Estas terrazas guardan curiosas historias y leyendas y son el refugio más apetecible para las cenas de verano. Escondidas en mitad de la ciudad, en patios, jardines y azoteas a los que a veces solo se llega… con claves secretas.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Estas terrazas guardan curiosas historias y leyendas y son el refugio más apetecible para las cenas de verano. En la plaza Mayor de Madrid, un palacio de Málaga, entre palmeras centenarias en Sevilla o con las mejores vistas de Valencia. Te desvelamos el secreto mejor guardado de estos restaurantes y bares escondidos en mitad de la ciudad, en patios, jardines y azoteas a los que a veces solo se llega… con claves secretas.
1. FORTUNY HOME CLUB. Calle Fortuny, 34. Madrid.
En esta terraza se han vivido algunas de las historias más glamourosas de la noche madrileña de los años 90 y ahora vuelve a ser un sitio de moda. Fortuny Home Club ocupa un palacete de estilo francés del siglo XIX en el que se recrea el universo del artista Mariano Fortuny y Madrazo.
Atravesamos el portalón de entrada y, a pie de calle, aparece un gran patio con vegetación, fuentes y estatuas clásicas que invita a disfrutar de las cenas de verano. Dentro del palacio nos esperan el restaurante italiano Benedetto, la Coctelería Henriette y la terraza cubierta, la Cúpula Garden, con una estructura de hierro y tela creada por Fortuny bajo la que se presentó Tristán e Isolda de Wagner, en Milán. Esta escenografía se abre en verano y el espectáculo ahora es gastronómico: gazpacho de fresón con picadillo de gambas; berberechos de Noia al aroma de coco y lima, taquitos de salmón con aguachile de maracuyá y chips de plátano y otras delicias hacen su aparición.
2. EL CAFÉ DE LA PLAZA. HOTEL PESTANA PLAZA MAYOR. Calle Imperial, 8. Madrid.
Si quieres tomarte una auténtica ‘cup of coffee’ in Plaza Mayor, o mejor aún, unas tapas castizas y un buen arroz alejado de todas las miradas, debes entrar al Hotel Pestana Plaza Mayor. Un hotel de lujo que recrea en su decoración algunos de los símbolos más reconocibles de la plaza, como la pintura que decora la Casa de la Panadería, y en su interior oculta un acogedor restaurante, El Café de la Plaza, en un patio con techo acristalado al que se accede desde la misma Plaza Mayor (el hotel también saca terraza a la plaza) y también desde la Calle y ocupa el espacio de la antigua estación de bomberos de Madrid.
El chef Borja Veguillas crea una carta en la que se mezcla la esencia castiza y la mediterránea, y una de sus novedades son los arroces en raciones individuales y sin reserva, para que no te prives de saborear para ti solito un Arroz a banda, el Negro con chipirones o el de Presa ibérica al carbón y alcachofas.
3. CASA OZAMA. Avda. de la Borbolla, 59. Sevilla.
En un elegante palacete modernista de 1912, a un paso de la Plaza de España y con vistas al Parque de María Luisa, está Casa Ozama, con una oferta gastronómica diversa y divertida repartida por sus cuatro plantas, una decoración impactante y, lo que queríamos contarte, un jardín que es un auténtico vergel con más de 800 m2, que se convierte en uno de los espacios más deseados de Sevilla. Lo encontrarás salpicado pérgolas, parterres, y una preciosa vegetación, con palmeras centenarias, jazmines, rosales, buganvillas, limoneros y olivos... ¡un auténtico oasis sevillano!
4. PATIO DE MAHOU. Serrano, 122. Madrid.
El terraceo de los más cervecistas, el Patio Mahou, ocupa este año un lugar muy exclusivo en Madrid: los jardines del Museo Lázaro Galdeano. En este espacio histórico se unen experiencias en torno a la cultura cervecera, la gastronomía y la música. Puedes poner a prueba tu habilidad para tirar una buena caña, habrá catas a ciegas, maridajes y talleres de elaboración.
De la parte gastro se ocupa el chef Fran Vicente, con propuestas donde también se incluye la cerveza: Roll de salmón marinado en Mahou 0,0 Tostada, un Hot Dog con sala de Mahou Barrica, o los nachos con pulled pork. Y en el calendario musical, además de DJ sessions, el escenario acogerá conciertos acústicos dos días a la semana. El aforo en este lugar de encuentro rendido al lúpulo es para 400 personas y el Museo colaborará en talleres de pintura, fotografía y videojuegos.
