,type=downsize)
© Chalet Ruinar Rosewood Villa MagnaPedir una fondue o una raclette y comer en grupo es un plan de lo más entretenido. Si antes probamos algunos entrantes y terminamos con una crepe o un fondue de chocolate, será lo más parecido a estar en una cabaña rodeada de los picos nevados más altos de los Alpes.
Este invento de la cocina franco-suiza nos gusta mucho, y más con la ambientación navideña que estos días adorna algunos de los restaurantes y locales pop up creados para la ocasión. En Madrid, El Alpino o el Chalet Ruinart estarán solo unas semanas y en Barcelona, el montaje del hotel El Palace también desaparecerá así es que hay que aprovechar para acercarnos y disfrutar de una cálida fondue de los mejores quesos o al estilo bourguiñon, concarte... Pincha el pan y ¡húndelo en el queso fundido!
© Cabaña MarconiCABAÑA MARCONI
¿Una cabaña de cristal? El lugar no puede ser más idílico. Cabaña Marconi se encuentra a las afueras de Madrid, en La Moraleja, rodeada de pinos y con un ambiente de lo más acogedor, sobre todo cuando los rayos de sol se cuelan por el techo y las paredes y envuelven la sala. No falta ni la chimenea.
Cabaña Marconi lleva ya años siendo uno de los lugares preferidos de los madrileños para reunirse en familia y con amigos y disfrutar de una fondue o una raclette que su dueño, Marcos Olazábal Janson, incorporó a la carta en recuerdo de sus viajes a la nieve, en los Alpes franceses. Además de la fondue de queso, cuentan con una mixta en la que preparan unos dados de solomillo a la plancha para pinchar y terminar bañando la carne en la fondue de queso. La raclette se acompaña de patatas asadas calientes y salchichón, además de otros embutidos y encurtidos.
CABAÑA MARCONI
Camino del Cura, 233. Alcobendas (Madrid)
cabanamarconi.com
© El Alpino de La NavideñaEL ALPINO DE LA NAVIDEÑA
Javier Muñoz Calero, cocinero de Ovillo, se traslada en Navidad hasta El Alpino de La Navideña, el gran mercadillo con pista de hielo, ocio y gastronomía instalado en la Plaza de España de Madrid, para ofrecernos un lugar único donde comer como en la montaña.
El chef aprendió cocina en Suiza y conoce bien estos platos que ahora llenan la carta de El Alpino, una coqueta cabaña decorada con telas de tartán, mantas de piel, madera y velas. El Alpino propone once entrantes, entre los que destaca la butifarra, seis platos principales, con la fondue bourguignone de solomillo de ternera con patatas fritas o la raclette de queso, patatitas con piel, cecina de León, pepinillos y cebolletas encurtidas, y cinco postres con la crepe como plato estelar. Además, parte del personal de El Alpino pertenece a la Fundación Raíces que trabaja por la insercción de jóvenes en riesgo de exclusión social, una asociación en la que el chef participa muy activamente también en Ovillo.
EL ALPINO DE LA NAVIDEÑA
Pza. de España. Madrid
lanavidena.com
© La Fondue de TellLA FONDUE DE TELL
Es todo un clásico en Madrid. La Fondue de Tell fue el primer (y casi único) restaurante suizo de la ciudad. Nació de la pareja formada por una suiza y un español y juntos han creado este pequeño rincón suizo decorado con los detalles típicos del país alpino, como cencerros, el 'cuerno' de los Alpes o el reloj de cuco.
Aquí se viene a tomar fondue, por supuesto, y todos los productos llegan de Suiza. La tradicional, mezcla de queso gruyère, emmental, appenzell, kirsch y vino blanco. Se acompaña con trozos de manzana, salchichas, tacos de pollo, cebollitas, pepinillos... Hay una gran variedad de fondues y la más original es la Chinoise, de carne tierna cortada en finas lonchas que se cocina en un caquelón con caldo. Se sirve con patatas, arroz y salsas caseras y al finalizar ¡hay que tomar el caldo!
Tambien preparan raclettes y la fondue bourguignonne, de carne tierna, y de postre, hay que probar la tarta apfelstrudel y la fondue de chocolate con frutas.
LA FONDUE DE TELL
Divino Pastor, 12. Madrid
lafonduedetell.com
© El Chalet SuizoEL CHALET SUIZO
Es un lugar perfecto para ir en familia, con niños, porque el Chalet Suizo (pegado al Colegio Suizo de Madrid) cuenta con jardín para que jueguen antes o después de la comida y hay un Menú para Niños.
