Castilla-La Mancha es una región con una gastronomía para no perder de vista. Hay 13 restaurantes reconocidos con estrellas Michelin y 29 con Soles Repsol, eso sin contar su enorme variedad de bares, tabernas y otros restaurantes tanto de cocina tradicional como de cocina creativa. Y a caballo entre las dos, está Epílogo. Hemos tenido la suerte de visitarlo, conocer su filosofía y probar unos platos con raíces castellanomanchegas 'tocados' por la creatividad, delicadeza y elegancia de Rubén Sánchez-Camacho, acompañados por una selección única de vinos a cargo de su hermano Ramón.
Ya les conocíamos de El Bodegón en Daimiel, el restaurante familiar que varias glorias les dio durante tantos años. Y siguen como entonces: llanos, cercanos, apegados a la tierra y haciendo lo que les gusta hacer después de "haber peleado mucho", confiesan. Desde 2017 en Tomelloso, con un espacio en el que dan todo tipo de eventos y desde 2019 con esa 'perita en dulce' que es el restaurante gastronómico.
Rubén, viajero de pro y con historias mil, es un tipo que te gana desde el minuto cero, "ahora más que nunca sé lo que quiero, estoy en la mejor edad y tengo claro que mi cocina está inspirada en mi madre, en los fondos y caldos que ella ha hecho siempre, más depurados pero con esa misma base", nos dice. Y su hermano -presidente de de la Asociación de Sumilleres de Castilla-La Mancha- es igual de cercano, con un trato en la sala y una oferta de vinos impresionantes. Ambos te hacen sentir como en casa para ofrecerte una experiencia única, tanto en gastronomía como en bebidas -vermús, cervezas, espumosos, vinos tranquilos y dulces, ¡un festival!-.
¿Cuál es la filosofía de Epílogo?
Epílogo funciona de martes a domingo, en horario de comidas y no tiene carta, solo un menú degustación, ‘Historias del Guadiana’, un tributo a este río a través de sus creaciones, un viaje culinario, con materia prima de calidad y de cercanía, en el que cada bocado relata las raíces culturales y gastronómicas de las regiones que atraviesa.
Hay que dejarse llevar por esta 'ruta gastronómica', que ellos definen así "Epílogo es el final, un final de todos y cada uno de los productos y técnicas culinarias de un viaje, de un río, en tres actos. Pequeño, vergonzoso y altanero (...) cada bocado es un epílogo en sí mismo, el final de un viaje y el comienzo de una nueva apreciación por los sabores y las historias que el río Guadiana tiene para ofrecer".
Rubén defiende la cocina de raíz, alma y recuerdo, de sabores profundos y arraigados con muchos matices y presentaciones actuales. Los ingredientes de la zona tienen gran protagonismo: caza, cordero, peces de río (anguila, trucha, esturión; procedentes de pesca sostenible) y verduras de la ribera del Guadiana son recurrentes en sus recetas, con sabores que trasladan al chef a su infancia en Daimiel, cuando de las ventanas de las casas del pueblo salía un delicioso olor a sofrito. Galianos (gazpacho manchego), orza, migas, pisto, duelos y quebrantos… marcan su ADN.
¿Qué platos hay en Epílogo?
Son varios y hay que apreciar todos y cada uno de los detalles que llegan en el mismo momento en el que tomas asiento, desde sus espectaculares panes con mantequilla de txuleta y anchoa y varios aceites de oliva virgen extra hasta ese postre inconfundible de Rubén que es el risotto de piñones de los pinares de la frontera entre España y Portugal con queso y helado de hojaldre.
Y entre medias, platos espectaculares con Castilla-La Mancha muy presente: una sopa de ajo sin pan ¡que te lleva al cielo directamente sin pasar por la casilla de salida!; esos salazones y escabeches en versión actual ¡pura ¡gloria!; una ventresca de atún trabajada como el lomo de orza ¡que te deja sin palabras!; unos galianos -también conocidos como gazpachos manchegos- convertidos en un suculento katsu-sando para mojar en un caldo de caza sutil pero lleno de sabor; el, caldo de gallina con gamba roja -¡para reanimar hasta a un muerto!-; y su ya famoso plato de perdiz -el mejor de España entre todos los presentados en el último concurso de Madrid Fusión-, con su buñuelo, su albóndiga y su bombón relleno con un paté de las entrañas, o ese ciervo con chutney de remolacha.
Una comida que no olvidaremos, y que rememoramos solo pensando en el nombre de cada plato, con sus imágenes correspondientes, sin olvidar un acompañamiento líquido excepcional. Por algo, Epílogo está considerado como uno de los mejores restaurantes de Castilla-La Mancha.
📍Dirección: P.º Ramón Ugena, 15, 1º. Tomelloso, Ciudad Real