Amor incondicional. Es lo que sentimos en ¡HOLA! Cocina por uno de los alimentos imprescindibles en nuestra cesta de la compra (y en la de miles de familias) durante todo el año: el huevo es delicioso, es versátil, es bastante asequible para el bolsillo, y realmente interesante a nivel nutricional (magnífica fuente de proteínas de calidad)… Ahora bien, dada su delicadeza es importante recordar que su disfrute está ligado a una serie de pautas de manipulación y conservación muy sencillas, pero fundamentales si queremos evitar posibles intoxicaciones. Y si hay una época del año en la que estas pueden dispararse es el verano, con sus altas temperaturas.
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Hoy hemos querido recoger los consejos que, en este sentido, nos dan los expertos de Pazo Vilane (empresa especializada en la producción de huevos camperos). Estas son sus recomendaciones:
- No es necesario lavar los huevos. La cáscara es un excelente escudo protector natural. Es mejor revisar si alguno presenta alguna grieta o rotura. En tal caso, hay que tirar el huevo roto.
- Después de hacer la compra, no someterlos a altas temperturas. Es importante que no se sometan al calor (por ejemplo, dejar las bolsas durante un tiempo en el maletero del coche...). Los huevos se dañan con los cambios térmicos. Es por ello que en las tiendas no están refrigerados -si fuera así, durante el trayecto a casa estarían a temperatura ambiente para volver a guardarse en frío, y eso los dañaría-.
- Los huevos deben guardarse el interior de la nevera (no en la puerta) y en su propia caja. Haciéndolo así los protegemos de los cambios bruscos de temperatura que se producen al abrir y cerrar el frigorífico.
- Para evitar que se nos caigan trocitos de la cáscara dentro del recipiente y contaminar el interior del huevo, debemos cascarlo en el borde de un recipiente distinto al que vayamos a utilizar para batirlo. Por el mismo motivo, a la hora de separar la yema de la clara, es mejor no hacerlo con la propia cáscara, sino ayudándonos de una cuchara o un cuenco.
- El huevo es un alimento que puede cocinarse de muchas formas. Una de las más sencillas y usadas en verano es cocerlo. Podemos cocer varios a la vez y tenerlo en la nevera. Eso sí, hay que ser cuidadosos con los tiempos de conservación para evitar problemas. En este sentido, un huevo cocido (si se ha cocinado fresco) puede conservarse en el frigorífico durante una semana, siempre que se mantenga con la cáscara. De hacerlo sin ella, lo recomendable es comerlo en el mismo día (manteniéndolo refrigerado hasta su consumo).
- Por seguridad alimentaria, no debemos esperar más de dos horas para guardar un huevo cocido en el frigorífico una vez se haya cocinado. Además, nunca debemos dejar platos sin refrigerar cocinados con huevo (en cualquiera de sus elaboraciones).
- Antes de cocinar los huevos debemos lavarnos bien las manos. Además, debemos asegurarnos de que las superficies y utensilios que vamos a utilizar están también limpios, tanto antes como después de manipularlos.
ALGUNAS RECETAS DE VERANO CON HUEVO
Las recetas frías y veraniegas que llevan huevo, suelen incluirlo, como decíamos, en su versión cocida. He aquí algunos ejemplos deliciosos (para acceder a su elaboración clica en los botones de ‘Leer más’).