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La primera vez que lo pronuncias hasta cuesta un poco pero va a ser un nombre que vas a escuchar mucho este año si te gusta comer bien, salir y divertirte. Por que en Can Chan Chán vas a eso, a comer y beber estupendamente y, además, a pasarlo muy bien. Y, claro, si además, lleva el sello del cocinero mexicano Roberto Ruiz, ¡qué más se puede pedir!
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Se trata del nuevo proyecto, ubicado en a tercera planta de El Corte Inglés de Serrano, de este genio de la gastronomía mexicana, que consiguió la primera estrella Michelin para un mexicano en Europa con el desaparecido -y añorado- Punto MX, y que desde hace años sigue ejerciendo su oficio con maestría en Barracuda MX y asesorando otros negocios de éxito dentro y fuera de nuestras fronteras. De alguna forma, aunque no se parece en casi nada, Can Chan Chán, es el heredero de Salón Cascabel, que también estuvo en uno de estos centros comerciales, pegado junto a Street XO y la heladería Rocambolesc.
© Can Chan ChánRoberto Ruiz y María Fernández, artífices de Can Chan Chán.
'Canchanchán” es la palabra que se utiliza en México para designar a los amigos que se convierten en compinches y también ahora es un espacio gastronómico, fresco y desenfadado con una cocina contemporánea e inédita que para su chef es el resultado de "veinte años viviendo en España y diez enchilándola" afirma.
"He querido recuperar el espíritu de lo que fue Mezcal Lab y traerlo a 2023 para crear en libertad y descubrir sabores nuevos poniendo en valor las sinergias españolas y mexicanas a través de técnicas, producto y el gusto por ciertos sabores”, afirma Ruiz, que junto a su mujer María Fernández, se ha rodeado de un gran equipo tanto en cocina como en sala, con Tatiana Allard, Pablo Pérez, Víctor García -grande dentro y fuera de la cocina- y Rebeca Bellido.
La cocina de Can Chan Chán
Es mexícana, sí, pero con una vuelta de tuerca, pues son muchos los productos españoles que Roberto integra en sus platos -la carta se compone de 20 que irán cambiando con la temporada y disponibilidad de algunos productos-. Carnes y mariscos gallegos, ibéricos o quesos con diferentes denominaciones de origen españolas se encuentran con chiles como el chiltepín sonorense, el costeño veracruzano, el chipotle meco o el cascabel combinados con los chiles frescos granadinos de Doctor Salsas.
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© Can Chan ChánGuacamole con tortillas de camarones y gamba cristal ¡Para volverse loco!
Dimos fe de esta deliciosa fusión con platos como el guacamole con tortillas de camarones y gamba cristal, el taco de chopitos con pico de gallo y salsa macha y el taco de zarajos con navajas a la plancha y salsa brava de guajillo. El taco de chopitos es algo de otro planeta que podrías comer si parar todo el día. Todos sus platillos están justos de picante, un pelín adaptado a los paladares españoles pero sin perder la chispa que algunos de ellos necesitan. No nos olvidemos que estamos en un mexicano -de los de verdad- y que hay que 'enchilarse' -en todos los sentidos- como le gusta a Roberto decir.
Vuelve a la vida
Este es el nombre de la coctelería que alberga Can Chan Chán. Un espacio que tiene su propio nombre para poner en valor una propuesta mixológica desarrollada por el bartender David Guerrero: sin estridencias, con sobriedad y los sabores perfectos para acompañar desde la comida hasta el aperitivo o el postre. Basándose en el tequila y en el mezcal, elabora propuestas como la margarita de maracuyá con pepino y jalapeño; la icónica Mezcaliña de Punto MX con jengibre y lima y, uno que nos encantó a nosotros, el Bloody María, en honor a 'la jefa', preparado con Humo, el licor de chile chipotle de Roberto Ruiz, y una sangrita que crea puro umami, además de las micheladas, que sustituyen el clamato tradicional por mango y habanero.
© Can Chan ChánCóctel Bloody María, con licor HUMO y sangrita
Completa la carta líquida un espectacular carro con alrededor de 70 referencias de productos destilados del agave como sotol, raicilla, mezcal, tequila y otras denominaciones de origen, que irán rotando para ofrecer también pequeñas producciones traídas especialmente de México y otras rarezas, sin olvidar el importante papel del vino, con 60 etiquetas de todo el mundo.
El espacio de Can Chan Chán
El desarrollo del interiorismo es cosa de María Fernández junto con Carlos Mezquita, y se aleja de los tópicos mexicanos para mostrar las líneas geométricas limpias y puras de la arquitectura prehispánia que se desarrolló en Ciudad de México entre 1960 y 1980. Es un espacio con pocos adornos, pocos colores y predominancia del azul colonial que da prioridad a la propia estructura.
© Can Chan ChánZona de terraza de Can Chan Chán.
Además del interior, también destaca la zona de terraza, que además tiene un reservado con capacidad para doce personas que ofrece menús en exclusiva, música independiente y un pequeño chill out.
Can chan chan bien merece una visita -y cuanto antes- porque esto huele a éxito total y tras las vacaciones encontrar mesa aquí estará bien cabrón.
