Después del asombro del programa anterior en el que el jurado de MasterChef 10 decidió no expulsar a nadie por lo bien que habían realizado la prueba de eliminación, el talent de TVE ha sorprendido a todos con una doble expulsión: Iván, que se ha ido en el primer reto de la noche; y Paula, que ha sido la peor con el delantal negro. Para empezar, los concursantes se han enfrentado a una caja misteriosa de la que han tenido que escoger seis ingredientes y cocinar un plato al que añadir un alimento como la okra, la verdolaga o el enoki. Tras las elaboraciones, Verónica, María Lo y David han conseguido cada uno un pin dorado de la inmunidad que pueden utilizar cuando quieran, mientras que el comercial madrileño de 38 años se ha convertido en el primer eliminado de la noche. "Me ha salido todo mal. Hay que asumir la derrota y se acabó esta experiencia. Ha sido un placer compartirla con todos ellos. Me lo merezco", ha dicho el participante.
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En la prueba de exteriores, los concursantes han tenido que cocinar para los 1000 voluntarios que representan a los 50.000 trabajadores y seis millones de socios de la ONG de Médicos Sin Fronteras, que celebra su 50º aniversario. Divididos en dos equipos, capitaneados por los chefs Basem Alawartany y Jan Hendrik van der Westhuizen, los participantes han servido dos menús internacionales: uno dedicado a la cocina libanesa y otro a la sudafricana. Con la visita de Joan Manuel Serrat, que ha ido probando las elaboraciones, los aspirantes han tenido que trabajar hablando en las lenguas maternas de los cocineros: árabe y afrikáans, lo que ha provocado una locura en el cocinado. "No participaría en MasterChef Celebrity porque sería un abuso", ha revelado el intérprete de Mediterráneo.
Ya en plató, con María Lo, Verónica, Paula, Teresa, Eva y Julia en el reto de eliminación por haber sido las peores de la prueba de exteriores, las concursantes se han enfrentado a un plato básico de la cocina inglesa como es el yorkshire pudding with gravy and roast beef, una mezcla entre pan y una masa ligera de bollería, parecido a un soufflé y con una textura mucho más tierna. Aunque dos de las seis aspirantes, Verónica y María Lo, podían haber utilizado su pin de la inmunidad para no arriesgarse, han preferido cocinar y demostrar que todavía no era su momento. Finalmente, con Belén López visitando las cocinas y probando las elaboraciones, Paula ha tenido que despedirse de esta experiencia.