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Si hay un pescado que levanta pasiones en todo el mundo, ese es el bacalao. De distintas procedencias, el más consumido es el del Atlántico.
Se trata de una especie migratoria que suele morar en mares de agua muy fría, como el Báltico, el del Norte y el océano Atlántico. También habita en la costa de América del Norte (desde Nueva Inglaterra a Labrador), la costa sur de Groenlandia y la costa de Irlanda, así como en el Pacífico y en el Ártico.
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Nos ofrece varias posibilidades para tomar tanto en fresco, como congelado o en salazón. En España somos grandes consumidores de esta especie de la familia de los gádidos, y no solo en Semana Santa, que es la época más fuerte. Y gran parte del bacalao que tomamos procede de Noruega.
También en otros momentos del año, como primavera y verano, lo incluimos en nuestra dieta: por su sabor, sus propiedades nutritivas y saludables y por una versatilidad culinaria que no tiene fin.
¿Qué aporta el bacalao a nuestra salud?
Los beneficios del bacalao están bien contrastados, por lo que es una razón muy a tener en cuenta para introducirlo en todo tipo de dietas. No en vano, su carne es muy magra, con un contenido de grasa inferior al 3% y sin apenas hidratos de carbono. De hecho, el 96% de las calorías en una porción de bacalao vienen de las proteínas y éstas, además, aportan todos los aminoácidos esenciales que el cuerpo necesita.
Además, una porción de bacalao de 150 gramos cubre la ingesta necesaria diaria de Omega 3. La vitamina A presente en este pescado es necesaria para una buena visión y fortalece el sistema inmunológico mientras que la B12 ayuda al organismo a formar nuevas células. De igual manera, el bacalao fresco contiene selenio, que protege nuestro organismo de agentes contaminantes externos, contrarrestando el daño causado por los radicales libres, y es una gran fuente de yodo.
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Tomar bacalao en verano
En Noruega lo han bautizado como el 'oro blanco' y, desde el Consejo de Productos del Mar de Noruega, aspiran a desestacionalizar su consumo para que lo incorporemos a recetas más ligeras y veraniegas.
El bacalao fresco tiene infinidad de posibilidades y además está disponible todo el año. Se trata de un pescado que se adapta perfectamente al recetario tradicional, así como a los platos más novedosos. Su sabor y sus nutrientes hacen que sea el aliado perfecto, por ejemplo, para los diferentes platos de temporada, incluidas las refrescantes ensaladas, carpaccios y tartares, sin olvidar los platos al horno y un sinfín de posibilidades por explorar.
Te mostramos 5 propuestas para cocinar con bacalao fresco especialmente pensadas para la época estival.
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