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10 vinos perfectos y desconocidos para disfrutar en la época estival

Vinos diferentes que te van a sorprender y con los que quedarás como un auténtico 'winelover'


12 de julio de 2022 - 12:30 CEST
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Ya sabes que, en ¡Hola!, lo normal es que los protagonistas de sus noticias, y reportajes, sean famosos, alta sociedad, profesionales cuyo prestigio trasciende a su propio oficio, aristocracia… etc. Pero en el mundo del vino, una de las misiones del buen divulgador es no resultar obvio, y poner en conocimiento de sus lectores proyectos con menos fama de la que merecerían, más si tenemos en cuenta la enorme calidad de alguna de las siguientes joyas líquidas.

Por ello hoy vengo con diez vinos perfectos para disfrutar en la época estival. La colección de alhajas de Elizabeth Taylor palidecería ante la próxima terna y más si tenemos en cuenta que además son de lo más asequible:

Empezamos este viaje hacia lo (hasta ahora) desconocido.

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1. Pago de Valdoneje, 2020, D.O. Bierzo. 6,95 euros.

El Bierzo es una D.O. en donde se están haciendo muchas cosas bien a muchos niveles. De tamaño mediano, la presencia de proyectos tan mediáticos como los de, por ejemplo, la familia Palacios pueden llegar a invisibilizar otras bodegas que están elaborando grandes vinos.

Es como con las Kardashian, que eran tantas y tan variadas, que, a veces, no nos fijábamos en Kanye West.

Pues espero que, con esta mención, podamos sacar de cierto anonimato a esta Mencía, que es de lo más fácil de beber que vais a encontrar por ahí.

2. La Maldición, Malvar de Valdilecha, 2019, D.O. Vinos de Madrid. 12,40 euros.

No, no estoy hablando de los Kennedy o de los Grimaldi, esta Maldición se bebe y, por momentos, de manera frenética. Su productor, Marc Isart, es de auténtico culto. Nunca ha elaborado un vino que no sea bueno y esta Malvar madrileña no es una excepción. Merece más foco.

Perfecta para ser el primer vino de una velada.

3. Carles Andreu, Trepat, 2019, D.O. Conca de Barberà. 13,95 euros.

En este tinto de fresqueo es desconocida hasta su región, ya que la zona de Conca de Barberà tampoco es que esté en boca de todos, no es precisamente la Rosalía de las Denominaciones de Origen. Pero van avanzando, y es que, como nuestra actual catalana más universal, la Trepat genera unos tintos de asombrosa fluidez.

Servida algo fresquita hará que una botella se te haga corta. Perfecta para el chicken teriyaki.

4. Cuatro Ojos Wines, Desvelao, Vino Blanco de Cádiz. 16 euros.

Pocas provincias resultan más atractivas en el verano que Cádiz, aquí nos vamos al Puerto de Santa María con tres enólogas que están haciendo vinos muy interesantes. Para mí se deberían llamar Seis Ojos, pero dejando polémicas aparte estamos ante una Moscatel seca con un poco de crianza biológica, velo de flor.

Está buenísimo, aunque he sido incapaz de saber cuál es la última añada a la venta, no lo he visto en ninguno de las tiendas en las que la venden, y me parece una fenomenal manera de homenajear a todos esos artistas que siempre maquillan su edad. Los que llevan cumpliendo cuarentaytantos las últimas dos décadas.

5. Bodegas Abeica, Garnacha, 2020, D.O.Ca. Rioja. 24,50 euros.

Bodega familiar que es ahora, con la quinta generación, donde están empezando a asomar al sitio que merecen a tenor de cómo está la Garnacha riojana que aquí nos ocupa. Tan agradable como compleja, tan frutal como adictiva, los cuatro hermanos responsables de este proyecto van camino de hacerse tan famosos como las hermanas Olsen. Sería lo suyo.

