Parecía uno de los favoritos para hacerse con el título de mejor cocinero amateur de la temporada, pero ha resultado expulsado en la última entrega del programa. El aspirante más rockero, Alberto, ha colgado su delantal muy disgustado pues su intención era llegar hasta la final. Sin embargo sí que se mostró satisfecho por haber logrado su objetivo de "acabar con los prejuicios en la hostelería ante la gente alternativa". Se quedó así a solo un paso de la semifinal, aunque eso no supone decir adiós a su sueño de montar un restaurante de comida con un toque "gamberro". No estará así en la gran semifinal que ya tiene sus elegidos: Samya, Celeste, María, Ángela y Gonzalo, que sigue llevando en su solapa prendido "el pin de la inmunidad".
No fue fácil obtener su plaza pues tuvieron que enfrentarse de nuevo a tres exigentes pruebas. La primera planteaba un servicio "royal" con algunos rostros conocidos como comensales. Mario Vaquerizo, María Escoté, Nico Abad, Isabelle Junot, María Zurita y Xavier Deltell se sentaron a probar las recetas. Dudas, nervios y algún plato más acertado que otro, dejaron a María y Samya como las mejores de la prueba. Celeste, Gonzalo, Alberto y Ángela, cuya actitud fue un tanto cuestionada ante las protestas de esta, tuvieron peor suerte en sus resultados.
La prueba de exteriores les trasladó a Málaga donde recibieron la visita de Antonio Banderas. Se dividieron en dos equipos capitaneados por María (rojo) y Alberto (azul) para elaborar un menú de alta cocina para 60 invitados. A mitad de cocinado recibieron la visita del protagonista de El Zorro, que quiso comprobar cómo funcionaban las cocinas. El actor, que apareció por segunda vez en el talent, tenía sin embargo una noticia regular para los aspirantes: el temido intercambio de cocinas. Los equipos tuvieron que dejar a medias sus elaboraciones para sacar adelante el trabajo de sus compañeros.
Un intercambio de cocinas marcado por la tensión
Se vivieron momentos de cierta tensión por el enfrentamiento de Gonzalo y Alberto, que no lograban entenderse al intercambiar explicaciones sobre los platos. Los jueces reprocharon a Alberto que estuviera más pendiente del otro equipo que del suyo, lo que provocó que sus compañeras estuvieran perdidas y ganara el otro equipo. Samya, María y Gonzalo se convirtieron así en los primeros finalistas, y este último ¡aún con el pin de la inmunidad! Alberto, Celeste y Ángela tuvieron que vestir el delantal negro en la prueba de eliminación. Se trataba de elaborar un postre creado por Lluc Crusellas que consistía en un girasol de chocolate.
Los tres se volcaron en la elaboración, ante la atenta mirada del invitado del talent que fue Bertín Osborne. Fue Alberto el que presentó un producto final poco conseguido, pues su elaboración no estuvo acertada. Tampoco Celeste hizo un buen brownie, pues aunque tenía "muchas cosas bien como proporciones, brillo y textura", falló en los pétalos que lo decoraban. La que más fiel fue a la elaboración inicial fue Ángela, que consiguió hacer algo muy parecido a una flor, que es lo que en realidad se pedía. Mientras esperaban el veredicto, Alberto se mostraba muy nervioso y no quería que sus compañeros le dieran ánimos. La expulsión estuvo entre Celeste y él, que fue finalmente el elegido.
"Lo he dado absolutamente todo, me quedo jorobado porque quería dar más, pero me voy muy satisfecho. Sé que me va a cambiar la vida. Quería acabar con los prejuicios en la cocina ante la gente alternativa, rockera, y si he estado aquí para romperlos un poco siento que he hecho algo importante. Abriré mi local que se llamará Taberna rockstar" aseguró este guitarrista, que ha tocado con nombres como Mónica Naranjo.