Al otro lado del teléfono la voz de Ángela suena exultante. ‘Estoy en el momento más feliz de mi vida’, nos cuenta la ganadora de la duodécima edición de MasterChef. Y eso que el concurso ha sido intenso, incluso atropellado por momentos; anoche a los espectadores del programa se les paraba por un momento la respiración al ver cómo, en pleno duelo final, Ángela se hacía un corte muy profundo en uno de sus dedos. ‘Me ha costado recuperarme, no te creas, estas cosas tardan mucho en curar’, asegura cuando le preguntamos por su accidente.
Lee también: Suenan campanas de boda para Jordi Cruz y Rebecca Lima un año después de ser padres
Pero, afortunadamente, los servicios médicos curaron de forma provisional la herida, de forma que la concursante pudo continuar con su cocinado. Para la ocasión, Ángela (que se enfrentaba a María, después de que Gonzalo y Samya quedaran fuera del duelo tras las dos primeras pruebas), preparó un espectacular menú inspirado en sus orígenes valencianos y los aromas que le han acompañado a lo largo de su vida. Un primer plato, dedicado a su madre, con un marcado sabor a mar (hecho con huevas de calamar con escabeche de alga, dashi de calamar y crujiente y aire de plancton); un plato principal, dedicado a su padre, e inspirado en el clásico All i pebre, pero en una versión contemporánea y muy personal; y un postre, inspirado en el aroma de su novia, Amanda, compuesto por un helado de naranja amarga, gel de agua de azahar, jalea de ruibarbo, crumble de azafrán y merengue de flores.
Lee también: Cómo hacer un crumble
Tres 'platazos' que sedujeron a los jueces Pepe, Jordi y Samantha (acompañados durante la cata por el chef peruano Virgilio Martínez, del restaurante Central), quienes aseguraron, eso sí, que había sido una de las finales más reñidas de la historia del programa.
Pero Ángela siempre tuvo una premonición; ella confió desde el primer momento en que un día podría levantar el trofeo de ganadora. Así nos lo cuenta en esta charla donde nos habla, claro, de su paso por MasterChef, pero también de otros muchos asuntos relacionados con las cosas del comer…
-Cómo definirías en una frase tu paso por MasterChef
Lo definiría como un sueño, divertidísimo y fugaz.
-¿Qué fue lo primero que se te pasó por la cabeza cuando Pepe pronunció tu nombre como vencedora?
Me vino a la cabeza una imagen que tengo muy grabada cuando, hace meses, yo estaba en el sofá de mi casa y vi un anuncio en la televisión con una promo del programa en la que decían ¿Quién será el próximo ganador de MasterChef 12?. Entonces lo tuve claro y le dije a mi novia: Voy a ser yo. ¡Y eso que aún ni se había abierto el casting! [ríe].
-¿Qué es lo que más te ha sorprendido del programa?
Todo lo que he aprendido. Jamás imaginé que aprendería tantísimo de cocina. Lo que más me ha sorprendido es el enorme cambio que se produce en tan poco tiempo. Es como un máster superintensivo y sales con muchísimos conocimientos.
-Entonces, a pesar de ser un show televisivo, ¿hay mucho de cocina ‘real’?
Sí, sí, el porcentaje de cocina real es altísimo. Hay momentos en los que también nos divertimos, para ‘amenizar’ un poco y no estar cocinando todo el tiempo. Pero vamos, que se cocina muchísimo; solo hay que ver la evolución entre el plato con el que entras en el casting y los que haces en la final.
-¿De qué plato estás más orgullosa?
Pues el que más feliz me hizo a la hora de cocinarlo fue uno que se llama Forest Glam. Era un postre, con unas fresas en vinagre, que me recuerdan a mi abuela, y un bizcocho con sifón. Recuerdo que fue el primer día que me dije 'Creo que valgo para ser chef’.
-Hablando de chefs, creo que hubo uno de ellos cuya visita en plató fue muy especial…
¡Por supuesto! Yo ya lo dije en su día. Soy fan de tres personas en el mundo: Shakira, Karol G y Jordi Roca. Así que cuando vino Jordi Roca a MasterChef fue uno de los días más felices de mi vida porque le admiro tanto que no lo puedo ni describir.
-100.000 euros de premio… ¿sabes ya en qué vas a emplearlo?
