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¿Quién no se emociona al escuchar Feliz Navidad o All I want for Christmas is you? ¿Quién no se cansa de ver en Navidad películas como Love Actually o Cuento de Navidad? ¿Y el maravilloso anuncio de los turrones El Almendro? ¿Quién no ha tarareado alguna vez eso de “Vuelve, a casa vuelve por Navidad”?
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Y es que hay tradiciones que todos necesitamos para sentir que de verdad ha llegado la Navidad, que nos hacen emocionarnos y nos tocan el corazón. Desde la comida y los dulces típicos hasta las celebraciones familiares, las visitas a mercadillos navideños, las fiestas con los amigos o la tradición de llevar algo rojo en Noche Vieja, hay montones de símbolos navideños. Seguramente tú o tu familia también tengáis vuestras propias tradiciones navideñas, pero hay muchas que son universales, que a todos nos hacen sentir que por fin es Navidad.
El encendido de luces
Las ciudades y pueblos nunca están tan bonitos como cuando se iluminan con las luces de Navidad. De hecho, ir a ver el encendido de luces es una tradición y todo un espectáculo que siempre fascina a niños y mayores. Entre las luces de Navidad más bonitas del mundo están las de Nueva York (con el impresionante árbol de Rockefeller Center), las de la maravillosa ciudad de Colmar en Francia, la original iluminación de Carnaby Street en Londres, el Light Festival en Ámsterdam, o las espectaculares luces del Jardín Botánico en Madrid que cada año atraen a locales y a turistas.
El árbol y el belén
La Navidad no es oficial en una casa hasta que no se ponen el árbol, el belén ¡o ambos! El instante en el que volvemos a abrir las cajas con los adornos, las figuritas, las coronas… es absolutamente mágico. Sin duda, para los niños es el momento más esperado del año. Poner cada año el árbol o el belén con nuestros seres queridos, siempre es un momento especial.
Los turrones y dulces de Navidad
Cada país tiene sus dulces típicos de Navidad, y en España el turrón es un símbolo nacional que traspasa fronteras. Para nosotras los turrones de El Almendro (¡desde 1883!) y su emblemático anuncio de Navidad se han convertido en toda una tradición porque es un dulce que nos evoca momentos de reencuentro, de emoción, de felicidad, de compartir en familia… de volver a casa.
Además, este año El Almendro amplía Cosecha Propia, su gama de turrones más especiales con dos nuevas recetas (Turrón Fusión Chocolate, Almendra y Café y Turrón Yema Tostada al Toque de Limón) y dos formatos (Sampler y Surtido de porciones). Una deliciosa y perfecta fusión de lo tradicional con nuevas texturas y sabores para compartir con los tuyos durante estas fechas tan especiales.
Nos fascina el increíble proceso y el mimo que hay detrás de cada turrón de la gama El Almendro Cosecha Propia: desde el cultivo, la cosecha y la selección de las almendras en sus propios campos ubicados en el Valle del Río Tiétar, hasta el proceso por el que cobran forma de tableta de turrón, gracias a las manos expertas del maestro turronero. ¿Otro motivo para escoger El Almendro? Cosecha Propia es un tributo a sus campos de almendras y al turrón tradicional, que sigue un proceso que respeta los ritmos del clima y del propio campo, y que se ha convertido en una de las grandes apuestas de la marca en materia de sostenibilidad. Combina todas las bondades que nuestra tierra le puede dar: una localización perfecta, un clima adaptado a sus necesidades y unos nutrientes procedentes de las aguas cristalinas del río Tiétar, ubicado en la Sierra de Gredos.
Cantar villancicos
En casa con la familia, en las calles, las iglesias, es otra de esas tradiciones que nos llenan de espíritu navideño. No hay niño (y nos atrevemos a decir que tampoco mayor) a quien no le gusten los villancicos tradicionales de Navidad. La canción de Navidad más famosa del mundo es ‘Noche de Paz’, todo un símbolo que nació en una pequeña iglesia de la localidad de Oberndorf, cerca de Salzburgo, y ha llegado a convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. ¡Se canta en más de 300 idiomas y dialectos!
Ir a los mercadillos navideños
Puestecitos, luces, villancicos, olor a castañas, churros y chocolate caliente… ir a un mercadillo navideño es otra de esas tradiciones que nos hacen darnos un buen baño de Navidad. Tan importantes y famosos han llegado a ser algunos, que incluso hay viajes organizados para visitarlos, como los de Berlín, Budapest, Riga o Praga.
Toda Europa se llena en Navidad de preciosos mercadillos navideños en los que encontrar verdaderos tesoros, desde figuritas para el belén a bolas o adornos únicos para el árbol. En España los mercadillos navideños también son una gran tradición, como el de la Plaza Mayor de Madrid, el de Santa Lucía en Barcelona, el Mercado de Navidad de la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia, el Mercado de Artesanía Navideña de Sevilla o el Cíes Market en Vigo.
Comer las 12 uvas en Noche Vieja
Para los españoles este es uno de los momentos más importantes del año. El día 31 de diciembre todos tenemos la ilusión de dejar atrás lo malo y poder cumplir nuestros sueños y propósitos en el nuevo año. Y para empezar con buen pie hay que comerse las doce uvas al ritmo de las campanadas del reloj de la Puerta del Sol.
En otros países la última noche del año se celebra de formas muy diferentes. En Inglaterra, cuando llega la medianoche, la gente se abraza y cantan Auld Long Syne, una canción tradicional. En Francia, cómo no, la tradición es brindar con champán. En Alemania se brinda con champán o sekt, un vino espumoso, y se lanzan fuegos artificiales. ¿Una tradición que nos encanta? La que siguen en Japón. El último día del año no hacen fiestas sino reuniones tranquilas en las que los japoneses aprovechan para limpiar la casa y tirar todo lo viejo para dejar entrar todo lo nuevo.