Los días se alargan, las terrazas se llenan, suben las temperaturas y disfrutamos de más horas de sol. Con la llegada de la primavera el deseo de viajar, de escapar y esa actitud hedonista que llama al placer se despierta ¡y cómo! Un nuevo brunch, una cena al aire libre en el restaurante de moda, un tratamiento para mimarse, un perfume, un capricho… y, por supuesto, entre estos placeres cotidianos no podemos olvidar una cerveza bien fría. Y es que cerveza y verano suelen ir de la mano. No solo porque es una perfecta aliada de cualquier evento o celebración especial, sino porque hay pocos gestos tan simples, pero tan disfrutables como el de abrir una cerveza y degustar el primer trago.
Precisamente esta es la gran filosofía de Cerveza El Águila, una cerveza hecha para inconformistas, de los que les gusta hacer las cosas de manera diferente, que invita a seguir soñando y reinventarse. Más de cien años después de su creación, El Águila mantiene más viva que nunca esta esencia que la define y que nos inspira a ser auténticos y genuinos, a sentirnos libres y a tomar nuestras propias decisiones para saborear esa libertad.
Sus dos variedades, El Águila Dorada y El Águila Sin Filtrar, reflejan a la perfección el espíritu de una marca que siempre ha decidido su propio camino y que valora la belleza de lo imperfecto. Una cerveza de gran calidad, cuya receta se inspira en los métodos tradicionales de elaboración de cerveza de 1900 con un toque de ahora.
Dos variedades icónicas
El Águila Dorada es una lager especial con el amargor refrescante de la receta original. Es una cerveza con cuerpo suave y ligero gracias a la calidad de sus maltas caramelizadas, que le da ese color dorado y brillante. Una cerveza muy aromática, cuya combinación de lúpulos de toques cítricos, como el lemondrop® añadido en el proceso de latehopping, permite una mayor retención de los aromas refrescantes de lúpulo añadidos al final de la ebullición del mosto.
Igual de apetecible y refrescante es El Águila Sin Filtrar, la variedad más icónica de la marca. La levadura en suspensión le aporta un aspecto ligeramente turbio y posee una gran sensación de frescura desde el primer trago, manteniendo un gran cuerpo y un aroma intenso. Su receta se inspira en los métodos tradicionales de elaboración de cerveza de principios del siglo XX en los que no se solían filtrar las cervezas y se mantenía casi toda su levadura, como recién salidas del tanque. El Águila Sin Filtrar cuenta con su propio ritual a la hora de consumirla, lo que imprime, si cabe, un carácter aún más singular a esta bebida con enorme personalidad. Debes darle la vuelta a la botella, sin agitar, y en el caso del barril, moverlo para despertar así todo su sabor y disfrutar de ella como recién salida del tanque.
Por todos estos motivos, si eres de los que ya piensa en la llegada de la primavera y en todo lo bueno y extraordinario que está por venir, Cerveza El Águila te acompaña para inspirarte. ¿Qué necesitas para prepararte y darle un giro a tu día, y así disfrutar de una primavera inolvidable?