Son algunos de los vinos más fascinantes (y premiados) de cuantos se producen en España. Sin embargo, más allá del Fino o la Manzanilla, los caldos elaborados en el Marco Jerez, a menudo no resultan tan conocidos como debieran entre los consumidores. Aquí ya os contábamos de forma detallada los secretos de su producción y las variedades principales.
Hoy aprovechamos la Navidad para llevar a nuestras mesas los vinos de Jerez y darles el protagonismo que merecen. Y es que, en función de la variedad de caldo y del tipo de receta navideña, podemos crear maridajes verdaderamente sabrosos y sorpredentes. He aquí algunas de esas armonías que funcionas ‘sí o sí’, según nos cuentan los expertos del propio Consejo Regulador.
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Cream, para el aperitivo
Servido en vaso bajo, con hielo y una rodaja de naranja, este vino de Jerez puede ser una opción sorprendente para recibir a nuestros invitados. Un deliciososo aperitivo que puede acompañarse, por ejemplo, de unas tostas de foie con mermelada.
Manzanilla, buena parera para el marisco
El gran vino de Sanlúcar de Barrameda es perfecto para armonizar pescados y mariscos y disfrutar de la explosión de sabores y sensaciones que una Manzanilla es capaz de exaltar. Recetas como las vieiras a la gallega, el tartar de salmón y aguacate o langostinos y bogavantes son ideales para potenciar el carácter salino y delicado de este caldo.
Fino: gran tándem con los pescados
Es el vino indicado para potenciar la salinidad y los aromas yodados de la dorada, la lubina, el rape, la merluza o el besugo, y también el jerez que más ayudará a los anfitriones a sorprender a sus comensales si se atreven con un sashimi de atún.
Amontillado y cordero: pareja bien avenida
El cordero al horno es una clásico en muchas casas en Navidad. Y para acompañarlo, nada como un Amontillado. Este vino de Jerez pide sabores intensos, por eso es el mejor amigo de asados de carne, pescados grasos al horno e incluso platos exóticos, especiados y picantes.
Oloroso con rosbif
Si optamos por rosbif, este vino multiplica las posibilidades de disfrute y los guisos de carne que tanto apetecen en esta época del año ganan en sabor con una copa de Oloroso.
Palo Cortado, con los quesos... y hasta el postre
Si nos decantamos por una tabla de quesos para terminar la comida, este vino de Jerez aportará el acompañamiento en la copa. Aunque para volver completamente locos a nuestros invitados, la combinación ganadora Palo Cortado y tocino de cielo, un maridaje sorprendente para degustar lentamente y dejar volar los sentidos. También resulta buena pareja del roscón de Reyes.
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Pedro Ximénez, con dulces navideños
Por un lado, los quesos azules, como el Roquefort, el Cabrales, el Gamoneu o el Stilton agradecen vinos con estructura. Por ello, el toque dulce del Pedro Ximénez (PX) convierte esta combinación en un postre en sí mismo. Por otro, la intensidad y el cuerpo del PX complementa la untuosidad y los matices almendrados de los grandes protagonistas de las sobremesas navideñas: mantecados, polvorones, mazapanes, roscos de vino, etc.
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