Hoy vamos con vinos aristocráticos a través del marquesado de Griñón ya que, además de ser un título nobiliario que actualmente ostenta Dª. Tamara Isabel Falcó Preysler, dan nombre a estas famosas bodegas toledanas, lo cual puede inducir a error acerca de su dirección o propiedad.
Lo primero en lo que hay que hacer hincapié es que si bien, hasta el fallecimiento de D. Carlos Falcó y Fernández de Córdova, existía identidad entre el título y la bodega, ahora no es así al no estar Doña Tamara involucrada en este proyecto.
Me explico.
Don Carlos pertenecía a uno de los más antiguos linajes de España entroncando con la dinastía fundada por Gonzalo Fernández de Córdova, partícipe de la toma de Granada en 1492, conquistador de Nápoles y afamado estratega militar.
Es más, desde 1292, la familia ha estado vinculada al Dominio de Valdepusa, uno de los viñedos de la bodega, propiedad histórica del antiguo Señorío del mismo nombre y situada en el valle del río Pusa, en la provincia de Toledo, que además genera una denominación de origen en sí.
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Don Carlos Falcó, posiblemente, uno de los mejores bodegueros de España.
En esta propiedad se ubica una parte de los pagos de la propiedad, la otra se sitúa en la Finca el Rincón ya perteneciente a la Comunidad de Madrid, en concreto en Aldea del Fresno.
Por tanto, estamos ante una bodega supra autonómica, con dos fincas bien diferenciadas, todo bajo una misma marca (Bodegas Marqués de Griñón) que en este caso era el propio título nobiliario de D. Carlos Falcó. Título que fue creado en 1862 por la reina Isabel II en favor de Dª. María Cristina Fernández de Córdoba y Álvarez de las Asturias-Bohorques, primera Marquesa de Griñón, desde entonces solo ha habido otras 5 personas que lo han ostentado, Tamara Falcó lo hace desde 2020.
D. Carlos también era Marqués de Castel-Moncayo, que ha sido heredado por su primogénito D. Manuel Falcó, y Grande de España, pero esa es otra historia.
Xandra Falcó, como se la conoce en su círculo más íntimo, es la responsable y enóloga de la bodega y fue la mano derecha de su padre Carlos Falcó.
Lo que sí conviene ahora sacar a relucir es a la Marquesa de Mirabel que no es otra que Dª. Alejandra Falcó y Girod, título que heredó de su abuela (Hilda Joaquina Fernández de Córdoba y Mariátegui) sí es la actual responsable y enóloga de Bodegas Marqués de Griñón.
Por tanto, por poco intuitivo que pueda parecer, la marquesa de Mirabel, y no la de Griñón, es la que dirige y elabora los vinos de Bodegas Marqués de Griñón.
Ahora, ya sí, traigo a colación un ejemplo de cada uno de los viñedos.
Las Garnachas del Rincón, 2018, DO Madrid. 8,90 euros
Combinación de garnachas y es que este sabroso básico de la parte madrileña de la bodega se compone de dos diferentes tipos de esta uva: la tinta y la tintorera, que muchos piensan que es lo mismo, pero no. De hecho, la garnacha tintorera es famosa porque es de las pocas variedades cuyo líquido resultante al exprimirla también es tinto y no transparente como suele ser lo normal.
Lo dicho, perfecto para adentrarse en el universo Marqués de Griñón.
Marqués de Griñón, Graciano, 2019, DO Dominio de Valdepusa. 26,90 euros
Segunda añada de una de las variedades más en boga del panorama nacional, la Graciano. Famosa por su gran capacidad de adaptación a climas cálidos y clave a la hora de dotar de frescura a tintos de ensamblaje con otras uvas. Cada vez más está apareciendo como solista en referencias que buscan fruta roja, pero sin empalagar.
Si ya conocéis Gracianos riojanos o navarros es momento de darle oportunidad a los toledanos, y si no sabíais de la existencia de ninguno, pues podéis empezar por este.
De todo lo expuesto no quiero que infiráis que a Tamara Falcó no le gusta el vino, de hecho, es una gran aficionada y, en concreto, a uno de sus géneros que más cuestan al no iniciado, los vinos generosos.
Y es que resulta que en diferentes ocasiones ha manifestado una gran predilección por el Fino en Rama de Tío Pepe.
En eso estoy muy de acuerdo con la señora marquesa.
También, a la que le preguntan, indica que es gran consumidora de rosados, sobre los que aprovecho para recomendarle uno de los mejores: Château Le Puy, Rose-Marie, 2020, Burdeos. 45,30 euros.
Clase mundial la de este rosado bordelés a base de Merlot de viñedos viejos, tratados sin ningún tipo de química.
En una bodega famosa por sus tintos de culto, vengo a poner en valor esta, para muchos, desconocida etiqueta que eleva el nivel de los rosados a los más altos estándares de la excelencia.
Petrus Pomerol es uno de los vinos más codiciados del mundo.
Y no puedo cerrar este texto sin mencionar a Julio Iglesias exmarido de Isabel Preysler, madre de Tamara Falcó, cuya afición al vino es conocida por todo el sector.
El cantante tiene predilección por los grandes vinos del mundo como Vega Sicilia, Lafite Rothschild, Romanée Conti o el que aquí traigo a colación que no es otro que la considerada mejor Merlot del planeta: Petrus, 2018, Pomerol, Burdeos. 8.500 euros.
Con Château Margaux posiblemente la referencia más famosa de Burdeos y uno de los más prestigiosas del mundo, de ahí lo prohibitivo de su precio.
Pocas maneras hay mejores de cerrar un texto sobre vino.