. Su propietaria, Raquel Tarruella, se ocupa de seleccionar una carta que apuesta por la sencillez, la frescura y la más alta calidad de sus ingredientes: destacan sus arroces marineros, el pescado salvaje, sus mariscos como los mejillones al vapor, las chirlas con comino y las sardinas (recién pescadas) a la plancha, el entrecot de Girona, las ensaladas e incluso un menú vegano incorporado en la carta este año, que cambia cada semana, y los postres caseros.
TERRACEO 'HEALTHY' EN BARCELONA
Barcelona tiene muchos chiringuitos pegados al mar, pero te queremos llevar de tapas por las alturas y alejados del asfalto. En el hotel Majestic, este año la terraza La Dolce Vitae está de estreno: la oferta gastronómica de la temporada está diseñada por el prestigioso chef Nandy Jubany.
La terraza ocupa la décima planta del lujoso hotel, junto a la piscina, y con unas vistas increíbles. Y en la carta vas a encontrar las opciones ligeras y apetecibles para un picoteo a mediodía o para cenar. Acomódate para probar alguno de los platos de la carta de verano como la Burrata artesana con tomate rallado, olivas aragonesas y albahaca, unas Ostras al natural y sus Cócteles sin alcohol con nombres tan sugerentes como Somni d'Estiu, un sueño de verano con manzana, limón, piña y fresa o el Give me Passion, que lleva fruta de la pasión, piña, mora y limón. Propuestas gastro acompañadas de buena música, con las Majestic Sunset Sessions de cada viernes en las que pinchan conocidos Djs.
TODO EL GLAMOUR EN MALLORCA
¿Te apetece tomar un desayuno mallorquín o un aperitivo muy healthy en el Pool Club más glamuroso de Mallorca? Pues ese es Bardot, un maravilloso espacio al aire libre rodeado de pinos y con unas vistas soberbias del Mediterráneo, en el hotel Gran Meliá de Mar (Illetas). Su ambiente es tan elegante que nos transporta enseguida a las terrazas más chics de la riviera francesa, a Niza, Cannes o Saint Tropez sin movernos de Mallorca.
En este entorno es fácil imaginar que la mismísima Brigitte Bardot pueda aparecer con su bikini. La actriz francesa que se convirtió en el icono cinematográfico de los años 50 y 60 ha inspirado este exclusivo Pool Club donde la cocina de la isla es la que llena la carta de sugerencias que puedes tomar alrededor de la piscina, acomodado en las mesas, tumbonas o directamente en las camas balinesas. Para refrescarte, pide un smoothie preparado con naranjas de Sóller y fresas de Sa Pobla, alguna de las sangrías gourmet o un mocktail (cóctel sin alcohol).
La cocina de Bardot nos lleva de viaje por Mallorca, sin prisas, con productos de mercado y recetas tradicionales que la chef Marga Coll, en el restaurante gastronómico del hotel, Arrels (Raíces), ha recreado con mimo y delicadeza. Pescados frescos, arroces, quesos, la cocina mediterránea más saludable está disponible desde la mañana a la noche. Si eres de los que piensa que el desayuno es la mejor comida del día, tienes que probar el Desayuno 5 estrellas que ha diseñado Marga Coll, toda una experiencia gastronómica presentada en cinco pasos, con frutas, zumos y mermeladas de las islas, yogures ecológicos, mantequilla de Menorca, salazones, quesos, empanadas y cocas, y una representación de la repostería mallorquina en la que no faltan las ensaimadas.
LOS ESPETOS DE DANI GARCÍA, EN LOBITO DE MAR
Dani García, el dos estrellas Michelin marbellero, acaba de abrir un chiringuito sin playa en plena Milla de Oro marbellí, con pescaítos, moluscos, atún, arroces al estilo alicantino y espetos de sardinas, nada más malagueño y natural. Se llama Lobito de Mar y dice que es su bar más 'resalao'.
El local (de más de 800 m2) está decorado de forma exquisita por Lázaro Rosa-Violán, cuenta con dos zonas divididas por la gran barra central y una terraza para disfrutar con la cocina marinera de Dani García acompañada de alguna de las sangrías de autor que están preparando. Coquinas malagueñas, chirlas, navajas, langostas y bogavantes vivos cocinados de distintas maneras, gamba blanca, quisquilla de Motril, boquerón, puntilla, raya en adobo casero... Vamos, que Dani García puede gritar bien alto en el Lobito de Mar eso de ¡tengo de tó! Además, una buena noticia para los celíacos: todos los rebozados ¡son sin gluten!
Pero el chef malagueño tiene muy claro cuál va a ser el éxito de este chic chiringuito, y ese va a ser el Espeto, con mayúsculas, "he crecido con ese aroma a la brasa de pescado y lo llevo tatuado a fuego en la piel", dice orgulloso. Aquí lo cocinan a la manera tradicional, en caña y vertical a la brasa de olivo para hacer los típicos espetos de sardinas, pero también en horizontal cuando utilizan pescado pequeño, como el boquerón, el salmonete, los langostinos de Sanlúcar... ¡casi ná!