Una magnífica relación calidad-precio; un amplio abanico de variedades autóctonas; la puesta en práctica de las más modernas técnicas de vinificación… Son solo algunos de los motivos que han hecho que los vinos españoles hayan ido adquiriendo una relevancia internacional cada vez mayor. A esto han ayudado unas estrategias de marketing mucho más eficaces que antaño (aunque éste había sido uno de los puntos débiles de nuestro mercado vinícola, las cosas cada vez se están haciendo mejor en este sentido).
Publicaciones especializadas como la prestigiosa ‘Wine Spectator’ lo tienen claro: “Ninguna otra región vinícola en el mundo ha logrado un equilibrio tan impresionante de tradición y modernidad, recuperando terruños antiguos, explorando uvas autóctonas y usando técnicas modernas para elaborar vinos tan apasionantes y con características tan diversas”.
Así pues, no de extrañar que la feria más importante del sector, ‘Vinexpo’, (que estos días celebra una nueva edición en Burdeos) haya elegido a España como país invitado este año. Y para rendir (merecido) homenaje a los vinos de nuestro país, nada como una gran fiesta que, bajo el título ‘A Taste of Spain’, concitó anoche a más de 110 bodegas españolas.
El evento, celebrado en el emblemático ‘Palacio de la Bolsa’ de Burdeos, contó con dos maestros de ceremonias de excepción: los chefs Ferran Adrià y José Andrés. Ambos fueron, junto con otros 11 grandes espadas de los fogones españoles, los encargados de ofrecer una gran exhibición de nuestra gastronomía. ¿El objetivo?: mostrar al mundo la riqueza y diversidad de la cultura vinícola y gastronómica de España, a través de un mensaje de lo más inspirador: los vinos españoles son tan excepcionales como su aplaudida y reconocida cocina de vanguardia.