Fotografiar alimentos, platos, productos, restaurantes, chefs... tiene su técnica y no es nada fácil. Influyen muchos aspectos para transmitir todo lo que hay detrás de la gastronomía. Hay auténticos expertos en la materia y así lo reconoce el concurso Pink Lady Food Photographer of the Year, uno de los certámenes de fotografía más importantes a nivel internacional.
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Pink Lady es una marca de manzanas únicas en el mundo, que se cultivan en Lleida y Girona siguiendo el ciclo natural del árbol y desde hace once años celebra este atractivo certamen centrado en imágenes en torno a la gastronomía, unas fotos que, por cierto, se pueden contemplar en la galería Síntesis Digital Lab (calle Téllez, 19. Madrid), la primera exposición en España de este prestigioso concurso y estará abierta al público con las imágenes ganadoras de este año.
Autumnal Woodland Apple Party, de Amanda Farnese Heath (Reino Unido)
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Pink Lady Food Photographer of the Year está abierto a profesionales y amateurs de todo el mundo y pretende poner de relieve la creciente importancia de una nueva disciplina artística: la fotografía gastronómica, auspiciada por el auge de lo culinario y de las redes sociales. Cuenta con un jurado de reconocidos fotógrafos y expertos en gastronomía, presidido por por el legendario fotógrafo gastronómico David Loftus.
Destaca por la calidad de los trabajos recibidos: instantáneas que, más allá de su belleza estética, son capaces de contar historias, mostrar la realidad y las costumbres de diferentes culturas e, incluso, servir de denuncia social.
El primer premio de Pink Lady Photographer of the Year
Se han recibido miles de candidaturas de 60 países distintos. Kebabiyana, del fotógrafo indio Debdatta Chakraborty, se alzó con el primer premio de la categoría principal; tomada en Khayyam Chowk, un callejón de Srinagar —ciudad ubicada en el valle de Cachemira—, y evoca el trabajo en los numerosos puestos de comida que, de noche, se extienden a lo largo de esta calle, dotándola de un sabor muy especial y de un halo casi misterioso. «Khayyam Chowk no es muy diferente durante el día de otras calles de Srinagar, pero de noche, cuando los vendedores encienden sus hornos de carbón, el aroma y el humo de los kebabs wazwan convierten este callejón en un paraíso para los amantes de la comida», declara el autor.
Kebabiyana, del fotógrafo indio Debdatta Chakraborty, se alzó con el primer premio de la categoría principal; tomada en Khayyam Chowk, un callejón de Srinagar
Otros premios a las mejores fotografías gastronómicas del mundo
Autumnal Woodland Apple Party, de Amanda Farnese Heath (Reino Unido), resultó ganadora de la categoría Pink Lady® Apple a Day, que premia imágenes protagonizadas o relacionadas con las manzanas; en este caso, la autora pidió a un grupo de niños que idearan su tea party perfecta y luego la recreó en un precioso bosque escocés.
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Por su parte Traditional Skill, de Chen Ying (China), obtuvo el máximo reconocimiento en otra de las categorías principales, Champagne Taittinger for Celebration —tomada en una pequeña granja en China, la instantánea muestra una familia reunida para cocinar las tradicionales albóndigas rellenas de arroz, que auguran prosperidad para el Año Nuevo—, mientras que el Overall Winner de Errazuriz Wine Photographer of the Year, que premia fotografías relacionadas con la viticultura, fue John Wyand (Reino Unido) con Gathering prunings on Corton Hill, que muestra la poda de invierno en los viñedos de Corton Hill, en la zona de Borgoña.
Traditional Skill, de Chen Ying (China)
Además, este año se premia por segunda vez la categoría en homenaje de Claire Aho, una de las fotógrafa más importantes de Finlandia: el Premio Claire Aho para Fotógrafas. La foto ganadora de la segunda edición de esta mención tan especial ha sido Marguerite Oelofse, con su magnífico retrato At the table, tomado en Sudáfrica y planteado como una postal impresionista de Henri Matisse.