Con más de 4.300 km de norte a sur, Chile es el país más largo del mundo. Así pues, aquello de ‘tierra de contrastes’ adopta aquí un sentido absolutamente literal. La cocina no escapa, claro, a esa diversidad: cada rincón de la nación cuenta con sus productos y recetas propias e identitarias. Una gastronomía muy rica, que hunde sus raíces en la tradición mapuche y que también se ve influenciada por las gastronomías de países como España, Francia, Italia, Alemania…
En España quizá no nos resulta tan conocida como otras cocinas latinoamericanas (caso de México, Perú o Argentina, mucho más populares). Sin embargo, la despensa de Chile es también muy interesante y cada vez va poniéndose más en valor a nivel internacional, gracias a proyectos, por ejemplo, como el del restaurante Boragó (número 29 del mundo según The Word’s 50 Best Restaurants). Allí su chef, Rodolfo Guzmán, apuesta por la materia prima chilena para el desarrollo de su alta cocina.
En lo relativo a los fogones tradicionales, son muchos los platos que muestran esta diversidad culinaria, con recetas emblemáticas. Las Empanadas de pino (en la imagen superior) son, por ejemplo, todo un icono en Chile. Con un relleno de carne picada, huevo, cebolla y pasas, estas empanadas se acompañan a menudo con una salsa picante llamada pebre. Un bocado que puede maridarse con alguno de los ricos vinos chilenos que gozan de fama mundial.
Aprovechando que cada 15 de abril el calendario gastro celebra el ‘Día de la cocina chilena’, hemos querido hacer un recorrido por otras de las delicias que, a modo de pequeña aproximación, nos dan idea de esa diversidad de la gastronomía de chile. Desde Chile Travel, sitio web gestionado por le gobierno de Chile para la promoción de su turismo, nos ayudan a conocer un poco mejor algunos de los platos más destacados del país. Esto es lo que nos cuentan sobre dichas recetas.
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CALDILLO DE CONGRIO
Se trata de un plato icónico de la zona central de Chile, especialmente de Valparaíso y la región de Coquimbo, que se prepara con congrio (una anguila de carne blanca y firme), cebolla, ajo, tomate, pimentón, papas, zanahorias y especias. Su sabor intenso y reconfortante lo ha convertido en un símbolo de la cultura chilena, incluso inspirando al poeta Pablo Neruda en su ‘Oda al Caldillo de Congrio’.
CURANTO
Esta ancestral preparación, se encuentra principalmente en la Isla de Chiloé y en la zona sur de Chile, se caracteriza por cocinar mariscos, carnes, papas y vegetales en un hoyo en la tierra, utilizando piedras calientes como fuente de calor. El resultado es un festín de sabores y aromas que une tradición y cultura.
CHARQUICÁN
Un plato contundente y sabroso que combina carne de vacuno o cerdo, charqui (carne deshidratada), papas, cebollas, zapallo y choclo. Es una comida típica de campo, ideal para los días fríos, y se suele servir con arroz o pan. El charquicán es un plato típico de campo, por lo que se encuentra en zonas rurales de todo Chile, especialmente en la zona central y sur.
PASTEL DE CHOCLO
Este plato típico chileno destaca por su sabor y contundencia. La base de esta preparación contiene carne, cebolla, pollo y hierbas para sazonar, usualmente albahaca, todo cubierto por una pasta de choclo, así es como denominan al maíz los chilenos. Como en gustos no hay nada escrito, hay personas que comen este plato con un poco de azúcar para darle dulzor, mientras otros prefieren acompañar con tomate picado.
PAILA MARINA
Una olla rebosante de mariscos frescos (mejillones, almejas, langostinos…) es un festín para los amantes del mar. Se cocina en un caldo aromatizado con vino blanco, cebollas, ajo y especias, y se suele servir con arroz o papas fritas. La paila marina es un plato típico de la zona norte de Chile, especialmente de la región de Atacama y Coquimbo, donde abundan los mariscos frescos.
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