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Nacida en Logroño y nieta de cultivadores de viñedos. Con esas ‘papeletas’ no era difícil que Elena Adell terminara dedicando su vida profesional al mundo del vino. Lo que quizá ni siquiera ella imaginó fue que su nombre figuraría con el tiempo en esa élite de las mejores narices del país.
Hace ya casi dos décadas que esta apasionada de la vid trabaja como enóloga en las conocidas bodegas riojanas ‘Campo Viejo’, elaborando vinos singulares y con personalidad propia. "Mi objetivo es producir vinos que aporten un toque especial a cualquier ocasión y que te hagan desear tomarte otra copa", asegura. Pero… ¿qué copa en concreto para qué ocasión concreta? Es una de las preguntas más recurrentes a las que muchas veces nos enfrentamos cuando tenemos que comprar un vino, o decidirnos por una referencia u otra si salimos a comer fuera.
Adell se asoma hoy a Hola.com para ofrecernos una serie tips que dan respuesta a ésta y otras muchas cuestiones relacionadas con el disfrute del vino (especialmente, durante los meses de más calor que ya nos acompañan).
Más vale prevenir…
Cuando hacen aparición las altas temperaturas las comidas se aligeran y nuestras mesas se llenan de recetas refrescantes: ensaladas, gazpachos, salmorejos... Si en un momento dado te apetece acompañar con vino estos platos (una comida familiar improvisada, una cena entre amigos con la que no contabas…) no dejes que te ‘pille el toro’ y asegúrate de tener siempre en casa una botella de vino blanco o rosado bien fresca.
Chiringuito + paella + rosado = ¡trío ganador!
Tomarse una rica paella en un chiringuito de playa es uno de los planes más apetecibles cuando el calor aprieta. Pero… ¿con qué vino se preferible ‘regar’ este icónico plato? “Independientemente de si prefieres la valenciana de toda la vida o la de marisco, siempre acertarás con un rosado”, asegura Adell.
¡Barbacoa time!
Otro de los planes ‘gastro’ por excelencia durante los meses de primavera y verano es la barbacoa. En relación a los vinos, la experta nos aconseja lo siguiente: “Si la barbacoa es con base de carnes, aquí una buena elección será un vino tinto con crianza, con cuerpo. Para las parrilladas o barbacoas de pescados, nuestra mejor elección será un blanco seco, un rosado, un cava o un espumoso. Si es de verduras, en este caso se recomienda un vino rosado para compensar el paladar y potenciar el resto de sabores”.
Las etiquetas, gran fuente de información
Más allá de su diseño (cada vez más cuidado, por cierto: el packaging importa y las bodegas lo saben), las etiquetas de los vinos nos ofrecen una cantidad de datos muy relevantes a la hora de elegir un vino u otro en el mercado. Nos informan, por ejemplo, según nos cuenta la experta, de la variedad o variedades de uva con las que se ha elaborado ese vino; de la Denominación de Origen a la que pertenece (en caso de estar adscrito a una); incluso de si es un vino responsable con el medio ambiente. También nos hablan sobre el envejecimiento del vino.
Así, podemos encontrar vinos Crianza, Reserva o Gran Reserva. Un Crianza es un vino de 2 años que permanece como mínimo 12 meses en barrica y el resto en botella previo a su salida al mercado; un Reserva es un vino de 3 años, de los cuales permanece un mínimo de 12 meses en barrica y el resto (generalmente 24 meses) en botella; y un Gran Reserva es un vino de 5 años, de los cuales permanece como mínimo 24 meses en barrica y mínimo 36 meses en botella. Respecto a las Denominaciones de Origen, Elena lo tiene claro: “Tenemos la suerte de vivir en un país con 69 denominaciones de origen y todas ellas son de exquisita calidad”.
Este vino… ¿con qué plato?
Como hemos comentado en muchas ocasiones, en cuestión de maridajes… para gustos, colores. No obstante, en caso de duda, sí que existen ciertas pautas con las que es difícil equivocarse. Estos son los tips que, en este sentido, nos propone la enóloga:
-Vinos blancos jóvenes sencillos: aperitivos o entrantes muy ligeros.
-Vinos blancos jóvenes complejos (de variedades nobles): pescados blancos, mariscos, quesos frescos, ensaladas, algunas mousses.
-Vinos blancos fermentados en barrica: quesos curados, verduras, ahumados, carnes blancas, algunos arroces.
-Vinos rosados: verduras, pastas, arroces, quesos suaves, tortillas, macedonia de frutas.
-Cavas: para Elena Adell resultan el gran comodín. Su gama es tan extensa que debemos distinguir entre un cava de pocos meses de Crianza, de un Reserva o un Gran Reserva, mucho más complejo y dotado de mayor personalidad. Por eso, su gama de aplicación es inmensa, y según el cava que queramos, puede sernos un acompañante ideal durante toda la comida.
-Vinos generosos (finos y manzanillas): aperitivos, salmorejo, pescados a la plancha o hervidos, mariscos, ahumados.
-Vinos dulces: postres de frutas, tartas con frutos secos y crema pastelera. Foies y patés.
-Vinos tintos jóvenes: charcutería en general, quesos semicurados, pescados azules, algunas carnes blancas o incluso rojas asadas, como el cabrito o el cordero. También admite setas y platos de bacalao salseado, y, en general, pescados en salsa.
-Vinos tintos ‘Crianza’: carnes a la brasa, asados, guisos de carnes rojas, quesos curados y charcutería.
-Vinos tinto ‘Reserva’ o ‘Gran Reserva’: perfecta opción para platos de caza y guisos más sutiles y elaborados. Además, si te atreves a probarlos con chocolate de alta pureza de cacao, verás que resulta una armonía impresionante.
¡Escápate a una bodega!
Son muchas las bodegas que proponen una más que interesante oferta de enoturismo. Este tipo de visitas son una de las mejores maneras de aprender sobre el mundo del vino, y de hacerlo además ‘in situ’, en el mismo lugar donde se produce. Así que, ahora que el calorcito invita a organizar escapadas de fin de semana… ¿qué tal si la próxima tiene como destino una bodega? Desconectarás, aprenderás, y… ¡seguramente te engancharás, más aún, al maravilloso mundo de la vid!
Y no olvides…
Ser curioso, preguntar sin miedo cuando te surjan dudas, atreverte a probar nuevas variedades, nuevas armonías, a derribar mitos… Y, sobre todo, no te olvides de relajarte y, simplemente, disfrutar de una buena copa de vino. Y si es en buena compañía… ¡mejor que mejor!
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