Coles de Bruselas: dales una oportunidad ¡por favor!

Gozan de una inmerecida mala fama. Quizás sea por el olor que desprenden al cocinarlas o por su sabor ligeramente amargo, pero sea por lo que sea, las coles de Bruselas no son de las verduras más apreciadas.

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Y es una equivocación porque se podrían considerar un auténtico 'superalimento' debido a la enorme cantidad de beneficios que proporcionan a nuestra salud, por un lado, y también porque en la cocina nos pueden dar grandes alegrías dada su gran versatilidad.

Las coles de Bruselas también reciben el nombre de repollos pequeños y pertenecen a la familia de las crucíferas, que es la misma de la col, brócoli o coliflor.

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Algunos autores ubican su origen en Italia, pero parece ser que el cultivo de estos repollitos comenzó hace más de un siglo en el norte de Francia y en Bélgica, cerca de Bruselas.

Hay distintas variedades -según tamaño, sabor, color y época de recolección- y son las yemas que se forman a lo largo del tronco de la planta del mismo nombre hasta que alcanzan esa característica forma de 'bolita' con distintas capas.

Antioxidantes, digestivas y buenas para el corazón

Quizás la única contraindicación que tienen es que producen flatulencias porque, por lo demás, los beneficios de las coles de Bruselas para la salud son múltiples.

Ricas en fibra, vitamina C y potasio, contienen bastante agua pero son las que más calorías aportan, de su género, a nuestro organismo -y tan solo son 38 por cada 100 gramos-.

Su capacidad antioxidante las convierte en aliadas para el corazón y para prevenir el estrés oxidativo del cuerpo. Ayudan a hacer la digestión y a regular los niveles de azúcar en la sangre.

Cómo comer las coles de Bruselas

Lo más normal es cocinarlas al vapor o cocidas, pero también se pueden tomar crudas, eso sí, de esta manera resultan más amargas y pueden provocar más gases que de la primera.

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Otras formas de preparar las coles de Bruselas son al horno, salteadas, a la brasa... Y a partir de ahí, incorporarlas en platos de todo tipo como ensaladas, pastas, arroces, guisos, guarniciones, etc. Aquí te dejamos 7 ideas.

RECETAS FÁCILES CON COLES DE BRUSELAS

Paso a paso: ensalada de coles, manzana y anacardos

Al ser miembro de la familia de las crucíferas, puedes comer coles de Bruselas crudas, al igual que el repollo, el brócoli o la coliflor. Tienen un toque amargo, como por ejemplo la escarola, pero a nosotros nos parece muy rico y perfecto para ensaladas.

Paso a paso: coles de Bruselas gratinadas con castañas

Este entrante se nos antoja como uno de los platos otoñales e invernales que más nos apetece tomar. Horneamos las coles junto a unas castañas para después gratinarlas en el horno con huevo batido y queso emmental

Paso a paso: cintas de pasta cremosas con coles y beicon

Esta es una de nuestras recetas favoritas con coles de Bruselas. Es una especie de pasta a la carbonara -lleva nata y esto hace que no sea 'la auténtica'-, con beicon y con esta 'superverdura', llena de propiedades saludables.

Paso a paso: coles de Bruselas con miel y parmesano

Les damos un toque dulce, en esta receta, que les viene muy bien a las coles para suavizar su sabor ligeramente amargo. Este plato es ideal para tomar como entrante o como guarnición de carnes, pescados, aves, etc.

Paso a paso: risotto de espárragos y coles de Bruselas

Esta variedad de repollo también resulta muy agradable cocinada con otros ingredientes como arroces, pastas y otros cereales. Las vamos a incorporar a un cremoso risotto al que pondremos también unos espárragos trigueros.

Paso a paso: menestra de coles y setas con seitán

Este plato, además de nuestras protagonistas, incluye numerosos ingredientes (seitán, setas, frijoles...) y bastantes especias (chile, jengibre, pimienta, etc). La combinación de todo ello da como resultado una menestra con un sabor y un aroma espectaculares.

Paso a paso: coles de Bruselas con chorizo y arroz

Esta es otra forma de preparar un arroz con coles, quizás algo más contundente, pues también incorporamos chorizo, además de cebolla, ajo, caldo de verduras, etc.