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"Cuando abrimos, se nos saltaban las lágrimas a los tres. Y pensamos: qué felicidad que todavía ella nos conecte tanto, esté tan presente en todo lo que hacemos, y ahora con este proyecto aún más, porque hemos pasado mucho tiempo juntos y hablando de nuestra madre con motivo de este proyecto, recordando su fuerza, su esencia y lo especial que era", comienza contándonos Juan Diego Sandoval, el mediano de los 3 hermanos, que se encarga de la parte de la sala en los negocios de la familia.
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Mantequería Teresa Huertas es el homenaje que los 3 hermanos han hecho a su madre –fallecida en 2013–, una pequeña tienda que destila ilusión, amor y cariño en cada centímetro y en cada uno de los selectos productos que aquí se venden. Pegada al restaurante Coque en la calle Fortuny, y diseñada también por el arquitecto Jean Porsche, añade Juan Diego "es un homenaje a la persona que no solo nos dio la vida, sino que nos enseñó todo, nos amó, amó al público... y cada vez que nos juntamos tenemos tantos recuerdos de ella, de mi padre también claro, pero Teresa fue un ser especial, una persona mágica. Todo lo que hacía, lo que decía, cómo lo decía, su esencia... Ya les hicimos un homenaje a los dos con Coquetto, y esa cocina popular que hacían en Humanes".
Amor por el mejor producto
Mario, el cocinero de la familia, nos habla de que la idea llevaba tiempo rondándole por la cabeza y que Primitivo, el antiguo dueño al que tenían mucho cariño, ya les había ofrecido que se quedaran con el local. "Antes fue una farmacia y es por donde entraron a robar en la bodega de Coque. Lo compramos el año pasado con la idea de abrirnos a este barrio de Chamberí que tanto nos ha dado y a la vez homenajear a nuestra madre, una persona muy especial a la que le gustaba la elegancia, la excelencia, los mejores productos. Desde que éramos muy pequeños nos inculcó ese respeto al producto".
Cuando abrimos, se nos saltaban las lágrimas a los tres.
El benjamín de los Sandoval recuerda que pasaba mucho tiempo con ella "era una mujer que cocinaba con el corazón y que siempre se fijaba en todos los detalles, en lo intangible, en lo que no se ve, me decía. Yo intenté aprender lo que pude pero era muy grande y fue imposible abarcarlo todo. Ella, y también mi padre, nos enseñó a respetarnos entre nosotros y ese respeto es uno de nuestros valores más importantes". Al que Rafael, al frente de la bodega y de la carta de vinos, suma "la unión familiar, incluso te diría que lo que más nos ha unido son esos momentos malos que hemos superado siempre juntos. Somos gente trabajadora, gente humilde que queremos llegar al barrio que nos ha acogido con los brazos abiertos y devolver a Madrid todo lo que nos ha dado".
No es el negocio lo que más les preocupa pues los 3 coinciden en que "lo hemos hecho por amor y por la ilusión que tenía nuestra madre, además ella fue la precursora de todo lo que hoy somos y tenemos. Teresa era muy de ultramarinos, de sus latitas de conservas: sus berberechos, sus mejillones, sus sardinas en salazón, su buen aceite, su buen vinagre, los escabeches... y siempre dijo que le habría gustado tener una tienda para vender este tipo de productos. La traíamos a Madrid a ver tiendas de ultramarinos y mantequerías porque le encantaba. Estar ahora en esta tienda es sentir su calor de alguna manera y sentirnos felices. Está todo muy pensado, el barro del suelo que era el que le gustaba a ella, la colocación de los productos, la luz, la madera de las estanterías... Le hemos puesto mucho cariño y nos lo hemos pasado muy bien montándolo, pero ha habido muchísimo trabajo previo".
A mi madre, le encantaba la elegancia, la excelencia, los mejores productos. Desde que éramos muy pequeños nos inculcó ese respeto al producto.
La definen como "la mantequería del siglo XXI" y en ella puedes encontrar una gran selección de los productos más excelsos: legumbres y frutos secos a granel, quesos y otros lácteos, pan hecho por ellos mismos con masa madre y de fermentación lenta -en breve van a hacer un obrador dentro de Coque-, las frutas y verduras que cultivan en su propia finca de El Jaral, conservas o dulces, entre otros. Hay también varias elaboraciones hechas en Coque que se venden en esta tienda como los escabeches o los vegetales en temporada, salsas, concentrados, reducciones, salazones...
Los vinos más singulares
Rafael, el mayor de los Sandoval, rememora cómo a su madre "siempre le gustó buscar e investigar de dónde venían los productos más selectos y de proximidad". Él apoya desde la parte líquida a esta moderna mantequería. "Todas las semanas vamos a tener una oferta de vinos menos inaccesibles y exclusivos, de añadas antiguas, vinos que son hijos del tiempo. Tenemos la suerte de tener línea directa con muchas bodegas nacionales e internacionales. Esto nos permite conseguir cosas muy exclusivas y a buenos precios, como vinos de Líbano, rieslings alemanes viejos, riojas muy antiguos que han marcado determinadas épocas...". También hay licores y destilados
Queremos llegar al barrio que nos ha acogido con los brazos abiertos y devolver a Madrid todo lo que nos ha dado.
Los 3 hermanos tienen ilusión y esperan que sus hijos continúen en el negocio para que perdure en el tiempo todo lo que han construido, gracias a las ideas de su abuela y al incansable trabajo de su abuelo. Teresa y Rafael no podrían estar más orgullosos del fantástico legado que dejaron a sus hijos, ya que no solo lo han mantenido, sino que lo han enriquecido y elevado a los máximos estándares de calidad con ese servicio único que les distingue.
Mantequería Teresa Huertas
C/ de Fortuny, 12