Fue fundada en 1927 por la unión de once viticultores de la zona, convirtiéndose en la primera bodega de lo que luego sería la Denominación de Origen Ribera del Duero. Su nombre es conocido nacional e internacionalmente y ahora se lanza al mundo de la restauración. Acaban de abrir el 'Ágora de Protos' en el edificio histórico de 1927, su primera bodega.
Este espacio polivalente, ubicado en la localidad vallisoletana de Peñafiel, se compone de restaurante, enoteca, wine bar (300 m2), terraza acristalada y al aire libre (150m2) y parking, unidos en un edificio que ha respetado sus grandes pilares y una arquitectura e interiorismo puramente castelllana con una fusión entre tradición y vanguardia, pasado, presente y futuro.
Da la bienvenida a los visitantes un gran rótulo con el nombre 'Ágora de Protos' que está adherido a una piedra del lagar, que extiende un muro con el mismo acabado en piedra del edificio antiguo de Protos. Y su amplia terraza ocupa ahora el lugar de la antigua báscula de pesar la uva que se usaba durante la vendimia.
La nadadora Ona Carbonell es la embajadora de este nuevo espacio.
La deportista de élite Ona Carbonell ha sido elegida como embajadora de este lugar quien ha afirmado "me siento muy contenta de formar parte de este nuevo proyecto gastronómico de Protos. No solo porque me encante el mundo de la gastronomía y vino, sino porque la bodega cuenta con una filosofía muy afín a la que me ha ido acompañando a lo largo de los años: la excelencia".
Los espacios de 'Ágora de Protos'
Desde la entrada, sobre una superficie elevada, se puede observar todo el espacio de venta, cata y degustación. Unas pantallas exhiben la historia de Protos y hay unas mesas de catas y de degustación, en las que junto a los vinos se sirven unas tapas gourmet.
El restaurante tiene una capacidad de 25 mesas y 11 comensales donde se puede degustar tanto una cocina más vanguardista como platos típicos entre los que está el característico lechazo castellano hecho por el maestro asador parrillero. Conserva el espíritu de la bodega antigua con sus tinos originales, hojas de vid que caen desde los propios depósitos, así como una decoración que representa un auténtico mesón castellano, pero con algunas diferencias, ya que el restaurante se encuentra bajo un techo de arcos con una iluminación LED, que representa los arcos de la nueva bodega diseñada por el arquitecto Richard Rogers, de nuevo, creando esa comunión entre la tradición y la innovación. En la sala también destaca una exposición de añadas históricas de Protos.
Esta es una de las mesas del restaurante del 'Ágora de Protos'.
La gastronomía de 'Ágora de Protos'
Con el fin de hacer este proyecto realidad, el Ágora de Protos se ha unido Casa Florencio, que, con casi 75 años de experiencia en el mundo de la gastronomía de Ribera del Duero, es quien se ha encargado de diseñar la carta y el concepto del restaurante.
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Su gastronomía es una fusión entre cocina tradicional y vanguardista con platos como morcilla de la Ribera, pimientos rellenos de rabo de toro con salsa de queso, brioche al vapor relleno de callos, bacalao con emulsión de piñones y su colágeno, carrillada de cerdo ibérico glaseada con vino Protos y ñoquis de patata violeta, tarta de queso horneada o chocolate en texturas. Solo se ofrecen comidas de lunes a domingo, su precio medio es de 55 euros y en el equipo se encuentran el chef Javier Sánchez Macareno y los maestros asadores Juan Pablo Rincón y Julián Anaya.