En un ambiente genuinamente suizo, con las paredes forradas de madera y sillas con corazones tallados en el respaldo, en el Chalet Suizo se sirven sin parar fondues y raclettes con una gran selección de quesos suizos. Cuenta con variedad de entrantes, como el foie de pato casero al Armagnac o la ensalada de salmón marinado.
EL CHALET SUIZO
Carretera de Madrid a Burgos, Km.14. Alcobendas, Madrid
elchaletsuizo.es
© CHALET RUINARTCHALET RUINART, HOTEL ROSEWOOD VILLA MAGNA
Dan ganas de ponerse los esquís y llegar deslizándose hasta el chalet suizo del hotel Rosewood Villa Magna. Hasta el 3 de marzo, el exclusivo hotel, en colaboración con Ruinart —la maison más antigua de champán—, abre las puertas del Chalet Ruinart para vivir una experiencia gastronómica única en Madrid.
El Chalet Ruinart, inspirado en las estaciones de esquí alpinas, se erige cada temporada navideña en el refugio ideal para cobijarse y conectar con la naturaleza. Este año, los emblemáticos platos que se degustarán en el interior del pop-up contarán con el maridaje de los sofisticados champanes de Ruinart. Reconocibles en todo el mundo por su distinguido sabor, estos excelentes espumosos elevarán y potenciarán las propuestas culinarias alpinas.
Los comensales podrán deleitarse con un menú sensorial que gira en torno a elaboraciones típicas de la cocina helvética, como la emblemática fondue, la deliciosa raclette suiza, el irresistible Wiener Schnitzel de ternera, la reparadora sopa de cebolla o el popular Apfelstrudel. Además, se podrá disfrutar de otros muchos platos de la comida suiza, y existe la opción de un menú cerrado o a la carta. Asimismo, los visitantes podrán vivir una experiencia inmersiva a través de los elementos más representativos de la cultura helvética que acoge el interior de la cabaña alpina: trineos vintage, raquetas, tablas de esquí, manteles de cuadros, estufas de leña…
CHALET RUINART
Hotel Rosewood Villa Magna
Paseo de la Castellana, 22. Madrid
rosewoodhotels.com
© El Palace BarcelonaEL PALACE BARCELONA
Es un clásico de la Navidad. Cada año, el hotel El Palace Barcelona convierte su azotea en una estación de esquí alpina en la que no falta el restaurante en el que probar las recetas suizas perfectas para entrar en calor. En un acogedor chalet de madera, decorado con manteles a cuadros, pelajes de oveja y esquís colgados de la pared, se sirven fondues y raclettes, además de otros platos típicos que se incluyen en la carta. Las fondues estrella son la Mont D’Or, con el queso fundido en una hogaza casera de pan de ajo, la de cerveza artesana o la más sofisticada, la fondue con champagne R de Ruinart, además de la clásica con cuatro quesos suizos.Otros hits son la tartiflette de Reblochon y tocino ahumado, la burger de vacuno a la parrilla con queso raclette, la pasta späztle o el salmón a la parrilla con crema de eneldo, manzana y rúcula, entre otros.
Y de postre, la fondue de chocolate suizo, acompañada con pan de croissant, fruta de temporada y marshmallow casero; o el exquisito Toblerone nougat, con sablé bretón, mousse de chocolate gianduja, almendras y jengibre.
EL PALACE BARCELONA
Gran Via de les Corts Catalanes, 664. Barcelona
hotelpalacebarcelona.com
© Cheese's ArtCHEESE'S ART
Aquí se rinde culto al queso desde 2010 y encontrarás las recetas más variadas, incluidas, cómo no, fondues y raclettes.
Cheese's Art está gestionado por los dueños de La Casa del Formatge en Andorra, unos auténticos entendidos en la materia, y han convertido este local situado en la calle peatonal de Enric Granados en el destino de los cheeselovers.
Te recomendamos su fondue Moité moité, elaborada con trufas de otoño, gruyer y queso Vacherine Mont d’Or, o la fondue suiza de emmental, gruyer, Appenzeller y vino blanco. Para acompañar, ofrecen ensaladas de temporada o una extensa carta de hamburguesas.
CHEESE'S ART
Enric Granados, 13
© La CarassaLA CARASSA
El tiempo parace haberse detenido en La Carassa, uno de los mejores sitios para derretirse con las fondues en Barcelona, a un paso del Museo Picasso.
El restaurante abrió en 1979 y es un clásico del Born. Aquí se han especializado en la preparación de fondues y las hay de todo tipo: fondue de queso, de carne, de verduras, de frutas... Pero, además de fondues, en este restaurante también encontrarás otros platos tan deliciosos como raclettes, carpaccios y variadas ensaladas con productos de primera calidad.
