Planes con sabor: Marbella, destino ‘gourmet’

Cualquier excusa es buena para viajar al Sur. Si, además, el plan es comer de auténtico lujo en uno de los rincones más emblemáticos de Andalucía… ¡nos falta tiempo para preparar las maletas y poner rumbo a Marbella! Nuestra agenda de este fin de semana hace parada en algunos de los mejores restaurantes de esta localidad malagueña, donde las estrellas Michelin brillan con fuerza.

Por hola.com

Mucho ha tenido que ver el chef Dani García en la consolidación de la fama de Marbella como destino gastronómico, primero al frente del restaurante ‘Calima’ (en el Hotel Meliá Don Pepe) y, desde el año pasado, en ‘Dani García Restaurante’ (en el Hotel Puente Romano). Precisamente en el 'Festival de Cine de Málaga' que celebra estos días la ciudad andaluza, se está proyectando un documental –'Desmontando a DG'- donde se refleja esta transición, complicada, que llevó a García de un restaurante a otro. Desacuerdos empresariales tuvieron la culpa, pero más allá de esas dificultades, lo que siempre ha prevalecido, por encima de cualquier otra consideración, ha sido la magnífica y sorprendente cocina de este chef, de la que ya dio buena muestra en Calima, y que ahora sigue desarrollando en su ‘nueva casa’. Hasta ella ha conseguido llevar las dos estrellas Michelin que ya le había concedido la influyente guía, y hasta allí peregrinan paladares ‘foodie’ de todos los rincones del planeta.

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De sus fogones nace ‘Once Upon a Time…’, el menú degustación 2015 que ofrece el restaurante. Tras una puerta grande y pesada que cuesta empujar se encuentra una minimalista sala con mesas amplias y vistas al corazón del local, la gran cocina de Dani García, donde el ir y venir de cocineros, ayudantes y servicio en general es constante. Con platos como la ‘Magdalena que se come entera’, ‘Afilando el lápiz’, la ‘Seta de chopo’, el ‘Tomate Nitro ceviche y ostra’ o ‘¿A qué huele el bosque de Alicia en el País de las Maravillas?’, el chef sorprende en un menú de cuento: todo un viaje a través de los sentidos donde, con brillantez culinaria, los contrastes de su recetario tradicional juegan con texturas, contraposición de sabores y oposiciones de frío-caliente.

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El placer de lo culinario no solo vive de estrellas Michelin, por eso, también en Puente Romano, se puede probar (y más vale reservar mesa porque siempre está completo), el restaurante más casual de García: Bibo. En esta brasserie especializada en tapas a la andaluza se pueden degustar ricos platos como el ‘Brioche Cojonudo’ (un mollete de chorizo, cebolla, chipotle y huevo de codorniz), ‘Croquetas de choco en su tinta’, ‘Tortillitas de camarones’ o un delicioso ‘Atún de la Almadraba’ cocinado al gusto. El espacio es amplio, luminoso y alegre, como un sofisticado tablao flamenco donde se come, y se bebe, de maravilla a un precio razonable. Precisamente este local más ‘canalla’ e informal de García es el que ha dado nombre a la célebre hamburguesa que el cocinero ha diseñado recientemente para McDonald's.

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Y es que, como ya te hemos contado en más de una ocasión, este chef ‘todoterreno’ es capaz de afrontar los retos ‘gastro’ más dispares: lo mismo se acerca al terreno de la comida más popular, que reúne en sus fogones a algunos de los mejores chefs del mundo para rendir tributo al mítico ‘El Bulli’, de Ferran Adrià.

Con los productos de primera calidad como bandera y ubicado en un emplazamiento de verdadero lujo, el restaurante ‘El Lago’ (una estrella Michelin) es otro de los locales donde comer -y comer muy bien- en Marbella. Texturas y mucha técnica pero, sobre todo, un cuidado extremo por el producto es lo que define a la cocina de El Lago, donde se pueden encontrar platos como el ‘Milhojas de pollo en escabeche con foie y manzana caramelizada’, el ‘Salmonete con almejas al ajillo, su jugo emulsionado y calabacín’ o las ‘Ostras con gazpachuelo frío de palo cortado y granizado de lima limón’. Al esmerado servicio de sala se suma su interesante bodega (con más de 300 referencias), otro de los puntos fuertes de la experiencia gastronómica de El Lago, capitaneada por el chef Diego del Río.

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Y en Skina, uno de los restaurantes con estrella Michelin más pequeños del mundo, tan solo 14 comensales pueden disfrutar de lo mejor de la cocina de esta 'pequeña gran familia gastronómica', tal y como les gusta ser definidos a sus fundadores, Marcos Granda y María Isabel Salamanca. Ubicado en pleno casco antiguo de Marbella, Skina apuesta por una cocina mediterránea centrada en el producto, aunque con los necesarios toques de vanguardia y creatividad.

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El resultado es una exquisita mezcla de contrastes, que rescata los sabores de la cocina tradicional andaluza en platos como el ‘bogavante pochado, quinoa roja y apio nabo’ o el ‘arroz seco de gamba malagueña’. Toda una pasión por el terruño la de Skina que también se traslada a su carta de vinos, donde priman los pequeños viticultores quienes, al igual que ellos, arrastran el amor y el esfuerzo por las cosas bien hechas, tanto en la cocina como en la vida misma.

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Después de tanto festín gastronómico, nos disponemos a hacer las maletas para emprender camino de vuelta, pero no queremos abandonar la provincia de Málaga sin proponeros un sabroso ‘bonus track’. Y es que, no se nos ocurre mejor manera de poner broche de oro a este viaje, que acercarnos a Málaga capital para disfrutar de una rica comida en el restaurante ‘Juan Carlos García’. Su chef (que da nombre al local y que fue proclamado ‘Mejor Cocinero de Andalucía’ en 2009) pertenece a esa generación de profesionales que también ha contribuido a situar a Málaga en la élite de la cocina nacional.

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Avalada como una cocina de autor, ‘fina y ligera’ por la mismísima Guía Michelin (la guía le concedió una de sus estrellas en su edición de 2013) , el restaurante se ubica en pleno puerto. De noche, resulta mágico cenar junto al skyline de la ciudad iluminada mientras se degusta un sabroso ‘Mollete de tartar’, un tradicional ‘Gazpachuelo’ o una deliciosa ‘Gamba roja gratinada’. A la vera de la Catedral y con vistas al Mediterráneo, la vida siempre sabe mejor, sobre todo la que sale de los fogones de Juan Carlos García en particular, y de la cocina malagueña en general.