La novena edición de MasterChef Junior ha llegado a su fin con Guillem como ganador. El barcelonés de 12 años se enfrentó a Carla en una de las finales más reñidas de entre todas las ediciones del talent culinario infantil, marcada por el compañerismo y la armonía. Una final en la que el joven chef, el favorito de Jordi Cruz, supo seguir sin agobios y disfrutando de las elaboraciones a un cocinero de la talla de Martín Berasategui, que también aplaudió el talento de Guillem en la primera prueba de la noche. "Nunca había visto a nadie tan joven trabajar de esa manera", expresó el reconocido cocinero con doce estrellas Michelín. Finalmente, Guillen terminó dejando a todos con la boca abierta con un menú compuesto por un tartar de gamba roja, un canelón navideño y una crema catalana que los jueces consideraron "una burrada" y con el que se impuso a Carla, finalista de la edición.
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"Es alucinante, es un sueño cumplido. Soy la persona más feliz del mundo y no tengo palabras para agradecer a MasterChef el permitirme disfrutar de esta experiencia mágica", afirmó sonriente y visiblemente emocionado Guillem tras escuchar su nombre como ganador. El concursante ya había brillado durante los anteriores programas, tanto que el propio Jordi Cruz le llegó a decir orgulloso y antes de comunicar el veredicto: "Eres mi caballito ganador y no me he equivocado eligiéndote. En ti veo un pequeño cocinero y me veo identificado contigo".
Guillem impactó a los jueces con un menú que, según Jordi Cruz, Pepe Rodríguez y Samantha Vallejo-Nágera, no es propio de un niño de 12 años. El pequeño chef elaboró un tartar de gamba roja con romescu de kimchi y palomitas de aguacate, inspirado en las vacaciones de verano de la familia. "Esto es muy atrevido, una combinación ganadora. Es un trabajo de cocinero singular", le dijo Jordi Cruz. Como segundo plato, presentó unos canelones de carrillera con esferas de queso de La Garrocha y ensalada de setas con aceite trufado con los que triunfó. Como postre, el ya proclamado ganador de MasterChef Junior 9 hizo un homenaje a su tierra con una crema catalana con helado de avellanas, bizcocho de sifón y tierra de carquiñolis.
Nada más enfundarse la chaquetilla de ganador, rodeado por sus padres y por sus compañeros, Guillem exclamó emocionado: "He soñado con esto durante muchísimo tiempo. Es el mejor regalo del mundo. Me la voy a poner para ducharme, para dormir, para todo. Es como la capa de Superman". Todo en una final en la que los jueces no solo alabaron el talento culinario del relevo de Aurora como mejor del concurso infantil, sino también su compañerismo a lo largo del programa. Tras proclamarse vencedor, Guillem se ha hecho con un premio de 12.000 euros y la posibilidad de seguir formándose en cocina.
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