Qué comer, beber y dónde en Málaga

La ciudad andaluza se viste de feria. Hasta el próximo 24 de agosto celebra una de sus fiestas más populares, en la que la comida y la bebida no pueden faltar. Conoce sus platos más típicos y dónde comer lo mejor en la capital malagueña.

21 de agosto de 2024 - 7:30 CEST21 ago 2024 - 7:30 CEST

Dio el pistoletazo de salida el pasado 16 de agosto y en estos días se encuentra en su máximo apogeo con una semana llena de festejos en el recinto ferial Cortijo de Torres y en toda la ciudad. Música, cante, baile, casetas, caballos, fuegos artificiales y, por supuesto, la gastronomía no pueden faltar en esta famosa feria. Málaga se caracteriza por reunir un buen número de restaurantes y bares consagrados al arte del buen comer y beber, con platos andaluces y también de otras zonas, que atraen a lugareños y a turistas.

Qué se come en Málaga

Comparte varias recetas con otras provincias andaluzas, pero tiene algunos propios -con influencias marineras o serranas- que no puedes dejar de probar si te dejas caer por la capital de la Costa del Sol.

El ajoblanco es uno de ellos. Se trata de una sopa fría elaborada con almendras, ajo, agua, aceite de oliva, vinagre y uvas como acompañamientos.
Los boquerones -de hecho a los malagueños también se les conoce con este sobrenombre-. Los hacen pasados por harina y fritos en un buen aceite de oliva. Al igual que la fritura de otros pescaditos.
La porra antequerana se toma en toda la provincia, aunque sea originaria de Antequera. Es similar al salmorejo cordobés, una sopa fría que se hace con pan, tomate, pimiento verde, aceite y agua y se sirve con huevo duro y jamón serrano picaditos. De esa localidad también son los molletes, unos bollitos redondos de pan que gustan dentro y fuera de toda Andalucía.
Los espetos de sardinas. Son la comida por excelencia de los chiringuitos en la que el mencionado pescado azul se asa el brasas que se colocan sobre la arena de la playa, insertado previamente en cañas finas y largas.

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Las conchas finas las hay en otros lugares, pero en Málaga no pueden faltar. Son moluscos bivalvos cuyo cuerpo es de color blanco rojizo y con cierto parecido a las almejas. Se cocinan cocidas al natural, a la parrilla o con distintas salsas.
El gazpachuelo, otro plato malagueño emblemático, es una sopa tibia que se prepara con un caldo de pescado, patatas y mayonesa.
La berza malagueña podría ser el equivalente del cocido en otros lugares, un guiso a base de garbanzos y guisantes con diferentes tipos de carne y embutidos y verduras.
Las tortas locas forman parte del patrimonio repostero de Málaga. Entre sus variados dulces, te recomendamos que pruebes estos hojaldres redondos rellenos de crema y cubiertos con glaseado de yema.

Qué se bebe en la feria de Málaga

La provincia de Málaga es conocida por la calidad de sus vinos dulces elaborados principalmente con la uva moscatel de Alejandría. Se hacen otras variedades pero hay una referencia dulce que no falta en la feria y es El Cartojal, de la bodega Málaga Virgen, blanco, afrutado e ideal para tomar en frío -pero ¡cuidado! porque tiene mucho peligro, hay que tomarlo con moderación-. Hay otros vinos dulces como el Pajarete -vino dulce de licor- o el Pedro Ximénez -hecho con uvas secadas al sol-, además de los conocidos como dorado, rojo, oscuro, negro, vinos de licor envejecidos y con distintas cantidades añadidas de arrope (jarabe o sirope que se obtiene al cocer y reducir el mosto no fermentado, el zumo de uva).

Hay dos denominaciones de origen: Málaga y Sierras de Málaga. La primera es famosa por sus vinos dulces y en la segunda se hacen blancos, tintos y algún rosado. Y tampoco falta en la feria la bebida por excelencia de estas celebraciones: el rebujito (manzanilla o fino con refresco gaseoso sabor lima-limón) y otra que es la preferida de los andaluces -y, en general, de los españoles-: la cerveza. Es famosa aquí la de la marca Victoria.

Dónde comer comer bien en Málaga: bares y restaurantes

Málaga atesora una tradición gastronómica muy arraigada, fruto de las diferentes culturas que han dejado su impronta en la conocida también como 'perla del Mediterráneo'. Junto a sus restaurantes más clásicos, hoy goza de un abanico de posibilidades con diferentes propuestas culinarias de todo tipo, tanto para ir de tapeo como para comer de manera más formal.

De tapeo

Hay varias calles para disfrutar del tapeo en Málaga, además del propio recinto ferial, como Granada, Calderería, Beatas o Larios y plazas como la de la Constitución y la de La Merced, la avenida Plutarco o las zonas de Pedregalejo y La Malagueta. Y encontrarás otras direcciones especializadas en cocina en miniatura repartidas por toda la ciudad regada con vermú, cerveza o vino. Aquí tienes un pequeño aperitivo con algunas pistas.

