,type=downsize)
Se encuentra prácticamente en cualquier época del año en una gran diversidad de restaurantes y pastelerías, pero es ahora, en Semana Santa, cuando no hay sitio en el que no haya torrijas: tradicionales y modernas, clásicas y rellenas, con brioche o con diferentes tipos de pan, empapadas en leche, almíbar o vino... ¡Pocos nos resistimos a comer una buena torrija, jugosa, blandita y llena de sabor! Así la preparamos nosotros y te vamos a explicar cómo, pero antes...
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Leer más: Este es el mejor potaje casero de Semana Santa
Estas son las torrijas más clásicas, que se empapan en leche o en vino.
Origen de las torrijas
Se conocen también como tostadas, torrejas o torejas, las torrijas aparecen por primera vez documentadas en textos culinarios del siglo XV y en España en el siglo XVII, pero parece que ya en tiempos de los romanos se hacían elaboraciones similares. Inicialmente, se les daba a las mujeres recién dadas a luz, para reponerse del esfuerzo. Y a lo largo de los siglos, se convirtieron en un dulce estrechamente ligado a la Cuaresma y a la Semana Santa, para compensar la abstinencia propia de esta época.
Hay versiones similares en otros lugares del mundo como las french toasts, el pan perdue, rabanadas o canela y la idea es la misma: remojar rebanadas de pan en leche, pasarlo por huevo, freírlo y servirlo con miel, almíbar, canela, azúcar, etc.
¿Cuáles son los ingredientes para hacer una torrija clásica?
Hoy se hacen torrijas tradicionales, que compiten con otras versiones más modernas a las que se incorporan multitud de ingredientes: anís, crema pastelera, chocolate... Pero a nosotros, nos pasa como con el roscón, nos gustan las de toda la vida. Están deliciosas y son muy sencillas y rápidas de preparar. Lo más engorroso es la fritura -más abajo tienes dos alternativas más para suprimir este paso: en el horno y en la airfryer- y una de sus grandes ventajas es que se hacen con ingredientes cotidianos que todos solemos tener en casa.
Tradicionalmente, las torrijas se han hecho siempre con el pan sobrante pero si utilizas brioche quedan mucho más esponjosas y ricas.
Leer más: Diferentes (y sorprendentes) usos de las pieles de limón y naranja
- 1 barra de pan brioche
- 1 litro de leche
- 200 g de azúcar
- 1 cáscara de naranja sin parte blanca
- 1 cáscara de limón sin parte blanca
- 2 ramas de canela
- 2 huevos
- Aceite de oliva o de girasol
- Canela molida y azúcar para rebozar
¿Cómo se hacen las torrijas tradicionales?
- Ponemos una olla en el fuego y echamos la leche, el azúcar, las dos cáscaras y las ramas de canela, removemos bien y esperamos a que rompa a hervir.
- Esperamos a que se enfríe y cortamos el pan en rebanadas de 1,5 cm.
- Colamos la leche sobre una bandeja y vamos remojado el pan hasta que se empape bien.
- Batimos los huevos en un bol. Pasa las rebanadas por huevo batido con cuidado para que no se rompan.
- Calentamos aceite en una sartén y vamos dorando las rebanadas de pan y las sacamos a un plato con papel de cocina.
- Mezclamos azúcar con canela en polvo y rebozamos cada torrija con el resultado.
- ¡Y ya las tienes! ¡Más fácil y rápido imposible!
Leer más: Al horno, con 'airfryer'... otras formas de cocinar las torrijas