Entre lágrimas. Así se despidió anoche José María de MasterChef. El banderillero no pudo superar la prueba final de eliminación frente a Giselle. Aunque lo pareciera, el reto no era sencillo: preparar unos ñoquis caseros con un aderezo a elegir en tan solo 30 minutos. El andaluz puso todo su empeño, pero finalmente no pudo ser así que, una vez conoció la decisión de jurado, rompió a llorar liberando toda la tensión vivida los minutos previos: ‘Estoy triste porque me hacía mucha ilusión seguir aquí y poder avanzar un poco más. Irme así, como quien dice por la puerta de atrás, es un fracaso para mí’, aseguraba.
Arriba, en la galería, todos se mostraban muy afectados por la marcha de José María, especialmente Miri quien, de forma indirecta, había influido en el hecho de que el banderillero se encontrara en dicha situación: dueña del privilegio de salvar a alguien en la prueba final, la barcelonesa había optado por dar el nombre de Jorge (con quien parece mantener algo más que una relación de amistad) frente al de José María, quien según el jurado parecía haberlo merecido mucho más dado su gran esfuerzo en la prueba de exteriores.
Y eso que, en general, esta prueba -la que lleva a los concursantes fuera del plató de TVE- había sido un verdadero desastre. En esta ocasión, el escenario elegido fue la bella isla de Menorca. Allí, los concursantes debían cocinar por equipos seis platos típicos de la zona para un grupo de 60 autoridades locales, y las cosas no pudieron ir peor: desorganización, caos, recetas mal ejecutadas, platos que no salían a tiempo, broncas entre concursantes (Laila no soportaba que Nathan juzgara su trabajo, lo que culminó en una sonada discusión)… Tal fue el ‘despropósito’ que a Eva González y le tocó pedir perdón a los comensales: ‘Os pido disculpas. Los concursantes no han sabido trasladar el sabor de la gastronomía menorquina’, se excusaba la presentadora del talent.
Y eso que la noche no podía haber empezado mejor: el gran cocinero Joan Roca, chef de El Celler de Can Roca (tres estrellas Michelin y número 3 del mundo según ‘The World’s 50 Best Restaurants') visitaba MasterChef y lo hacía, además, no solo como mero ‘juez’ sino que se prestó a participar como un concursante más, en la primera prueba de la noche. Aquello, se convirtió, como cabía esperar, en una lección magistral de cocina por parte del catalán. El divertido reto consistía en tener que cocinar un plato con los ingredientes que los otros compañeros hubieran decidido, tras el ‘robo’ de seis de los doce productos que constaban originalmente en las ‘cajas misteriosas’. Pepe Rodríguez fue el encargado de ‘desplumar’ a Joan Roca, quien se vio obligado a preparar una receta únicamente con unas alcachofas, una naranja y unas pipas de girasol. Resultado: un platazo elaborado a partir de las distintas partes de la alcachofa que dejó a todos con la boca abierta.
De entre los concursantes, fue Miri quien obtuvo de las mejores críticas en esta primera prueba, una alegría algo ‘empañada’ por el tenso momento vivido con Jorge: la instagramer más famosa de MasterChef acusó al que dicen es su pareja de no aceptar de buen grado sus consejos culinarios, algo con lo que éste no pareció estar muy de acuerdo.
Amor, desencuentros, recetas fallidas, lágrimas, la visita de uno de los mejores chefs del mundo… a la séptima entrega de MasterChef no le ha faltado ningún ingrediente. ¡Deseando estamos ya de ver lo que nos depara la próxima entrega del programa!
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