5. Restaurante BALAUSTA. Hotel Palacio Solecio. Granada, 61. Málaga.
En el centro de Málaga, justo enfrente de la iglesia de Santiago donde fue bautizado Picasso, se encuentra el hotel Palacio Solecio y dentro, en su patio interior, el coqueto restaurante Balausta. Este nombre hace referencia al fruto del granado. Si te fijas en su fachada, verás que las granadas decoran las ventanas enrejadas, en unas antiguas pinturas de trampantojo. Y como el hotel y el restaurante se encuentran en la calle Granada… pues todo cuadra.
Una vez dentro de este palacio del siglo XVIII y acomodado en la mesa, prepárate para disfrutar de la gastronomía de Balausta que está en manos de José Carlos García (con una estrella Michelin en su restaurante de Málaga), junto con Marcos Granados como jefe de cocina. Te vas a comer la historia malagueña y ahora, en verano, los sabores más frescos, como la ensalada de tomate Amela de Motril, el gazpacho verde de albahaca, la mojama suave de salmón, remolacha, granada y mostaza o un tartar de ventresca de atún rojo, gazpachuelo frío de tomates secados al sol y encurtidos vegetales.
6. LAS BRASAS DE LA CASTELLANA. HOTEL ROSEWOOD VILLA MAGNA. Pso. Castellana, 22. Madrid.
El renovado Hotel Rosewood Villa Magna de Madrid tiene muchos rincones que no te esperas. Atraviesa el hall del hotel y elige. El antiguo patio es ahora la terraza Tarde.O, con oferta de cócteles y tapas y ambiente cálido donde las tardes se alargan. Y en los jardines del hotel, con árboles enormes que te harán sentir muy lejos del corazón urbanita de Madrid, tienes la terraza del restaurante Las Brasas de Castellana. Aquí puedes tomar desde el desayuno a la cena, sin olvidarte del Brunch de los domingos.
En verano estos espacios se amenizan con música en directo. ¡Ah!, y para ponértelo más fácil, el hotel ofrece un servicio de aparcacoches y tres horas de parking sin coste.
7. PALACIO VALLIER. Plaza de Manises, 7. VALENCIA.
Este hotel boutique del centro de Valencia, en la plaza de Manises, es una joyita arquitectónica, un palacio modernista que ha pasado por múltiples vidas (y muy variopintas) hasta convertirse en un alojamiento de lujo. Dentro atesora una de las mejores terrazas de Valencia, decorada con una vegetación exótica, elegante mobiliario y con las vistas de toda la ciudad sin apreturas: cuenta con casi 1.000 m2.
Su coctelería Lladró Lounge es otro espacio a descubrir, con el ambiente de los años 30 y un buen equipo de bartenders. Y el restaurante, La perfumería, que tomó ese nombre tras encontrarse restos arqueológicos de una perfumería romana del siglo III, y se encarga de la carta de la terraza.
8. BELBO TERRENAL. Casp, 1-13. BARCELONA.
En Belbo Terrenal se unen por arte de magia ciudad y naturaleza, y la mezcla funciona. Dentro del Hotel Me de la calle Casp vas a encontrarte con un impresionante espacio de 1000 m2 que ocupa todo el interior de manzana del Eixample. Y allí mismo tienen un huerto urbano que abastece a una parte de la carta que probarás en este oasis verde de Barcelona, rodeado de árboles frutales, plantas aromáticas y lechugas.
En Belbo Terrenal (con una zona interior y la terraza rodeada del huerto) manda la cocina mediterránea con especial atención a la oferta veggie. En Bebo Fasto elaboran cocina italiana, en un espacio elegante y sofisticado. Y Belbo Luma ofrece coctelería artesana con sus propios destilados en un ambiente clásico. La guinda te espera en las alturas, en la rooftop con piscina climatizada y vistas a la plaza de Catalunya, Montjuic, Tibidabo y la Sagrada Familia.