6. Bodega Valdemonjas, Los Tres Dones, 2015, D.O. Ribera del Duero. 25,25 euros.

Se que para el consumidor más tradicional todo listado de vinos quedaría huérfano si no incluyera un Ribera del Duero. Pues aquí lo tenéis.

Eso sí, ya voy advirtiendo que este vino no es del todo lo que os pensáis que es un Ribera del Duero y es que esta Tempranillo es de lo más fresca. Muy Jennifer Lawrence. Por ello es perfecto para una barbacoa, fiesta piscinera o similares, ya que no te cansas de beberlo y tiene estructura para poder lidiar con cualquier cosa que echéis en las brasas.

7. Bodegas Campestral, White Ancestral, 2020, Vino sin D.O. pero de Arcos de la Frontera (Cádiz). 27,50 euros.

Un ancestral, o pétillant natural (pet nat), es un espumoso cuya burbuja proviene de la fermentación, única, en botella. Se llama ancestral porque fue un estilo pionero (también, parece ser, involuntario), data del s.XIV situando su origen en la región de Occitania (en concreto Limoux).

Vamos que tiene la misma antigüedad que la casa de Alba resultando su consumo, también, de lo más entretenido. Probadlo.

8. Valdelacierva, Garnacha, 2019, D.O.Ca. Rioja. 29,60 euros.

Otra Garnacha veloz dado lo poco que dura una botella, eso sí, aquí ya estamos ante un tinto más nocturno, perfecto para una cena algo reposada ya sea como plan en sí misma, o como preludio de una larga noche de verano. Como esas que cuentan que se pegaban en la marbella de los 70. Una pena habérmelo perdido, aunque el Marbella Club sigue en plena forma, que lo sepáis. Brindemos por D. Alfonso de Hohenlohe.

9. Bodegas Astobiza, Malkoa, 2016, DO Arabako Txakolina. 31,90 euros.

Volvemos al blanco, estilo de vino que se considera, erróneamente, más vinculado a estas temperaturas calurosas. Menciono lo de erróneo ya que si el vino tiene equilibrio no hay estación del año que se le resista.

Por otro lado, resultan de lo más evocador los veranos en el País Vasco, ya sea español o francés. Biarritz, San Juan de Luz, Getaria, San Sebastián son emplazamientos que recuerdan a casinos, grandes hoteles, veraneos lujosos plagados de bañistas de traje blanco largo, raqueta de tenis y buscavidas de novelas policiacas. Aquí realmente no estamos en ninguna de estas localidades si no en Okondo, municipio pequeño de precioso paisaje forestal ubicado en Álava, pero limítrofe con Vizcaya.

Al igual que en el caso anterior no estamos ante un blanco ligero de tomar muy frío mientras ocurren cosas más importantes. No. Es un vino de enorme complejidad que necesita tiempo y paciencia, es un evento en sí.

Sería perfecto para servir en la gala del MET.

10. Jade Gross, Piano Piano, 2020, DOCa Rioja. 35 euros.

Jade Gross no es famosa, pero lo va a ser, y más si sigue a este ritmo.

Resumiendo una barbaridad: nace en Hong Kong, donde reside hasta los 18 años, de ahí se va a Nueva York a estudiar Ciencias Políticas, sigue con su formación en Praga y de ahí se va de cooperante a Goa en donde lo que ve no le gusta y tiene la epifanía de estudiar cocina. Va a Francia, acaba en Mugaritz y se coloca en su taller de I+D. Ya en ese puesto es donde conoce al “jefe” Abel Mendoza (viticultor de referencia en la región), entablan amistad y, unos años después, en San Vicente de la Sonsierra que está haciendo ya grandes vinos. Y todo esto naciendo en 1987.

Jade es de este tipo de gente que te hace sentir que una vida da para mucho más de lo que te está dando a ti. En fin, disfrutemos sus vinos que no tengo yo claro que se mantengan a estos precios mucho tiempo.