A nosotros nos cuesta elegir, ¿y para qué hacerlo? Son las dos sopas frías más emblemáticas del verano y las tomamos incluso en otras épocas. Tanto que puedes encontrar numerosas alternativas ya preparadas para comprar, listas para enfriar y tomar. Son ligeras -uno más que otro-, resultan muy refrescantes, están llenas de vitaminas y ¡son deliciosas! Hoy queremos contarte en qué se diferencian, cuáles son las peculiaridades de cada una y mostrarte su elaboración.
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¿En qué se parecen y en qué se diferencian el gazpacho y el salmorejo?
Ambos forman parte de la cocina más tradicional y son sopas frías. Comparten su origen andaluz y el tomate como ingrediente protagonista que les proporciona su característico color rojo y un sabor entre dulce y ácido y muy refrescante. Los dos se trituran y en sus orígenes se hacían majándolos en un mortero. El pan también puede ser un elemento presente en ambos -aunque a nosotros nos gusta más la versión de gazpacho sin él, pero en el salmorejo es imprescindible-, al igual que el ajo, el aceite de oliva virgen extra y la sal. ¿Y el vinagre? Es algo que en el gazpacho sí suele ser imprescindible pero en el salmorejo no tanto.
El tomate no puede faltar ni en el gazpacho ni en el salmorejo.
Leer más: el dilema del salmorejo cordobés: ¿vinagre sí o no?
Diferencias entre gazpacho y salmorejo
Y si nos referimos a las guarniciones también presentan bastantes diferencias. El gazpacho a menudo se sirve tal cual, pero también puede ir acompañado de trocitos de tomate, cebolla, pepino y pimiento... opcionales. Sin embargo, el salmorejo no se suele tomar sin unos taquitos de jamón serrano y huevo cocido picado.
El gazpacho es más líquido y suele incluir pepino, pimiento y cebolla, mientras que el salmorejo es más espeso y se compone principalmente de tomate, pan, ajo, aceite de oliva y vinagre. Esos como ingredientes más ortodoxos, porque a partir de ahí ¡son muchas las variantes que se pueden hacer de ambos!
El gazpacho
Prácticamente se elabora en cada rincón de nuestro país -cada uno con sus variaciones- aunque parece que sus raíces están en diferentes lugares de Al-Ándalus, en el siglo VIII, aunque hoy se reconozca como una receta originaria de Córdoba. Se ha convertido en todo un símbolo de la cocina española, como la paella o la tortilla de patatas, y es en verano cuando más se toma, debido a que es una sopa fría muy refrescante y ligera, que calma la sed y nos ayuda a hidratarnos.
Curiosamente, en su origen, el gazpacho no llevaba verduras de ningún tipo, sino que se componía simplemente de pan remojado en agua, aceite y vinagre, al que a veces se añadía ajo o almendras. El añadido del tomate, el pimiento y el pepino no llegaría hasta más tarde, cuando estos ingredientes arribaron a España.
Leer mas: bajo en calorías y refrescante: ideas para incluir el pepino en tus menús
Hay otros platos que también reciben este nombre, como por ejemplo en Castilla-La Mancha, pero que nada tienen que ver con nuestra sopa fría protagonista. Se habla de él en el Quijote y es el gazpacho manchego o 'galianos', una torta grande y redonda de harina cocida en las brasas de un fuego, sobre el cual se pone un guiso de carne de caza y algunos vegetales.
Entre los ingredientes del gazpacho 'más ortodoxo' no pueden faltar los tomates, el pepino, la cebolla, el pimiento, el ajo, el vinagre, el aceite de oliva y la sal. Hay quien para aligerarlo, le pone también un poco de agua al triturarlo y quien le añade un poco de pan para darle una textura más consistente.
Receta casera de gazpacho
El salmorejo
De textura más densa y cremosa que el gazpacho, se le atribuye un origen cordobés, pero parece que sus antecedentes se encuentran en tiempos prehistóricos en una forma de cocinar que era majar los ingredientes con piedras (pan remojado en agua, vinagre, aceite, ajo crudo y sal, conocido como 'mazamorra') y que era común en muchos lugares. Aparece la palabra 'salmorejo' en el Diccionario de la RAE de 1737 pero hace referencia a "una especie de salsa con la que se aderezaban los guisos de conejos".
El salmorejo más tradicional utiliza como ingredientes tomate, miga de pan, ajo, aceite de oliva virgen extra, vinagre y sal, que se trituran y se sirve con taquitos de jamón y/o huevo cocido picado.
La incorporación del tomate fue bastante posterior pues no llegó a España hasta el Descubrimiento de América, pero parece que el salmorejo tal y como lo conocemos hoy en día no nació hasta finales del siglo XIX, primeros del XX. Y dependiendo de la zona donde se elabore, presenta algunas diferencias. Por ejemplo, en la localidad de Rota hacen un plato, de nombre 'arranque', a medio camino entre el gazpacho y el salmorejo, que lleva tomate, pimiento, ajo, pan, aceite de oliva y sal y se hace en el mortero, aplastando los ingredientes, de forma que dejan una textura con tropezones. Y en la localidad malagueña de Antequera hay un plato muy similar al salmorejo que se llama 'porra antequerana' -en el que a veces le ponen pimiento y vinagre-.
Receta de salmorejo cordobés
Algunos trucos para hacer gazpacho y salmorejo
- Los dos admiten la incorporación de otros ingredientes para 'versionarlos' como frutas, otras verduras, etc
- 'Juega' con los elementos de decoración: al gazpacho le van muy bien daditos de pan y trocitos de fruta -sobre todo si la llevan en su elaboración- y al salmorejo le queda de lujo -y asi se hace en algunos lugares- ingredientes como el atún en conserva, la mojama, la cecina, etc
- Hay un truco para no poner pan al salmorejo, aligerarlo, y cosnseguir aportar textura que es añadir verduras hervidas o asadas y/o huevo duro -pelado y entero, con su clara y su yema-
- El gazpacho admite muy bien un toque de comino en polvo, pero sin pasarse
Ahora que ya sabes más sobre estos dos platos emblemáticos de nuestra gastronomía veraniega, ¿te quedas con el gazpacho, con el salmorejo o con los dos? A nosotros nos parece que ambos son increíbles y te animamos a prepararlos en casa, ¡más fácil y rápido no puede ser! Y no solo porque son deliciosos y frescos, sino porque están llenos de vitaminas, minerales, fibras.... y son supersaludables,