- Siglos de historia. El consumo de pisco data de la época colonial, cuando los españoles llevaron la vid a Latinoamérica. En los años recientes se ha reivindicado su procedencia; en 1990 nacía la Denominación de Origen del pisco, encargada de velar por la calidad del producto y la estandarización de su producción.
- El curioso origen del nombre. La palabra pisco comparte nombre con la ciudad de Ica, al sur de Perú. Allí se cosechan 8 tipos de uvas pisqueras (Quebranta, Negra Criolla, Mollar, Italia, Moscatel, Albilla, Torontel y Uvina). Al parecer, el término se remonta a tiempos preincaicos; en lo que hoy conocemos como la región de Ica existía una casta de alfareros llamados piskos, que se dedicaban a la fabricación de vasijas de forma cónica usadas para alamacenar y transportar líquidos. Estos utensilios fueron empleados para conservar el destilado de uva.
- Una bebida con su propio Día Nacional. El pisco está reconocido en Perú como Patrimonio Cultural de la Nación. Tal es su popularidad en el país que cuenta con su propio Día Nacional, celebrado cada cuarto domingo de julio. Ese día brotan de la fuente de la plaza de Armas de Lima miles de libros de esta bebida para disfrute de todos los presentes.
- Solo mosto de uva y solo en Perú. En el proceso de elaboración del pisco no interviene ningún otro ingrediente además del mosto de la uva, lo que permite conservar la pureza de la bebida en su máxima expresión. Un destilado que, por cierto, solo puede producirse en Perú: son sus condiciones geográficas particulares (rocas, sedimentos, relieve, suelo…) las que hacen posibles el nacimiento de las uvas con las que se hace el pisco.
- Más de 800 productores. Actualmente la industria del pisco cuenta con más de 800 productores. En su mayoría continúan manteniendo los métodos ancestrales para el proceso de elaboración en distintas zonas geográficas del país como Ica, Arequipa, Lima, Moquegua y Tacna.
Los mejores planes gastro para el veranoPor Susana Baticón