Después de la lacrimógena noche en la que Jokin se convirtió en el expulsado de MasterChef 10, los concursantes han tenido que enfrentarse a una de las pruebas míticas preferidas de los jueces, la subasta, donde cada uno de ellos ha pujado con el tiempo de su propio cocinado, uno de sus bienes más preciados en cualquiera de los retos, como moneda de cambio. Con Raquel Meroño, ganadora de MasterChef Celebrity 5, como invitada de la noche, los aspirantes han cocinado utilizando manitas de cerdo, patas de conejo y patas de cangrejo real, entre otras extremidades, para elaborar un plato que a muchos les ha dejado en shock durante el reto. Muy desubicados en general, Adrián ha sido el mejor de la noche, ganando una experiencia gastronómica en el restaurante de Toño Pérez: "Ahora que estoy aquí sí me veo en la final porque he venido a ganar, ¿por qué no? Que te digan que eres el mejor, tela", ha dicho el participante en la noche en la que Claudia ha sido eliminada, quedándose a las puertas de la semifinal.
La prueba de MasterChef en WAH Madrid
Tras la primera prueba, tocaba prueba de exteriores se trasladó al espacio donde se desarrolla WAH, en Madrid. Un evento que aúna música y gastronomía, y que ofrece la posibilidad de viajar por el mundo a golpe de sabores y acordes. Aquí se bailan algunas de las canciones más famosas de la historia y, a la vez, se degustan platos de los cinco contienentes.
Verónica, Patricia, María, David, Claudia y Adrián han tenido que realizar dos menús para 60 artistas en los que han reinterpretado los hits más conocidos a nivel nacional e internacional. Durante el cocinado, donde los concursantes han elaborado un scone de roast beef con perlas de menta y brandy titulado Bohemian Rhapsody o un bocata de boquerón con salmorejo y jamón llamado No estamos lokos, David ha tenido que parar para tranquilizarse por un ataque de estrés.
"Se me está cruzando el cable, me está saliendo el demonio. Espérate, espérate que me relaje. No voy a terminar, tengo que parar, de verdad te lo digo", ha dicho a sus compañeros mientras Jordi le ha apartado del grupo para que intentara explicarse y relajarse. "Tengo muchísima ansiedad ahora mismo. Me voy a tener que ir de la cocina porque la voy a liar. Me estoy agobiando", ha reconocido el concursante muy nervioso. Y aunque minutos después parecía que se había tranquilizado, el aspirante ha vuelto a enfadarse cuando no encontraba unos trapos, explicando en ese momento que la manera de evadirse de estas disputas emocionales es con el ejercicio físico y la meditación. "Por eso medito y hago tanto deporte. Llevo una vida muy ordenada. No es por otra cosa, es porque tengo un carácter muy explosivo y tengo que controlarlo", ha añadido el aspirante, que finalmente ha ido a la prueba de eliminación junto a Adrián y Claudia.
Ya de vuelta al plató, Vero, María Lo y Patricia han subido a la galería y sus compañeros han tenido que demostrar que se merecían el pase a la semifinal de MasterChef 10 con una prueba sobre el Food Pairing, una herramienta que ayuda a los cocineros a diseñar nuevas recetas o reinventar platos. Junto a Toño Pérez (3 soles Repsol), Jordi Cruz les ha enseñado la teoría y les has mostrado un ejemplo práctico con alimentos aparentemente dispares para que elaboraran un plato con todo lo aprendido, mientras Pepe Rodríguez se ha puesto la chaquetilla para demostrar que no era tan complicado como a ellos les parecía. Tras mucha tensión, los tres concursantes han hecho una gran prueba de eliminación, aunque finalmente los jueces han decidido que Claudia fuera la eliminada de la noche.