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Las mejores esencias se guardan en frascos pequeños, un dicho popular que bien podría emplearse para describir lo que ocurrió en la final de MasterChef Junior. Después de seis galas en las que la inocencia, espontaneidad y ocurrencias de los más pequeños fueron protagonistas, solo una de las aspirantes logró subir al podium. Loreto, de solo ocho años, conquistó los paladares de los jueces y también de uno de los mejores chefs del mundo, David Muñoz. "Has nacido para ser cocinera", unas palabras igual de emocionantes que el saberse la ganadora más joven en coronar el talent culinario en sus 10 ediciones. Ha logrado así los 12.000 euros del premio y un curso de cuatro días de formación en el Basque Culinari Center, uno de los centros más importantes de formación.
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El reto no era sencillo porque se enfrenta a Inés Cantero, Jesús y Estanis en una final que incluyó las pruebas clásicas de este programa. La primera, seguir al chef, en esta ocasión a Nandu Jubany, que elaboró una pasta carbonara. No es sencillo ir al ritmo de un cocinero profesional, pero Jesús lo logró y fue escogido como primer finalista en medio de una gran emoción. El segundo clasificado se decidió en una prueba que se trasladó a Miranda de Ebro, donde esperaba Alejandro Serrano, chef con una estrella Michelin, con un menú especial: seis platos de alta cocina que diez exconcursantes de MasterChef celebrity iban a catar. Loreto fue la elegida para vestir la chaquetilla que la llevó directamente al duelo con Jesús.
Aparentemente parecía una batalla desigual, pues Jesús era a sus 12 años el aspirante más mayor mientras que Loreto era la más pequeña. Sin embargo, como antes señalábamos los pequeños pueden dar la sorpresa con su talento. Y Loreto la dio. Jesús demostró su evolución con unas migas con huevo a baja temperatura, uvas a la plancha y un aire de sopas de ajo, un bacalao confitado con manitas de cerdo y un postre dedicado a su familia. "Este postre podría estar en cualquier restaurante porque es delicado, sabroso, creativo, brutal… Me encantaría poder firmar este postre" le dijo David Muñoz, sobre unos delicados raviolis de cereza con shots de vainilla y salsa de chocolate blanco.
A pesar de su juventud, Loreto se atrevió con la vanguardia y las recetas de cocina moderna. Dedicó su propuesta a su abuela, a sus compañeros en MasterChef Junior y a sus amigas de gimnasia rítmica. El primer plato ya dejó sin palabras a David Muñoz pues elaboró un steak tartar con nieve de queso y una teja de pan en honor a su abuela, de la que ha heredado la pasión por la cocina. El segundo fue una lubina con emulsión de aceite de espinas y verduras, un auténtico "platazo" según el chef de Diverxo. El postre llevaba fresas con licor, helado con chocolate blanco y una teja de caramelo. De nuevo le llovieron los elogios. Los jueces y Muñoz elogiaron el talento y "la mano para la cocina" de los aspirantes, aunque finalmente se decantaron por Loreto pues les dejó "impresionados" dada su corta edad.