Olvídate del desperdicio alimentario y aprovecha tus alimentos con estos consejos

Aprovechamos el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra cada 29 de septiembre, para poner nuestro granito de arena con algunos consejos de lo más prácticos.

Actualizado 29 de septiembre de 2021 - 20:17 CEST29 sept 2021 - 20:17 CEST

¿Sabías que en el mundo se tira un tercio de comida y que con un cuarto se podría solucionar el hambre en todo el planeta? No somos conscientes tampoco de la enorme importancia que tienen las consecuencias del desperdicio alimentario en el calentamiento global y, por tanto, en el cambio climático.

Y es que solo en España se desperdiciaron el año pasado casi 3 millones de toneladas de alimentos, lo que supone unas mil comidas diarias al año. Aprovechamos el Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos para poner sobre la mesa lo preocupante que es este asunto.

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Sobras de pasta que se tiran a la basura

Numerosos cocineros de renombre se posicionan desde hace años en contra del desperdicio alimentario. Como reconoce Pepa Muñoz, presidenta de FACYRE, "este es un asunto de vital importancia y con grandes implicaciones no solo sociales y económicas, sino también medioambientales. Es imprescindible que estemos concienciados y que sintamos responsabilidad y eso hay que empezar a trasmitirlo a los niños. Hay que generar una conciencia individual para llegar a una conciencia social".

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¿Qué es el desperdicio alimentario?

Según la AESAN (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), existen diferentes definiciones, pero de una manera sencilla, se puede definir el desperdicio alimentario como aquellos productos agrícolas y alimentarios descartados de la cadena alimentaria que siguen siendo perfectamente comestibles y adecuados para el consumo humano y que, a falta de posibles usos alternativos, terminan desechados como residuos.

El desperdicio alimentario se ha convertido en una preocupación a nivel mundial, y este es generado en distintas etapas a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción primaria hasta el consumo. Por lo tanto, abordar el problema requiere actuar en todas esas etapas, tanto en la prevención como en la reutilización de los que se generen de forma inevitable.

A nivel mundial, se desperdician o pierden alrededor de un tercio de los alimentos que se producen. Las tasas más altas de desperdicio se sitúan en el 40–50% para tubérculos, frutas y hortalizas; 35% para pescado; 30% para cereales, y 20% para semillas oleaginosas, carne y productos lácteos.

Los tubérculos son de los productos vegetales que más se desperdician

¿Cuándo entra en vigor la ley de desperdicio alimentario?

Se lleva tiempo preparando en España una ley contra el desperdicio alimentario y recientemente se ha retomado, después de que el Consejo de Ministros haya aprobado el proyecto de ley que decayó al adelantarse las elecciones generales, una ley "prescriptiva", que establece entre otras medidas, la "obligación" del productor o el distribuidor, de donar alimentos que estén "en condiciones de consumo". La ley de prevención de la pérdida y del desperdicio alimentario establece como fecha de entrada en vigor de estas medidas el 1 de enero de 2025, para dar tiempo a los operadores de poderse adaptar.

Según ha explicado Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, "la ley también establece la obligatoriedad para las tiendas, a partir de 1.300 metros cuadrados de superficie, de tener un convenio o acuerdo establecido con bancos de alimentos, ONG dedicadas a esta tarea para proveer de alimentos utilizados en una fecha próxima a su final de vida".

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Asimismo, la norma también fija la obligación de establecimientos como bares, restaurantes y tabernas de facilitar a los ciudadanos que pidan lo que no vayan a comer y beber para llevar a casa, con sus envases correspondientes.

Consejos para reducir el desperdicio de alimentos

Los alimentos que más se desperdician son las frutas, las verduras y el pan. Hay muchas maneras de aprovecharlos, esos y otros muchos productos. Aquí tienes algunos consejos que podemos seguir en casa para evitar tirar comida:

Dedicar tiempo a hacer la lista de la compra para ver cuáles son las necesidades reales que tenemos y adquirir solo lo que nos haga falta.
Organizar muy bien lo que tenemos tanto en la nevera como en la despensa por cajones o departamentos.
Optar por productos sostenibles, saludables y accesibles, ideales para preparar propuestas gastronómicas equilibradas, comprometidas con la democratización de la alimentación ecológica, leif motiv de la empresa Ecocesta.
Usar sistemas de envasados al vacío, como Foodsaver, que ayuda a conservar los alimentos, tanto frescos como cocinados, por más tiempo que los métodos tradicionales, reduciendo así el desperdicio y manteniendo el sabor y la calidad.
Las verduras y las frutas se pueden congelar, sácalas un poco antes y córtalas sin que se hayan descongelado antes porque es más fácil.
Las verduras que se hayan quedado blandas, se pueden rehidratar metiéndolas en agua y dejándolas en la nevera para recuperar su tersura (hojas, espárragos, zanahorias, etc).
Limpiar, pelar y/o cortar solo lo que vayamos a utilizar y el resto taparlo muy bien con papel film y meterlo en el frigorífico.
No tirar las mondas de las verduras porque se pueden reutilizar para otras muchas cosas: chips, caldos, tortillas, ensaladas.
Aprovechar los trozos de queso duro para rallarlos, meterlos en bolsas y congelarlos. Sirven para fundir, gratinar, etc.
Revisar las especias y condimentos que tenemos en la despensa para preparar diferentes aliños.
Hacer conservas, mermeladas, confituras... si tienes excedente de alguna fruta y/o verdura.

Mermeladas de varias frutas

Nos quedamos también con las recomendaciones de Too good to go, una empresa de impacto social que tiene como misión inspirar y empoderar a todos para luchar juntos contra el desperdicio de alimentos. Desde su app podemos salvar excedentes de comida día a día.

La compañía nos ofrece 6 pautas a tener en cuenta para que en nuestra vida diaria pongamos nuestro granito de arena y nos concienciemos de la importancia de no tirar comida:

Planificar con antelación la compra de lo que vamos a comer tanto en el desayuno, la comida, la merienda y la cena y así evitaremos comprar más de lo necesario.
No descartar productos por su estética. Ocurre a menudo que nos dejamos llevar por la apariencia, pero hay muchas frutas y verduras que no tienen el mejor aspecto, son más baratas, y están en perfecto estado de consumo.
Entender el etiquetado de cada alimento y la diferencia que hay entre fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. 'Mira, huele y prueba' para no descartar productos que están en buen estado.
Almacenar los alimentos en casa correctamente tanto en la despensa como en la nevera para saber de lo que dispones y cocinar con ello.
Usar la creatividad en la cocina. Saca el máximo provecho a esos alimentos que tienes en tu nevera o despensa con recetas de todo tipo: tortillas, sopas o cremas, batidos, pastas... Y aprovecha cáscaras de productos como el pepino, el plátano o los cítricos, tallos del brócoli o la coliflor y hojas de zanahoria, rábano, hinojo, etc.
Utilizar la tecnología a través de apps para compartir información contra el desperdicio de alimentos.

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Si queremos contribuir a hacer de este un mundo mejor, tenemos en nuestras manos poner en práctica gestos tan sencillos como estos, que por pequeños que parezcan tienen una gran importancia de cara a frenar el cambio climático y los desastres medioambientales que vemos -y sufrimos- cada día más en nuestro planeta. Empecemos por no desperdiciar esos alimentos que tenemos en casa y que, la mayoría de las veces, desechamos sin tener en cuenta sus terribles consecuencias.