En principio las salsas pueden parecer elabroaciones a evitar cuando queremos cuidar la línea y reducir calorías en nuestra dieta, porque se suelen asociar a elaboraciones poco ligeras. Pero esta idea no siempre se corresponde con la realidad, porque hay varias maneras de hacer que no sean tan calóricas.
Existen salsas que, sin dejar de aportar ‘alegría’ a nuestros platos, sí pueden ser más ligeras. Te vamos a demostrar a través de algunos consejos prácticos y de varias recetas, que cuidar la línea no tiene por qué estar reñido con su incorporación nuestros platos.
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Puedes aligerar la clásica mayonesa con mostaza o queso crema.
Alternativas a la mahonesa tradicional
Hay varias formas de aligerar esta salsa tradicional, en principio elaborada con huevo, aceite, sal y zumo de limón o vinagre.
- Una de ellas es elaborarla con una yema de huevo, una cucharita de mostaza, dos cucharadas de aceite, una cucharada de zumo de limón, 100 gramos de queso fresco blanco bajo en calorías y sal.
- Otra alternativa es usar 3 huevos cocidos, 250 gramos de queso fresco, 20 gramos de agua, 6 cucharadas de zumo de limón, 2 cucharadas de vinagre de manzana y sal.
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- Y otra más es preparar esta mayonesa 'light' con 3 cucharadas de queso crema desnatado, 1 cucharada de mostaza, 1 yema de huevo, sal y pimienta, a la que puedes agregar unas hierbas frescas picadas para darle un toque distinto.
Una salsa muy versátil que aporta frescor a tus platos.
Salsa de yogur
Esta salsa puede acompañar a todo tipo de platos: ensaladas, aves, carnes, pescados... Hay varias forma de prepararla de una manera más ligera. Una que nos encanta es mezclar 1 yogur cremoso desnatado con 1 cucharadita de zumo de limón, unas gotas de aceite, unos daditos de pepino muy picaditos, sal, pimienta y una o varias especias y/o hierbas aromáticas frescas muy picadas (menta, eneldo, albahaca).
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La salsa de setas va perfecta con platos de carne o arroces.
Salsa de setas
Las setas, al tener bastante agua, cuentan con pocas calorías (sólo 25 kcal por cada 100 gramos) y son perfectas para cocinarlas en forma de salsas ligeras. Lava y pica las setas para cocinarlas a fuego lento con un poco de aceite de oliva, ajo y cebolla picados. Añade leche desnatada, una pizca de harina, sal y pimienta y deja que espese a fuego lento. Sírvela tal cual o triturada con pescados, carnes, pollo, pastas o arroces.
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Puedes utilizar frutos rojos frescos o congelados y así preparar la salsa durante todo el año.
Salsa de frutos rojos para platos salados o dulces
Los frutos rojos (fresas, frambuesas, grosellas, etc) son una gran fuente de propiedades saludables y tienen poco poder calórico. Una forma ideal de cocinar salsas con ellos es simplente ponerlos a cocinar en un cazo a fuego medio-bajo con zumo de limón y alguna especia hasta que se deshagan. Si es para recetas saladas, puedes agregar sal y pimienta, y si es para postres, le va bien una cucharadita de miel o de cualquier otro edulcorante. Para que quede más fina, se puede pasar por la batidora.
Preparar salsas de frutas cuando están muy maduras es una forma de aprovechar todo en la cocina y evitar el desperdicio.
Salsa de manzana
Las manzanas tienen la ventaja de que posee un alto poder saciante y retardan la absorción de grasas, por lo que también son ideales para preparar salsas ligeras. Puedes hacer como con los frutos rojos, usarlas tanto en salado como en dulce. Una sugerencia es pelar 3 manzanas, quitarles semillas y rabo, trocearlas y cocerlas en un cazo con un vaso y medio de agua y el zumo de un limón hasta que se deshagan. Añade una pizca de sal y tritura si la vas a emplear en platos salados (carnes, aves...); si, por el contrario, la destinas a postres, le puedes agregar canela en polvo, vainilla y algún edulcorante (para tomar con otras frutas, flanes, cremas, etc).
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Las vinagretas le dan alegría a tus platos.
Vinagretas más ligeras
Las vinagretas son un condimento ideal para aderezar muchos platos, porque aportan grandes dosis de sabor, y suman menos calorías que muchas de las salsas tradicionales.
- Hay varias formas de prepararlas más ligeras como por ejemplo echar 2 cucharadas de aceite de oliva; 2 cucharadas de vinagre; 1 cucharadita de mostaza; 1 cucharadita de miel y una pizca de sal.
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- A una base de aceite, sal y vinagre podemos añadir vegetales como cebolla, pimiento, tomate, pepino muy picaditos y tendremos una vinagreta con pocas calorías también.
- Y otra opción más es usar algunas frutas como cítricos o frutos del bosque. Una idea es mezclar 1 cucharada de zumo de limón, 2 cucharadas de zumo de pomelo, 1 cucharada de zumo de naranja, 2 cucharadas soperas de aceite de oliva, sal y pimienta. Y también le añadimos trozos 'pelados a lo vivo' en gajos pequeños o en daditos.