Es un condimento que se le suele echar a multitud de elaboraciones como el hummus, las legumbres, los embutidos, las sopas, las salsas y numerosos guisos. El comino se usa mucho en la cocina de varios países mediterráneos, pero también de Oriente Medio y de África del norte, e incluso de Latinoamérica.
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¿Qué es el comino?
Es una planta herbácea, que tiene su origen en el sudoeste asiático aunque hoy se cultiva en numerosos otros lugares del mundo. Y son sus semillas finas y alargadas -parecidas a un grano de arroz pero más pequeñas- las que se emplean, desde la antigüedad, como condimento, enteras o molidas, crudas o tostadas.
Tiene un sabor característico amargo y un aroma dulzón. Y lo podemos encontrar blanco o negro. A veces se confunde con el anís, el hinojo y la alcaravea, conocida como comino de prado o romano, que tiene un sabor y aroma anisado y balsámico.
Propiedades saludables del comino
Las semillas de comino se emplean, además de como condimento en la cocina, cuando se extrae su aceite esencial, para aplicaciones terapéuticas, en perfumería y en cosmética.
Se le atribuyen numerosos beneficios saludables. Es recomendable para reducir el colesterol, el azúcar, la anemia y problemas de bronquios y/o estomacales así como para fortalecer huesos y dientes. Está considerado un antimicrobiano, un relajante natural y un antioxidante.
Cómo usar el comino en la cocina
Se puede consumir crudo y tostado y hay que usarlo de la manera justa y echar poca cantidad para que aporte el aroma y el sabor justos. Vale para aromatizar platos de arroz, carnes, aves verduras, salsas, pescados y mariscos.
Como muchas otras especias, si las tostamos, se potencia su sabor. Y también podemos molerlas recién tostadas. Aunque en ambos formatos las encontramos ya disponibles y listas para cocinar.
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En las legumbres se ha usado desde siempre por su efecto carminativo, es decir, para hacerlas más digestivas y evitar flatulencias.
El comino es parte indispensable de recetas como el humus, el curry, el garam masala, el ras-el-hanout, los kebabs, el cuscús, el queso gouda de cominos holandés...
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Y, dentro de la cocina española, lo llevan preparaciones como el gazpacho, el mojo picón, la morcilla, los callos, las berenjenas encurtidas, el ajo colorao murciano o los caracoles, entre muchos otros.
Ahí van algunas ideas para cocinar con el comino. 7 recetas diferentes en las que esta especia potenciará su sabor y aroma.
Paso a paso: ensalada de zanahorias con comino
Esta especia se utiliza en muchos tipos de ensaladas y en la cocina de Marruecos y en algunas zonas de Andalucía, en Ceuta y en Melilla es muy popular ésta que se hace con zanahorias.
Paso a paso: garbanzos fritos con comino y pimentón
Las legumbres y el comino siempre han sido dos grandes compañeros de viaje porque la especia facilita la digestión de lentejas, garbanzos, judías, etc. Este es un aperitivo delicioso que también nos gusta tomar como guarnición.
Paso a paso: sopa de pan y comino
Nos gusta mucho el toque que le aporta el comino a las sopas y es un clásico en propuestas como esta, de pan, ajo, pimentón, huevo, etc.
Paso a paso: arroz a la cúrcuma con limón, cominos y almendras
A los arroces también el comino les aporta un sabor y un aroma muy característico. Aquí, se lo ponemos a uno que lleva también limón, cúrcuma y almendras, ¡muy aromático!
Paso a paso: kefta kebab de pollo
Uno de los usos más destacados del comino es como especia para los marinados. Y está muy presente en muchas cocinas de Oriente Medio, entre las que destacan los kebabs. Lo usamos para macerar carne picada de pollo y hacer keftas.
Paso a paso: cazón en adobo
Esta es una preparación típica de la cocina andaluza en la que el cazón se corta en trozos y se marina en una mezcla de especias, entre las que se encuentra el comino, se rebozan y se fríen.
Paso a paso: albóndigas con salsa de especias
El comino, en muchos casos, fuciona también muy bien en compañía de otras especias. Aquí lo integramos con otras para darle sabor a unas albóndigas y también a la salsa en las que las cocinamos.