9. EL PATIO DE LA ANCHA. Zorrilla, 7. Madrid.
La Ancha es ese lugar donde se va a disfrutar de la cocina rica y sin complicaciones. La de toda la vida con los gustos actuales y que nunca defrauda. Además, siempre hay unos fuera de carta ¡tan tentadores! Desde los boquerones fritos a las ya famosas tortillas guisadas con almejas o con callos, los mejores pescados del día y platos de cuchara. Y el archiconocido Armando… ¿qué no lo conoces? Pues es el rey de la carta, un escalope que se sale del plato y se sirve con huevo a baja temperatura y trufa ante tus ojos.
Todo esto puedes saborearlo en el patio de La Ancha de la calle Zorrilla, un patio interior que la familia Redruello comparte con su vecino Hotel Soho Boutique Congreso, sí, justo detrás de ‘los leones’ de la Carrera de San Jerónimo, y en el que estarás en la gloria.
10. CLUB 67. ONLY YOU BOUTIQUE HOTEL. Barquillo, 21. Madrid.
En las alturas del Only YOU Boutique Hotel ha reabierto ‘Club 67’, un restaurante clandestino al que no es sencillo llegar. Esta terraza secreta, para tan sólo veinte comensales, tiene una propuesta gastronómica inspirada por algunos de los platos más emblemáticos de la cultura japonesa elaborados por el sushiman Manuel Icardo: nigiris, makis, temakis… y como plato fuerte, la Konro BBQ japonesa, con 120 g de wagyu chileno.
La reserva de mesa se realiza a través de WhatsApp y para acceder al espacio seguirás un divertido ritual: tendrás que pasar por la recepción, dar tu contraseña y comenzar así la experiencia que te llevará hasta este lugar secreto en el que te sentirás como un auténtico ‘gato’ divisando los tejados del barrio madrileño de Chueca.
11. El BAR Central. Elisabets, 6. Barcelona.
La cafetería Satan's Coffee Co. y Stefano Colombo (Xemei) se encargan de la cocina del Bar de la librería La Central del Raval. Los jardines de la Casa de la Misericordia rompen su ‘clausura’ y se convierte en una terraza para compartir la lectura con sus ensaladas, sándwiches y helados. El patio principal es una fantasía gótica con palmeras, ficus gigantes y naranjos, que han recuperado sacando del olvido adoquines y baldosas centenarias. La otra es el patio de la antigua casa del cura donde se respira una calma monacal a un paso de la Rambla. Se puede acceder desde Elisabets o, como no podía ser más apropiado, desde la sección de gastronomía de la librería.
12. NOMAD FOOD & BAR. Prado, 18. Madrid.
El Hotel Vincci Soho oculta en su interior todo un tesoro para el terraceo, aunque para acceder a él hay que adentrarse en el cuatro estrellas y pasar por un bar (el gran carrusel) y una terraza acristalada. Por fin, se llega a este espacio, exultante de plantas y con cúpulas vegetales, obra de la decoradora Alejandra Pombo.
¿Y qué se come aquí? Pues desde el tapeo más patrio (croquetas y salmorejo) a la cocina de aquí y de allá (gyozas thai, tacos y tiraditos) hasta pastas, pescados y carnes en elaboraciones originales, como el lingote de cochinillo con crema de cacahuetes o tataki de lomo alto madurado con endivias. La parte líquida viene bien servida de cervezas, vinos, zumos, batidos naturales y combinados muy veraniegos, desde el Aperol Spritz al mojito.
13. MAR MÍA. Hotel Ocean Drive. Pza. de Isabel II, 7. Madrid.
En Madrid no hay playa, como dice la canción. Pero si te decimos que justo enfrente del Teatro Real de Madrid, en la plaza de Ópera, vas a comerte lo mejor del Mediterráneo en un nuevo ‘chiringuito’ urbano... ¿Cómo te suena? Los arroces de Casa Elías, los pescados a la brasa de Estimar y el tapeo levantino más gastronómico de Manero se unen en Mar Mía y, además, los hits de la carta de este trío de ases se pueden disfrutar en una terraza ‘playera’ que ocupa el patio interior, lleno de luz, donde si cierras los ojos hasta creerás oír las olas del mar. Vaya, vaya, que al final te vas a sentir como en la playa cuando empiecen a desfilar las gambas de Palamós, los salazones, el pescado frito o en adobo y ese arroz con conejo y caracoles de fina capa y su socarrat.