Cierto es que su aspecto nos recuerda al de una pizza clásica. Y cierto es que, en realidad, el origen de la Pissaladière está en suelo italiano. En concreto, en la región de Liguria donde, allá por siglo XV, comenzó a elaborarse una especie de pizza llamada Pissalandrea, a base de cebolla y anchoas creada, según cuentan, en honor al almirante genovés Andrea Doria. Sin embargo, la receta que hoy nos ocupa se escribe con acento francés…
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La Pissaladière es una sabrosa alternativa a la pizza tradicional
De aquella receta italiana (que, con el tiempo, incluiría también entre sus ingredientes el tomate llegado de América), surgió en la vecina Niza como variante la rica Pissaladière, algo nada extraño, dada la gran proximidad geográfica entre Liguria y la Riviera francesa. Una de las grandes diferencias es que esta última prescinde del tomate. Pero sí conserva como ingredientes básicos la cebolla, que se pocha a fuego muy lento junto con algunas hierbas provenzales, y ese pronunciado sabor marinero.
De hecho, el nombre de Pissaladière procede de Pissalat, una pasta elaborada con pescados como anchoas y sardinas maceradas con la que se hacía esta receta, pero que hoy es muy difícil de encontrar. Así, la mayor parte de versiones que se hacen actualmente incluyen filetes de anchoas en conserva.
Además, la base sobre la que dispone esa mezcla de cebollas y anchoas, es una masa más similar a la masa de pan (entre cuyos ingredientes se incluye aceite de oliva) que a la de pizza. Normalmente se le da forma rectancular, pero también podemos encontrarla con forma redondeada.
Anchoas, cebolla y aceitunas negras, ingrdientes básicos de la Pissaladière
Tampoco faltan en esta receta las tradicionales aceitunas negras típicas de Niza. Nos referimos a las aceitunas de la variedad conocida como caillette, de tamaño pequeño y sabor intenso, que incluso cuentan con su propia Denominación de Origen Controlada. No obstante, para nuestra receta podemos sustituirlas por otras aceitunas negras de nuestro gusto.
La receta que vamos a mostraros a continuación se inspira en la tradicional Pissaladière, pero -aviso a puristas- es nuestra particular versión. No se trata de una elaboración complicada, pero sí quiere de cierta paciencia si se quiere hacer la masa de forma casera (lo ideal es hacerla en casa aunque los más ‘impacientes’ pueden comprar masa de pan ya hecha), y también para dejar que las cebollas de cocinen muy despacio. Para acceder a su modo de preparación solo tienes que pulsar en la imagen inferior.
Paso a paso: 'Pissaladière'
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