Deliciosos cócteles y mucho ‘glamour’ en cuatro bares históricos

Escenario de inspiración, aventuras, desventuras, amores y encuentros, los bares, en el corazón de un hotel o a simple pie de calle, continúan siendo, para bien y para mal, esos lugares vinculados a la pasión, las historias y, por supuesto, a los buenos combinados. Hoy nos sentamos en la barra de algunos de los más míticos de nuestro país.

Por hola.com

Ambiente intimista, almas atormentadas y mucho ‘whisky on the rocks’. Estas son algunas de las características que condensan los bares con más historia de España, casi siempre vinculados a un episodio de desamor donde ahogar las penas o de éxito que celebrar brindando. Si a este seductor cóctel le añadimos un toque de glamour con el nombre de importantes celebrities internacionales y agitamos fuerte, obtendremos como resultado locales tan legendarios como estos que hoy nos ocupan:

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Arrancamos en el hotel Palace Barcelona, de estreno tras la transformación de su histórico y famoso Scotch Bar en el nuevo Bluesman Cocktail Bar. Con un estilo más escocés, este bar de cálidas tonalidades rojizas, se ha consolidado como todo un referente para los amantes del buen whisky. Además de este destilado no falta, por supuesto, en su carta una gran variedad de cócteles, que se pueden disfrutar amenizados por sesiones de jazz, blues y soul en directo. El local, que alberga también un club privado de fumadores, está presidido por el cuadro ‘Bluesman’, que pintó y regaló a El Palace Barcelona Ronnie Wood, miembro de los Rolling Stones. El original era en blanco y negro, pero cuando el artista regresó a Barcelona y visitó la Sagrada Familia, lo repintó con sus colores.

Una anécdota más de las muchas que se sucedieron aquí y que engrosan su legendaria historia. Ubicado en el sótano del inmueble desde 1919, fue la carbonera del hotel y más adelante el salón de tertulias donde se reunían toreros y personajes históricos del mundo del cine, la cultura y la política del siglo XX que se alojaron en Barcelona. ¡Si sus históricos muros pudieran hablar! Y es que desde entonces hasta hoy, por el escenario de su coctelería han pasado artistas internacionales de la talla de Duke Elligton, Ella Fitzgerald, Frank Sinatra, Freedie Mercury, Ronnie Wood, Whoopi Goldberg, Alan Parsons, Chick Corea, Steve Vai, Dokken, entre otros mitos musicales.

El reservado de los camareros de entonces es ahora la cava de puros. Un lugar donde no sería extraño que, cualquier noche, pudiera repetirse alguna de aquellas escenas míticas que terminaban con grandes artistas alojados en el hotel, improvisando al más puro estilo jam session tras disfrutar en la barra de algún sabroso combinado.

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En San Sebastián, la sombra de Bette Davis es alargada, sobre todo si tomamos asiento en cualquiera de los bancos junto a la barra en los que le encantaba sentarse a la veterana actriz para tomar una copa en su bar preferido de la ciudad donostiarra. Estamos ahora en el corazón del hotel María Cristina, inaugurado en 1912 por la reina que le da el nombre y reinaugurado en 2012 tras una minuciosa reforma. Este hotel es famoso por acoger cada año a los numerosos actores y actrices que viajan al Festival de Cine de San Sebastián, entre los que Davis ocupa un lugar destacado. La intérprete se alojó aquí cuando le fue concedido el Premio Donostia en 1989. Muy enferma, se dejó ver poco por la ciudad, aunque lució genio y figura en el bar del hotel, tomando un cóctel y fumando un cigarro tras recoger el premio. Esta es la última imagen pública que se conserva de la famosa actriz, luciendo porte y un fabuloso tocado.

Así nació el más sincero homenaje que el hotel ha podido rendir a su musa: su ahora conocido como Dry Bar, que rinde tributo al glamour de antaño y a las estrellas que frecuentaron el hotel, como Bette Davis (cuyo retrato ocupa un lugar destacado del bar). Un espacio que combina modernidad y tradición y que ofrece una carta de extraordinarios cócteles. De su diseño se encarga uno de los bartenders más reconocidos de nuestro país, Javier de las Muelas, que sigue poniendo sabor, color y prestigio al mundo de los cócteles con creaciones como su ‘Paradise Martini’, entre otras muchas.

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De vuelta a Madrid, el bar Chicote, convertido hoy casi por obligación en Museo Chicote, no ha crecido entre los muros de ningún hotel de lujo, y ni falta que le ha hecho. Nos remontamos a 1931 cuando Pedro Chicote decidió abrir las puertas de su local en el número 12 de la madrileña Gran Vía. Hoy, 85 años más tarde, las historias siguen sucediéndose entre las paredes de uno de los bares más famosos de Madrid. Por aquí han pasado personalidades de lo más variopintas, desde ‘royals’ como Rainiero de Mónaco o Grace Kelly, hasta Ernest Hemingway, José Ortega y Gasset, Frank Sinatra, Ava Gardner o Rita Hayworth. Y lo que fue un punto de encuentro de celebrities de medio mundo es hoy algo más que una coctelería donde también se puede comer, bailar y por supuesto, seguir bebiendo, que no hay que perder la esencia. Por eso continúan sirviendo, por ejemplo, el ‘Dry Martini’ como le gustaba al maestro Luis Buñuel: ‘unas lágrimas de vermouth seco en un océano de ginebra’.

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Situado en la calle Reina, número 16, compartiendo barrio y parte de historia con Chicote, el bar Cock es uno de los lugares preferidos por la 'gente guapa’ de la ciudad. Por su barra han desfilado un ejército de famosos con George Clooney a la cabeza (de quien cuentan que le encanta repetir local y copa cada vez que viaja a la capital de España). Otros muchos lo hicieron antes: Mihura, Buñuel, Dalí, Eisenhower, John Wayne, Hemingway, Dominguín, Ava Gardner, Sinatra, Audrey Hepburn... Una lista 'top' que no ha dejado de crecer. Y es que las veladas en 'Cock' son míticas.

Así por ejemplo, desde 1986, el establecimiento suele celebrar una fiesta al finalizar la Feria de Arte ‘ARCO’ en la que se reúnen artistas, galeristas y coleccionistas de todo el mundo. Copa en mano, finalizan su expedición cultural contemplando la colección de gallos (animal que da nombre al local, ‘Cock’ en inglés) expuestos en el pasillo que conduce al baño del bar. Se trata de gallos firmados por decenas de artistas, entre ellos, Francis Bacon (fue aquí donde tomó algunos de sus últimos Dry Martini).

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Parece claro que dentro del Cock pueden pasar cosas de todo menos ‘corrientes’. La lista de anécdotas es, como vemos, larga. A las mencionadas, se suman, por ejemplo, la visita al bar de la actriz Jodie Foster durante su estancia en Madrid (en 1987, durante el rodaje de la película ‘Siesta’) o el día en que la conducta de Naomi Watts fue afeada por bailar en el bar con algunas copas de más. En definitiva, un lugar repleto de historias 'regadas', cómo no, con los más sabrosos cócteles.

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