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La segunda entrega de MasterChef Junior ha perfilado ya dos de los nombres que se alzan como favoritos en la carrera hacia la final, Inés e Indhira. Alegría que en el grupo de los más pequeños se mezcló con la tristeza por la expulsión de tres de los aspirantes Bruno, Álvaro y Pablo, que terminaron su andadura en el concurso. En la última de las pruebas Pablo fue creativo, pero no logró un buen resultado, igual que Bruno, que no obtuvo los puntos necesarios para salir de la cola de la tabla. Álvaro cocinó demasiado confiado lo que le llevó también a sentarse en el sofá de expulsados. Entre lágrimas los tres dijeron adiós a un programa que sin embargo al final les arrancó una sonrisa pues siempre tiene reservadas algunas sorpresas en forma de regalos.
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Los diferentes retos pusieron a prueba una vez más a los concursantes que se enfrentaron en la primera a un escape room en el que las pistas les llevaron al ingrediente principal con el que elaborar la receta. Fueron divididos por parejas y tuvieron que entenderse en la cocina aunque los resultados fueron dispares. Loreto que formó pareja con Álex, finalista de MasterChef 11, fueron alabados por su “buen aliñado y emplatado”, mientras que Inés e Indhira sorprendieron con un Wellington vegano excelente. Estanis y Jesús entregaron un osobuco bastante bien hecho, igual que el caldo de pescaso de Mario e Inés Cantero. Los peor valorados fueron los platos de Pablo y Álvaro (un pescado “bien cocido pero sin gracia”), Sofía y Juana (un lenguado muy hecho) e Ian y Bruno (un cochinillo crudo).
Inés e Indhira se convirtieron en capitanas de la prueba en exteriores que tuvo como escenario el Parque de las Ciencias de Andalucía (Granada). Allí los pequeños chefs se enfrentaron a las técnicas de cocina más avanzadas. Inés incluyó en su equipo a Estanis, Juan, Inés, Jesús, Inés Cantero y Álvaro, mientras que Indhira optó por Sofía, Mario, Loreto, Pablo y Bruno. Las capitanas no lo tuvieron fácil para gestionar sus equipos y les vino “grande” el papel, con errores de los que “todos fueron responsables”. Aunque sacaron todos los platos, no acabaron de convencer a los comensales por lo que ningún equipo se coronó como ganador.
Todos los aspirantes fueron a la prueba de eliminación excepto las capitanas, que acumulaban la máxima puntuación. El chocolate era el ingrediente principal que tenían que utilizar, mezclándolo con otros que no tenían buena apariencia. Los resultados fueron dispares aunque Estanis, Mario, Inés, Loreto, Jesús y Juana obtuvieron puntuaciones que les salvaron de estar entre los últimos de la lista. En el programa anterior Daniela, Candela e Izan también colgaron su delantal, aunque se marcharon a casa contentos igual que los tres compañeros que se han despedido también. Una de las grandes lecciones que se llevan, además de más habilidades y trucos en los fogones, es la certeza de que no pasa nada si las cosas no salen perfectas y tienen que marcharse. Esa es sin duda la enseñanza más valiosa.