El mundo del cine se rinde ante MasterChef

Los nervios y la emoción se palparon hasta el final en el programa del pasado miércoles, en el que el concursante que más risas provoca, tuvo que dejar el plató

La cosa está que arde —y nunca mejor dicho— en MasterChef, tras las emociones del último programa en el que el mundo del cine se rindió a sus pies y a cambio tuvimos que despedirnos de Cristóbal, uno de los concursantes más queridos del concurso. Simpático y muy divertido, Cristóbal se vio traicionado por sus nervios y la presión del momento.
Ya solo quedan siete concursantes… y mucha emoción reservada para el próximo programa. Ese en el que ya nos han prometido alguna que otra lagrimita de ‘la mano’ de las madres de los concursantes. Y de la sorpresa del programa: uno de los aspirantes abandona voluntariamente MasterChef, por primera vez en la historia del concurso.



No adelantemos acontecimientos y volvamos a la diversión del pasado miércoles. Un programa rodeado de caras conocidas y de muchas risas gracias al sentido del humor derrochado por Luis Piedrahita, Edu Soto, Anabel Alonso o Leonor Watling. Y el cariño y la elegancia de Ana Duato y Cayetana Guillén Cuervo.
Por eso no puede extrañarnos que el minuto de oro de la noche fuera ese en el que las estrellas del cine valoraron los platos cocinados por los aspirantes. Eso sí, preparados con mucho cariño y tremendos momentos de nervios en los que las placas de inducción de Electrodomésticos Bosch fueron fundamentales.
Por ejemplo lo fue para el solomillo que Gonzalo le preparó a Josema Yuste. O la deliciosa merluza con cocochas y almejas que Vicky le sirvió a María Pujalte y a Anabel Alonso y que tan bien valoraron las actrices. El otro plato mejor valorado de la noche fue la ensalada de tomate con caballa que Mateo preparó para su mesa, en la que estaban sentados Paco León y Ana Duato.

En todos estos casos las estupendas placas de inducción Bosch jugaron un importante papel. Porque reducen en más de la mitad el  tiempo el calentamiento. Es todo un acierto eso de que sólo se caliente el recipiente y no toda la zona, consumiendo lo mínimo. Y como el cristal apenas se calienta, es un modo muy seguro de cocinar, también para los aspirantes, que podrían sufrir alguna quemadura con tantos nervios y quedar fuera del concurso.

La placa con la que ‘trabajan’ los chicos de MasterChef dispone, además, de un práctico control de temperatura del aceite, con el que se consiguen resultados perfectos. Y para los platos para los que se necesita cocinar mayor cantidad, tiene una zona gigante de un diámetro de 32 centímetros.





Por si todas estas ventajas fueran pocas, Electrodomésticos Bosch ofrece como regalo una olla a presión a las personas que compren una placa de inducción con zona gigante. Una ocasión para no perderse. Como no nos podemos perder el programa 10 de MasterChef…

Más información:
www.bosch-home.es