Nadie se esperaba despedir tan pronto a uno de los concursantes más divertidos de la nueva edición de MasterChef celebrity. César Cadaval admitió en la primera entrega que no tenía muchos conocimientos de cocina y su inexperiencia le ha llevado a ser el segundo expulsado de esta edición. En la prueba de eliminación cocinó un conejo, pero le quedó crudo por lo que fue el elegido por los jueces para abandonar las cocinas. Su despedida fue tremendamente emotiva pues su hermano Jorge salió en su defensa cuando criticaron su plato. “En los momentos más chungos de mi vida siempre ha estado ahí mi gordito” dijo a su hermano César. “Yo daría la vida por él las veces que me lo pidiera” repitió antes de abrazar a César que colgó su delantal negro.
Genoveva Casanova, primera expulsada de la octava edición de 'MasterChef Celebrity'
Los Morancos se separan en esta aventura que comenzó con una receta de cuento. La peor de la prueba fue Blanca Romero, que sin duda tuvo una noche complicada. En la prueba por equipos que se celebró en la Fortaleza de la Mota de Alcalá de la Real (Jaén) tuvieron que cocinar un menú de diferentes culturas para 100 personas diseñado por David Pascual. La propuesta fue falafel, vaca adobada con cuscús de guisantes y naranja preparada con agua de azahar el menú moro, y asadillo de berenjena con piñones, bacalao con garbanzos y caldo untuoso y torta de almendra con dulce de leche, en el cristiano.
Los equipos quedaron divididos así: el delantal azul fue para Sandra, Eduardo, Escassi, Jesulín, Tania (capitana), Jorge y Diosdado, mientras que de rojo se vistieron Blanca (capitana), Londoño, Daniel Illescas, Los Morancos, Palito y Toñi. Los componentes del equipo rojo se desorganizaron y dejaron sin comida a varios comensales, lo que les granjeó críticas negativas de parte del jurado que cuestionó la capitanía de Blanca. “Ha habido muchos errores” aseguraron.
Una despedida emotiva e inesperada
La prueba de expulsión consistía en un juego en el que, por equipos de dos, uno de los componentes del equipo tenía que lograr que el otro adivinara los ingredientes apuntados en unos papeles. Solo podían cocinar con los que acertaran lo que no resultó fácil para todos. Escassi, en su afán de ayudar desde el balcón, fue sancionado por los jueces y la próxima semana vestirá el delantal negro. Toñi Moreno se inventó “ un plato sin sentido” y Blanca hizo “un batiburrillo sosito”. Sin embargo el peor plato fue el de César Cadaval que ha sido desde el arranque uno de los concursantes más divertidos. Los Morancos imprimían su buen humor en las cocinas y César, con sus intentos de hablar catalán y sus ocurrencias como chef, se ganó la simpatía de compañeros, jueces y público.
Con mucha pena y el emocionado abrazo de su hermano Jorge, que se enfrenta ahora solo a este reto, César dijo adiós al desafío entre lágrimas. “No me lo esperaba, me da mucha pena porque me lo estaba pasando muy bien” dijo. Él se convierte en el segundo expulsado después de Genoveva Casanova, que se marchó la semana pasada.