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El gallo ronco: en la famosa y céntrica plaza de las flores, además de su flamenco en vivo, sus reclamos gastronómicos son platos como el solomillo al moscatel, quesos, chacinas, berenjenas, sardinas ahumadas, frituras de pescado, rabo de toro, conservas, etc. (Plaza de las flores, 1).
La Tranca: en pleno centro de la ciudad, presenta una atractiva oferta de tapas, vermús y cañas bien frías. Ensaladilla rusa, croquetas, rabo de toro, garbanzos con espinacas, bravas, flamenquines, empanadas, tostas... ¡un paraíso para tapear! (Calle Carretería, 92).
Tapería El beato: taberna tradicional andaluza con cocina casera, muy cerca del museo Picasso y de la calle Larios y una de las favoritas de los lugareños. Entre sus especialidades se encuentran los caracoles, el magro con tomate, los callos, la tortilla de patatas o las albóndigas en salsa. (Calle Beatas, 3).
Mesón Mariano: uno de los sitios con más solera en Málaga, con la alcachofa como protagonista -hemos leído que pueden llegar a pelar una media de 50 kilos al día- preparada de distintas formas, y también entre sus especialidades típicas de la zona como el gazpachuelo, el chivo lechal o los boquerones fritos entre otras. (Calle Granados, 2).
Anca er Mejillón: es el nombre de un bar tradicional de la ciudad, con más de 50 variedades de tapas y diferentes cócteles. Se ha convertido en viral por las reseñas de cientos de tiktokers y eso hace que se formen colas interminables para degustar sus propuestas gastronómicas mediterráneas clásicas. (Calle Marcos Gómez, 1)

Cocina tradicional y clásica

En la capital malagueña son muchos los restaurantes que rinden homenaje a la cocina de siempre, de la tierra y con los mejores productos locales. ¡No te los piertass!

El Pimpi: es una de las tabernas-bodega con más solera para degustar la gastronomía y los vinos de la tierra y disfrutar de sus espectáculos flamencos. Ocupa un viejo caserón del siglo XVIII, edificado en una antigua calzada romana, y por él han pasado -y pasan- diferentes figuras del arte y la cultura. Calle Granada, 62.
Marisquería Godoy: mariscos y pescados frescos es la propuesta de este local marinero ubicado en el puerto. Excelentes materias primas para diferentes elaboraciones, entre las que también se encuentran guisos, arroces, frituras o carnes. Puerto de Málaga, 34-35 (CC Muelle Uno).
El Cortijo de Pepe: mesón clásico andaluz que ofrece desde las clásicas tapas y raciones de la barra, hasta especialidades de la brasa pasando por los “fritos de la Bahía” o unos contundentes guisos. Plaza de la Merced, 2.
Restaurante Casa Carlos 1936: más de medio siglo de trayectoria para este establecimiento de cocina tradicional del barrio de La Malagueta que se basa en platos de cuchara, guisos, pescaíto frito, tapas. Abierto desde el desayuno hasta la cena. Calle Keromnes, 6.
Lo Güeno: muy próximo a la famosa calle Larios, fue inaugurado en 1967, su base es la cocina tradicional mediterránea, con especialidades como las tapas, el gazpachuelo, la porra, el pescaíto frito, la ensalada malagueña o el chivo lechal malagueño. Calle Marín García, 9 y calle Strachan, 12.

Dani Carnero, alma mater de Kaleja, La Cosmopolita Malagueña y La Cosmo

Cocina de autor

En los últimos años, Málaga se ha convertido en una de las ciudades españolas de referencia en cuanto a cocinar de autor, en muchos casos reconocida por la guía Michelin y la guía Repsol. Hay grandísimos restaurantes, aquí tienes algunos.

Kaleja: consagrado a las brasas, es uno de los locales del cocinero Dani Carnero (cuyo lema es “guisa que te guisa María Luisa”), con una estrella Michelin (Calle Marquesa de Moya, 5). A él se suman La Cosmopolita (Calle José Denis Belgrano, 3), una casa de comidas en el centro y La Cosmo (Calle Cister, 11), un lugar informal e ideal para probar platos y tapas andaluces tradicionales actualizados con protagonismo para el buen producto.
José Carlos García: el popular chef reinventa las tradiciones gastronómicas andaluzas con una técnica vanguardista, productos locales de primera -sobre todo de mar- y toques sorprendentes en sus platos, reconocidos con 1 estrella Michelin. La sala la dirige su mujer Lourdes Luque. Ofrecen varios menús con posibilidad de maridaje y en su cocina hay algunas recetas míticas de su trayectoria como el parfait de ave con mango de La Axarquía y sal, el gazpachuelo de gambas y mejillones o el falso huevo con setas y palomitas de amaranto. (Puerto de Málaga, plaza de la Capilla, 1).
BiBo Flamenco Bar y Tapas: es uno de los múltiples negocios del malagueño Dani García, con diferentes propuestas en la provincia de Málaga y otros lugares de España y del mundo. En el aeropuerto de Churriana está una filial de BiBo, con recetas andaluzas y otras viajeras, fruto del carácter cosmopolita del chef. El protagonismo es para ingredientes y elaboraciones locales con inspiración y toque internacional.
Ta-kumi: también se puede comer buena cocina japonesa en la Costa del Sol. Sergio Solís, chef del restaurante, fue reconocido como el mejor sushiman de España en la tercera edición del concurso ITAMAE Balfegó. Aquí se reivindica la esencia y pureza de la gastronomía nipona, sin renunciar a algunos toques de fusión, con una combinación entre las mejores materias primas y la técnica más depurada. (Calle Mundo Nuevo, 4).
Beluga: situado en el centro de la capital malagueña, detrás de este restaurante de cocina mediterránea se encuentra Diego René, propietario también de otros dos locales más informales: Pez Wanda y Kraken. Ofrece dos menús degustación y una carta de buenos arroces. El acento está en los productos del mar, tratados con técnicas vanguardistas, en un espacio tranquilo, con una terraza muy agradable. (Plaza de las flores, 3).