Noche de sorpresas en las cocinas de MasterChef. El talent tiene este año despistados a los concursantes que se encontraron en la nueva entrega con la visita inesperada de Samya. La concursante, que fue expulsada la semana pasada, hizo uso de la caja dorada que guardaba desde hace varias entregas y que sus compañeros no sabían para qué servía. Le daba una segunda oportunidad en las cocinas que aprovechó en una noche en la que tristemente hubo una doble expulsión, de José y David, que se despide una semana después de haber sido repescado.
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Los concursantes se quedaron con la boca abierta al ver aparecer a Samya de nuevo en las cocinas con un delantal marrón. Se unió a la primera prueba que tenía el amor como protagonista. Se puso de nuevo en juego el pin de la inmunidad, un objeto por el que los concursantes compitieron en parejas. Gonzalo con Pilar, Ángela con Pulga, Alberto y Samya, Celeste con David y María con José se repartieron los platos. El mejor fue Gonzalo que se llevó el ansiado pin.
La prueba de exteriores se trasladó al palacio de Abrantes de Jerez de la Frontera, donde cocinaron un menú con inspiración jerezana para empleados de la Escuela Ecuestre. El equipo azul, capitaneado por David, incluyó a Gonzalo, Samya, José y Pilar, y el rojo, capitaneado por Pulga, unió a Alberto, María, Celeste y Ángela. El papel de David como capitán, que además tuvo desencuentros con Samya, fue cuestionado por lo que su equipo fue a eliminación. Consistió la prueba en una batalla de sentidos: un plato centrado en la vista, otro en el gusto y otro en el tacto. Algunas consideraciones con Samya y privilegios de los jueces provocaron numerosas críticas entre los espectadores, que se cuestionan el favoritismo que parece tener la concursante.
Ella fue salvada igual que Pilar, por lo que se quedaron en la última criba José, David y Gonzalo. Para sorpresa de los aspirantes, dos nombres fueron los elegidos para colgar el delantal: David y José. "MasterChef ha sido una experiencia inolvidable. He aprendido mucho a nivel culinario y estoy muy contento", dijo David, que hace una semana había sido repescado. José se despidió entre lágrimas y con la promesa de Jordi Cruz de acogerle en su cocina para aprender. "A todo el que quiera este mundo le duele irse de MasterChef. Me llevo muchos conocimientos de cocina y, también, muy buenos recuerdos" dijo.