Tres mercados para ‘comerse’ Palma de Mallorca

Nos vamos de ruta por algunos de los mercados más populares de la capital mallorquina, perfectos para descubrir los mejores productos locales, así como degustar sus platos más emblemáticos

Actualizado 19 de julio de 2023 - 11:48 CEST19 jul 2023 - 11:48 CEST

Cualquier disfrutón de la buena mesa estará de acuerdo: uno de los mejores planes cuando uno viaja es visitar, al menos, uno de los mercados de alimentos del destino vacacional donde se encuentra. Lugares que dan buena medida del pulso de la ciudad, cuyos habitantes llenan allí a diario su cesta de la compra con productos frescos y de temporada. Espacios llenos de color, de buen ambiente, de sabores y olores por descubrir y, donde, en muchos casos, también es posible sentarse a degustar las especialidades locales.

Típicas sobrasadas mallorquinas en un puesto del Mercat de l'Olivar

Hoy ponemos rumbo a una de las islas más visitadas durante los meses de verano, Mallorca, para recalar en algunos de los mercados más populares de su capital. En Palma conviven desde los más tradicionales, que no renuncian a su autenticidad (pero que también han sabido adaptarse a los nuevos tiempos), hasta los mercados de ambiente más sofisticado y trendy.

MERCAT DE L’OLIVAR

Construido en 1951 y ubicado en un espacio amplio y luminoso en pleno centro histórico de Palma de Mallorca (entre la Plaça de Espanya y el Carrer Sant Miquel), el Mercat de L’Olivar es un mercado tradicional. Uno de esos paraísos para cualquier foodie, cuyos puestos de producto fresco resultan un espectáculo: pescados y mariscos, frutas y verduras cultivadas en la huerta mallorquina, quesos y embutidos (entre los que, por supuesto, no falta la celebérrima sobrasada)…

Pero, además, el Mercat de L’Olivar cuenta también con una veintena de bares y restaurantes donde se puede degustar desde unas tapas con una caña bien fresca, hasta unas ostras con una copa de vino, pescado fresco cocinado al momento, sin renunciar a algunos sabores intenacionales como sushi u opciones de cocina coreana…

Además de comprar producto fresco, en el Mercat d 'Olivar también hay espacios para sentarse a picar algo

Asimismo, cuenta también con otros puestos no directamente relacionados con la gastronomía, pero sí habituales en muchos mercados clásicos: flores, prensa, arreglos de zapatos… incluso con una biblioteca y una ludoteca.

Más información:
www.mercatolivar.com

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MERCAT 1930

Este ‘joven’ mercado (abrió sus puertas en 2017) se sitúa en el Paseo Marítimo de Palma y nació ya con vocación de espacio moderno y cool. Su decoración, de estilo industrial, ya nos da algunas pistas sobre el tipo de mercado en el que nos encontramos, más enfocado a la propuesta gastronómica que a la venta de producto fresco.

El Mercat 1930 cuenta con distitos espacios para degustar cocina tradicional, así como propuestas más viajeras

Cuenta con diversos puestos de comida, donde la cocina mallorquina convive con propuestas de cocina internacional. Así, quien se acerca al Mercat 1930 (que adquiere su nombre del restaurante que ocupaba antes el espacio) puede disfrutar de unas tapas mediterráneas, embutidos y quesos, croquetas, carnes a la brasa, ostras… pero también de sabores más viajeros (tacos mexicanos, burgers, sushi, dim sum, currys, woks…).

También hay barras de cócteles, así como una pequeña vinoteca con buenas referencias de vinos y cavas. Y los amantes de la cebada y el lúpulo tienen, igualmente, su sitio en la Barra Premium Tap Station. En ella se ofrece una gran variedad de cervezas tanto nacionales como internacionales.

Más información:
https://www.mercat1930.net

Además de sus puestos de comida en el interior, Mercat 1930 tiene también una terraza exterior

MERCAT DE SANTA CATALINA

Amas y amos de casa con su carrito de la compra se mezclan con extranjeros de un sinfín de nacionalidades en el Mercat de Santa Catalina, que toma su nombre del barrio donde se ubica (uno de los más cosmopolitas y de moda de la ciudad).

La modernidad se da la mano, pues, con la tradición en este antiquísimo mercado (fue construido a principios del siglo XX), perfecto para descubrir y adquirir el mejor producto fresco local. Sus puestos son una ‘fiesta’ para la vista, el olfato y el gusto. Especialmente recomendables los de pescado, dada la cercanía a la Lonja, pero también los de carnes premium, jamones y embutidos, frutas y verduras...

Producto fresco y local, en un puesto del Mercat de Santa Catalina

Son esos puestos los que hacen que el Mercat de Santa Catalina conserve todo el carácter de mercado tradicional, pero sin renunciar a esa otra oferta de restauración: espacios de comida y bares en los que se pueden probar especialidades de la isla, tapas, embutidos, quesos, vinos, postres… Todo ello en un ambiente muy animado y vibrante.