Cada tercer viernes del mes de septiembre se celebra el Día Internacional de la garnacha. Esta uva tinta lleva años en pleno auge y son cada vez más los vinos que se hacen con ella sola o mezclada con otras variedades. Hasta 1990 fue las más plantada en el mundo y te vamos a contar varias curiosidades sobre ella.
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Un poco de historia sobre la garnacha
El origen de esta variedad se encuentra en Aragón, concretamente en la provincia de Zaragoza, donde su tierra árida y su clima extremo la han convertido en una superviviente. Con una gran resistencia a las sequías, los fuertes vientos, las bajas temperaturas en invierno y los más de 40º que se alcanzan en verano, la garnacha ha demostrado su gran capacidad de adaptación a distintos climas y terruños, por eso es una de las variedades favoritas de los viticultores y también de muchos consumidores, especialmente desde que empezó a revalorizarse en la zona de Priorato, en Cataluña, a finales del siglo XX.
Desde el territorio aragonés comienza la expansión de la garnacha lo largo de la antigua Corona del Reino de Aragón, primero por el noreste de España, continuando por el sureste de Francia, especialmente en la zona del Rosellón, hasta llegar a Italia y con mayor influencia a la isla de Cerdeña. Se dice que la garnacha era una uva muy preciada por el rey Fernando I de Aragón y por ello promovió su expansión a lo largo de la antigua Corona de Aragón.
La extensión de la variedad encontró en Cataluña un hábitat perfecto para la garnacha blanca y la elaboración de excelentes vinos de esta variedad. Las características terrazas de la de la D.O.P. Terra Alta dibujan un paisaje pintoresco donde se concentra hasta el 30% de la producción mundial de garnacha blanca.
Zonas de producción de la garnacha
La garnacha está presente en las zonas de las Denominaciones de Origen Calificada de la Rioja y Priorato, además de al norte de la provincia de Toledo (D.O. Méntrida), en Cebreros (Ávila), y otras D.O. o D.O.P como Costers del Segre, L'Empordá-Costa Brava, La Mancha, Madrid, Penedés, Somontano, Tarragona, Terra Alta o Montsant.
Dentro de Aragón, tres son las principales Denominaciones de Origen Protegida que cuidan y albergan grandes plantaciones de garnacha. La D.O.P. Campo de Borja, denominada “El Imperio de la Garnacha”, está directamente asociada a las viñas viejas, sin duda las más resistentes, de menor producción pero de una excelente calidad.
La D.O.P. Cariñena, la más extensa y antigua, es la que vio nacer los primeros viñedos en Aragón. Con casi 15.000 hectáreas de viñedo, se caracteriza por su terreno pedregoso que proporciona uvas más concentradas e intensas, y mucho más aromáticas, por ello su slogan es “El vino que nace de las piedras”.
Por último, la Denominación de Origen Protegida Calatayud, que tiene una larga historia vinícola como zona productora, se remonta al tiempo de los celtíberos al encontrarse allí la ciudad celtíbera más importante del norte de España, Segeda. Caracterizada por sus elevados viñedos y bellos paisajes, este territorio produce algunos de los vinos más exquisitos de garnacha plantados a gran altitud, con grandes contrastes térmicos entre el día y la noche, en una gran diversidad de tipos de suelo que otorgan una complejidad y mineralidad a sus vinos muy especiales.
Por su versatilidad y nuevas fórmulas en la elaboración ¡la garnacha está de moda! La gran variedad de clones de esta uva permite hacer todo tipo de vinos: blancos, espumosos, tintos, rosados… y siempre habrá un vino de garnacha que elegir para disfrutar en cualquier momento
3 vinos aragoneses de garnacha
Garnacha Centenaria, de Bodegas Aragonesas (D.O.P. Campo de Borja)
Es un tinto 100% garnacha tinta que define muy bien el vino de las viñas viejas. De intensidad alta, aroma frutal y floral y en boca suave, voluminoso, amplio, carnoso, armónico y estructurado. Precio: 10 euros.
Más información:
bodegasaragonesas.com
Monasterio de las Viñas crianza 2020, de Grandes Vinos (D.O.P. Cariñena)
Estamos ante un vino, elaborado por Grandes Vinos, afrutado y especiado en nariz con notas de arándanos, frambuesas, clavo y ahumados. Es suave y equilibrado y llena la boca con sus toques de frutos rojos y pimienta. Precio: 7 euros.
Más información:
grandesvinos.com
Cuevas de Arom Tuca Negra 2020, de Bodegas San Alejandro
Bodegas San Alejandro posee la mayor extensión de viñedo ecológico de Aragón y desarrolla algunos proyectos de la mano de grandes expertos como el Máster of Wine, Fernando Mora, de dónde salen grandes vinos como este, un tinto 100% garnacha de viñedo viejo, de más de 70 años, con 96 puntos Parker. Precio: 89,90 euros.
Más información:
san-alejandro.com
Garnacha Blanc de Noir, Bodega San Valero
Bodega San Valero, que dedica mucho trabajo en el mantenimiento de las viñas viejas, a pesar de estar en Cariñena, elabora este cava único. En él destacan aromas a frutas rojas, presenta una agradable sensación carbónica y es sabroso y refrescante. Según Ignacio Pastor, director de Bodegas San Valerro “Javier Domeque, que trabajó durante más 40 años como enólogo en la bodega, realizó sus estudios de enología en el Penedés. Cuando volvió para trabajar en su tierra empezó a elaborar cava para consumo local en la antigua panadería de Cariñena. Es el único en el cava elaborado al 100% garnacha”. Precio: 8,50 euros.
Más información:
sanvalero.com