Ese sabor suave y ligeramente dulce y sus múltiples usos en la cocina hacen que la chalota aporte unos toques muy especiales y elegantes a diferentes platos. Cruda o cocinada, combina bien con carnes, pescados, aves, verduras... y no digamos como parte de muchas salsas y caramelizada para poner como guarnición. Te descubrimos curiosidades, usos y recetas con esta selecta variedad de cebolla adorada por los franceses.
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¿Qué es la chalota?
Chalota es su nombre más popular, pero quizás has escuchado otros con los que también nos referimos a esta pequeña cebollita como son carlota, echalote o escalonia. Pertenece a la misma familia que el ajo y la cebolla, conocida como liliáceas -de la que también forma parte nuestro adorado puerro-, y es fácilmente reconocible por su forma alargada y por su sabor más suave, sutil, elegante y ligeramente dulce, frente a la cebolla -también es más cara-. Puede encontrarse todo el año, aunque su temporada natural vaya de abril a julio.
Leer más: conoce los tipos de cebolla y su uso en la cocina
¿Cuánto vale un kilo de chalotas?
Es difícil determinar el precio exacto, porque depende de muchos factores como la temporada, la región, la variedad y el lugar de compra. De forma estimada, podemos decir que suelen costar unos 8 euros el kilo, frente a los 2 euros el kilo que suele costar la cebolla -aunque también depende del tipo que sea-.
¿Por qué las chalotas cuestan más que las cebollas?
El mayor precio de las chalotas se debe a que su producción es menor, pero también a que su cultivo es más costoso, el rendimiento es menor y a que es muy valorada en la cocina por su elegancia y por ser menos invasiva en los platos.
¿Qué diferencias hay entre la cebolla y la chalota?
Las diferencias que hay entre la chalota y la cebolla son el tamaño, la forma, el aroma y sus usos en la cocina, además del precio.
- La chalota es más pequeña y puntiaguda, con capas finas de color violeta claro, mientras que la cebolla es de un tamaño mayor y redonda y capas más gruesas y colores que pueden ser blancos, morados o rojos.
- El sabor de la cebolla es más fuerte y picante que el de la chalota, que es más suave, sutil y elegante.
- Ambas se usan tanto crudas como cocinadas, y tienen usos culinarios parecidos, pero la chalota aporta un sabor más sutil y delicado a salsas, estofados, carnes y pescados.
¿Se pueden utilizar chalotas y cebollas juntas?
Sí, se puede cocinar con chalota y cebolla a la vez, y el resultado es muy interesante, con un sabor más rico y delicado en tus elaboraciones.
¿Qué puede sustituir a la chalota?
Hay varias maneras de sustituir la chalota por otros ingredientes, como por ejemplo la cebolla blanca -más suave que la morada o la amarilla-; la cebolleta -que además de suave, posee un toque dulce- o la parte blanca del puerro -es ligeramente más dulce y aporta una textura más suave-. Si buscas una mayor intensidad, se pueden mezclar ajo y cebolla blanca.
¿Cuántas chalotas hay que poner para sustituir una cebolla?
La cantidad exacta de chalotas que necesitas para sustituir una cebolla puede variar dependiendo del tamaño de cada una y de la receta que vayas a preparar aunque grosso modo puedes tomar como referencia que una chalota equivale a un cuarto o a media cebolla. Es decir que si la receta pide 1 cebolla pequeña, tendrás que usar 2 ó 3 chalotas medianas.
¿Para qué utilizar las chalotas?
La chalota tiene gran protagonismo en la cocina francesa y mediterránea pero también en India y en otros lugares de Asia, además de por sus aplicaciones culinarias, por sus propiedades saludables y sus usos medicinales. En la cocina se usa sobre todo como base de sofritos, salsas, estofados, guisos o ensaladas. Se pueden pochar, saltear, rehogar, asar, caramelizar, encurtir o brasear y también tomar en crudo. Aquí tienes algunos ejemplos de todo ello, descubre cómo usarla en estas deliciosas 7 recetas con chalota.