Ya te contamos hace pocos días cómo hacer cebolla caramelizada, una guarnición clásica que nunca pasa de moda y que seguimos viendo en muchos platos tanto de cocina tradicional como de la más creativa o de vanguardia. Y, sí, la puedes hacer en casa sin ninguna complicación si sigues nuestras indicaciones. ¡Tiene mil aplicaciones! Puedes dejarla más o menos hecha según el grado de dulzor que busques y también una textura más deshecha o más entera.
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Variedades de cebollas hay muchas, quizás hasta una veintena -picantes, dulces, con más o menos intensisdad- aunque las más utilizadas en la cocina son la blanca, la amarilla, la morada, la cebolleta, la chalota, el cebollino o la cebollita francesa... Su uso depende de gustos y también de para qué plato vayamos a preparar -ya sabes que es un ingrediente omnipresente en casi todas las cocinas del mundo-. Pero ¿sabes cuál es la mejor para hacerla caramelizada?
La cebolla blanca dulce y la amarilla son las más adecuadas para caramelizar.
Las mejores variedades para hacer cebolla caramelizada
En realidad, cebolla caramelizada, menos con cebolleta y cebollino, se puede hacer con cualquier variedad pero también depende del resultado que se quiera obtener. Las más indicadas son la cebolla blanca dulce y la cebolla amarilla porque son poco picantes y ricas en azúcar, caramelizan antes, adquieren un bonito color tostado y su sabor suave es perfecto para aplicar esta técnica. Eso sí, no hay que olvidar la importancia del aceite y la mantequilla y una buena sartén para que no se pegue. Además, hay que removerlas lo justo durante su cocinado para que se doren bien.
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Dicho esto, la cebolla morada también puede caramelizarse, aunque su dulzura es menos pronunciada pero si buscas un toque más suave en tus cebollas caramelizadas, esta variedad es perfecta. Y otras ideales para caramelizar son las cebollitas francesas, también conocidas como cippolini porque son bastante dulces.
Hay quien añade azúcar para caramelizar cebolla, pero no te lo recomendamos porque queda extremadamente dulce y es preferible que suelten su propio azúcar natural al oxidarse en contacto con el calor. Así que ahora te toca elegir y poner en práctica esta guarnición que jamás pasará de moda.