Su aspecto es muy similar. Lo mismo ocurre con su olor y su sabor. Entonces, ¿cómo puedo diferenciar la menta de la hierbabuena?... Efectivamente, ambas hierbas aromáticas, presentes en los recetarios de medio mundo, son realmente parecidas. Así que, tiremos un poco de la botánica para comprenderlo mejor…
Digamos que la palabra mentha hace referencia a un género de plantas herbáceas que pertenecen a la familia de las llamadas Lamiaceae (lamináceas o labiadas) y que, a su vez, este género de plantas cuenta con distintas subespecies. Entre ellas encontramos la mentha piperita, la menta más ‘común’ y que asociamos a usos culinarios y farmacológicos, y también encontramos la mentha spicata, conocida como hierbabuena. De ahí, que muchas escuchemos que la hierbabuena es, en realidad, un tipo de menta.
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Diferencias entre menta y hierbabuena: 4 pistas básicas
Obviamente, para el ojo experto no existe la mínima dificultad a la hora de diferenciar ambas plantas. Sin embargo, existen algunas pistas bastante claras que el común de los mortales podemos seguir si queremos saber cuándo estamos frente a unas hojas de menta (en la imagen superior, a la derecha) o de hierbabuena (en la imagen superior, a la izquierda). Ahí van algunas claves
- El color: las hojas de la menta tienen un color verde más oscuro e intenso que la hierbabuena.
- La textura: las hojas de la menta son más rugosas y más robustas que las de la hierbabuena.
- El tallo: es uno de los signos de distinción más claros; si los tallos son rojizos (como vemos en la primera imagen de este artículo) se trata de menta.
- El aroma: el olor de la menta es más intenso y tiene un mayor poder refrescante que la hierbabuena.
Mil y un usos culinarios
Es cierto que, dentro del recetario (tanto sólido como líquido), hay preparaciones que tradicionalmente está ligadas a una u otra de las plantas de las que hoy estamos hablando: el mojito cubano más tradicional se prepara con hierbabuena, mientras que en la salsa griega ‘tzatziki’ suele contar entre su ingredientes con la menta, por poner solo un par de ejemplos
No obstante, aunque es cierto que la menta es más utilizada entre fogones, tanto ella como su ‘prima hermana’ funcionan prácticamente igual de bien -incluso pueden llegar a ser intercambiables- si el objetivo es aportar un punto refrescante a nuestras elaboraciones (dependerá un poco de la intensidad de sabor que busquemos).
Así, las dos hierbas pueden convertirse en ingrediente protagonista de infusiones, cócteles… También de refrescantes ensaladas, vinagretas, aceites infusionados, salsas frías o calientes (las salsas de menta son, por ejemplo, ideales como contrapunto para carnes de cordero, pollo….). Además, pueden hacer buen maridaje con según qué recetas de huevos (revueltos, tortillas…).
Sin olvidar, claro, su papel el terreno de la repostería; el tándem ‘chocolate+menta’ es uno de los más célebres en este sentido. Además, más allá del sabor, unas hojitas -ya sean de menta o de hierbabuena- siempre dan un toque de lo más vistoso a modo de decoración a infinidad de recetas dulces. Algo así como el perejil que suele añadir Arguiñano como toque final de sus recetas...
A continuación, hemos reunido algunas ideas de dan buena muestra de la versatilidad de estas hierbas, tanto en el apartado salado, como en el de los postres o los combinados… (haz click sobre sus nombres para acceder al paso a paso).
Paso a paso: Brochetas de pollo con salsa 'tzatziki'
Típica de la cocina griega, la salsa 'tzatziki' resulta realmente refrescante (entre sus ingredientes, además del yogur y el pepino, no suele faltar la menta). Es perfecta para un rico y sencillo aperitivo, pero también para acompañar a otros platos. Aquí nos sirve como contrapunto ideal de sabor para estas ricas brochetas de pollo a la plancha.
Paso a paso: Tabulé con granada, cherry y menta
Esta ensalada de cuscús fría resulta deliciosa y refrescante gracias a la presencia de la menta y al pepino. Una versión inspirada en el clásico tabulé, la ensalada más famosa de Oriente Medio.
Paso a paso: Chuletas de cordero a la menta
Estas chuletitas de cordero son perfectas para recibir invitados. Una receta sencilla, rápida y sorprendente con un toque refrescante y exótico gracias a la menta.
Paso a paso: 'Noodles' con salsa de té 'matcha' y menta
Estos ‘noodles’, que aderezaremos con una salsa de menta y té, los puedes convertir en un comodín y servir tanto a modo de entrante, como de guarnición para acompañar carnes, aves o pescados.
Paso a paso: Crema de menta con chocolate
Este postre está pensado para los que aman esta combinación de la que hablábamos antes: chocolate y menta. Y para los que la odian… pues no tienen más que sustituir la menta por vainilla.
Paso a paso: Melocotón en almíbar con menta fresca
Un postre tan sencillo de preparar como delicioso, que también puede hacer las veces de desayuno diferente (disponiendo los melocotones sobre unas tostadas con queso fresco).
Paso a paso: Vinagreta de menta, cilantro y lima
Puro frescor es esta vinagreta a la que le damos un 'toquecito alegre' con una pizca de jalapeño. Es ideal para realzar el sabor de diferentes tipos de ensaladas, pero también para acompañar unas patatas o unas verduras cocinadas a la brasa o al vapor, incluso para tomar con una carne o un pescado asados a la parrilla.
Paso a paso: Mojito clásico
Aún se puede leer en la pared del mítico local de La Habana, la Bodeguida del medio, ‘Mi mojito en la Bodeguita... mi daiquiri en el Floridita’, escrito de puño y letra por Ernest Hemingway. El mojito es el cóctel caribeño por excelencia y en ninguno pueden faltar sus hojitas de hierbabuena.
Paso a paso: Tortilla de verduras a la hierbabuena
Si te has aburrido de hacer y comer siempre el mismo tipo de tortilla, cambia un poco el chip y anímate con propuestas vegetales como esta. Elegimos puerro, espinacas, acelgas, cebolleta y hierbabuena para preparar una saludable y deliciosa tortilla 'en verde'.
Paso a paso: Croquetas de merluza con hierbabuena
La masa de croquetas admite diferentes especias y hierbas aromáticas. En nuestra receta, elegimos merluza como ingrediente que añadir a la bechamel y le daremos un toque de frescor con hojitas de hierbabuena.
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