Por un lado, como dije ayer, voy a hacerme cargo de la parte de la formación en el Basque Culinary de María. Lo habíamos apalabrado antes del duelo final; quien ganara lo haría así con la otra. Así que haremos el mismo curso. Estoy encantada porque se lo merece. Y me gusta mucho ayudarla a que cumpla este sueño de estudiar allí. Y el resto, de momento, me gustaría ahorrarlo. ¡Ser, por primera vez en mi vida, un poco ahorradora!
-Un consejo para alguien que vaya a presentarse a la próxima edición
Le diría que da igual el nivel de cocina que tenga. Que si cree que tiene un don para esto que se presente, que con esfuerzo puede llegar a ser el mejor.
-Valenciana de nacimiento, afincada en Madrid… ¿nos recomiendas algún restaurante de ambas ciudades?
En Valencia, me gusta Barbados. O Casa Carmela. ¡Siempre arroces! Y en Madrid, mi sitio de confianza para ir a comer es El Maño, cerca de mi casa. Voy al menos una vez a la semana.
-¿Y algún chiringuito de playa, ahora que viene el buen tiempo?
Pues como mi madre es ibicenca, al final suelo acabar allí, en Ibiza, todos los veranos. Así que, en realidad, me conformo con cualquier chiringuito donde se vea una buena puesta de sol.
-¿Tienes alguna receta veraniega favorita?
Pues me encantan los gazpachos, pero me gusta darles un toque diferente. Uno de mis favoritos ahora es el gazpacho de lechuga. Es un gazpacho verde, le quito lo tomates, añado más pepino, añado lechuga, lo aliño como un gazpacho, con el ajo, un poco de pan… Me gusta combinarlo con alguna quisquilla o con algún marisco. El sabor es increíble porque es como una ensalada, pero en textura líquida, con ese toque de gazpacho, muy refrescante y delicioso.
Lee también: ¿Haces el gazpacho con Thermomix? Dale un toque diferente con estas ideas
-Tu último descubrimiento gastronómico...
Un sitio en Valencia que se llama Yarza, al que no había ido, ¡y mira que tengo Valencia muy trillada! Cuando estuve hace unas semanas me pareció súper top.
-¿Hay algún famoso a quien te gustaría cocinarle algo?
Pues mira, ahora mismo me encantaría cocinarle a Taylor Swift porque soy muy fan. No he podido ir al concierto y me he quedado con las ganas. Así que… ¡sería genial!
-¿Qué receta le prepararías?
Creo que le haría uno de mis platos especiales. Por ejemplo, un postre… Podría ser una tarta de lima, que es lo último que he aprendido a hacer, y me sale muy bien.
-Y a tu chica, ¿qué plato le cocinarías para una noche romántica?
Pues a ella le gustan las cosas muy castizas, así que le haría algún plato de caza. Algo similar a lo que hice en la final de MasterChef: un pato con una buena salsa, acompañado de un pan hecho a mano y un buen vino para brindar.
-Tu madre es cocinera también, ¿qué receta recuerdas con más cariño de las que te hacía cuando eras niña?
Mi madre hacía muchas huevas de calamar, que es algo bastante extraño… Cuando limpiaba todos los calamares, de cada 100 calamares sacaba una hueva y las iba guardando. Y cuando tenía unas diez o así me hacía las huevas salteadas. Recuerdo ir al bar donde ella trabajaba, a la barra, y ella me las servía allí, era un sabor y un olor muy especial que siempre recuerdo.
-Como amante de la música y estudiante de batería… ¿qué preferirías ahora mismo como regalo, batería de cocina o instrumento?
¡Uy, sí, hace casi dos años que estudio batería! En este momento no puedo tocar mucho porque aún no tengo bien del todo el dedo. Pero ahora mismo me quedo con la batería de cocina. ¡Aunque me encantaría que me regalaran las dos! [ríe].
-Un libro de cocina que te haya gustado especialmente.
Mi libro de cocina favorito, que creo también que es el que me ha ayudado a llegar tan lejos, es Anarkia de Jordi Roca. Tiene recetas increíbles y un concepto… ¡que se te va la cabeza!
-Un sueño relacionado con la gastronomía
Pues si sigo por este camino, estudiando y desarrollando mi creatividad en la cocina, me gustaría montarme un proyecto gastronómico chulo, hacer cosas muy conceptuales y sorprendentes. Aún no lo puedo definir bien porque es muy pronto, pero podría ser un restaurante donde se mezclen mis dos mundos, la creatividad y la cocina. Algo muy mío, donde poder desarrollar cosas que no se han visto ni hecho todavía.
Lee también: Fresas con nata: la alucinante versión de Jordi Roca (que tú también puedes hacer en casa)