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Bol con patatas fritas crujientes y tostaditas© Adobe Stock

El secreto de las mejores cocinas para conseguir unas patatas fritas más crujientes y ligeras

Es un secreto que en las cocinas profesionales se conoce muy bien. ¿Y por qué no aplicarlo en casa? Se trata de utilizar un ingrediente de lo más cotidiano, con el que vamos a conseguir darles a nuestras patatas un toque crujiente y ligero. Lee hasta el final y sabrás de qué se trata, además de otros trucos para lograr nuestro propósito.


3 de marzo de 2025 - 15:47 CET

¿A quién no le gustan las patatas fritas? Haberlos los habrá, pero son los menos. Lo que pasa es a veces renunciamos a ellas porque sabemos que contienen bastantes calorías, no son el alimento más ligero y porque no siempre resultan lo crujientes que deberían, incluso haciéndolas nosotros mismos. Pero te vamos a dar varios trucos para conseguirlo, 'consejillos' que conocen bien en muchos bares y restaurantes.

Una vez peladas las patatas y cortadas en bastones, hay que introducirlas en agua fría y un chorrito de vinagre.© Adobe Stock
Una vez peladas las patatas y cortadas en bastones, hay que introducirlas en agua fría y un chorrito de vinagre.

La variedad y el corte de la patata importan

Para hacer unas buenas patatas fritas, elige variedades con menos, como las patatas Russet, Kennebec, Agria, Monalisa, Amandine, Draga, Baraca, Bintje y Nagore, que también ayudan a equilibrar el contenido de almidón. La idea es que la humedad no nos arruine ese toque crocante, tostadito y más ligero, sin perder un interior más blandito. Y si hablamos del corte ideal para esta preparación es hacerlo en bastones de la misma longitud y grosor para que el calor se reparta de una forma uniforme y se cocinen homogéneamente.

El truco infalible para que las patatas nos quedan crujientes y ligeras

Un truco que nos han chivado en varios restaurantes y bares es sumergir las patatas, una vez cortadas, en una mezcla de agua fría con un chorro de vinagre durante media hora. Esto elimina el exceso de almidón, y hace que la textura una vez fritas, sea más crujiente, Hay que secarlas bien para que no salpiquen cuando están friéndose en el aceite. Hay quien esto, en lugar de vinagre, lo hace con bicarbonato, ya que aumenta la alcalinidad del agua y contribuye a mejorar la textura de la patata y su color dorado.

La importancia del tipo de aceite y su temperatura

Tenemos que optar por un aceite que aguante bien el calor, tenga un punto alto de humo y no se queme, y aquí puedes elegir entre uno de oliva o uno de girasol. Eso sí, te recomendamos que cuanto menos reutilizado esté -no más de 3 veces-, mejor sabrán nuestras patatas y menos grasientas resultarán. Controla la temperatura y mantenla entre 160 y 180ºC. Si vas a hacer doble fritura, otra técnica para conseguir la mejor textura, es freírlas a unos 140ºC , dejarlas reposar y luego freírlas a 180ºC para alcanzar esa textura más crujiente.

Errores típicos que tienes que evitar al cocinar patatas fritas

Hay algunas recomendaciones más, pero sobre todo a evitar, a la hora de freír patatas fritas: una de ellas es no amontonarlas y freírlas de poco en poco para que no se enfríe el aceite; echar poca cantidad de grasa; no colocarlas sobre papel de cocina para eliminar el exceso de grasa de la fritura y no salarlas justo antes de servirlas para que no se humedezcan.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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