En verano de 2019 el Port Vell de Barcelona daba la bienvenida a un nuevo ‘vecino’: el restaurante B-One Palau de Mar. Un local perfecto para disfrutar de un almuerzo o cena pausada entre amigos, con inmejorables vistas al puerto desde su agradable terraza, y una carta basada en sabores típicamente mediterráneos: tapas, arroces, pescados y mariscos, así como una estupenda selección de hamburguesas gourmet…. todo ello amenizado, además, por actuaciones de música en directo. La fórmula funcionó; en solo 7 meses Palau del Mar contaba ya con el favor del público. Pero entonces… llegó la pandemia, y con ella, los cierres en la hostelería.
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Sin embargo, los propietarios del restaurante lo tuvieron claro: “En cuanto se pueda, volvemos a abrir. Tenemos que seguir apostando por este proyecto”. Así lo hicieron, siempre, claro, adaptándose en cada momento a las restricciones sanitarias vigentes.
Lo singular del caso no solo es que consiguieran sobrevivir a estos meses tan complicados (cuántos restaurantes no han podido lograrlo…), sino que los socios de B-One han podido abrir tres locales más. A finales del pasado mes de mayo se inauguraba B-One La Barceloneta, con una oferta gastro similar a su ‘hermano mayor’, pero con una selección de tapas más extensa, y una parrilla argentina de donde salen bocados irresistibles para los amantes de la carne a la brasa. Este mismo mes de junio se sumaba a la ‘familia’ B-One Gran Teatro Liceo, un local ubicado justo frente al icónico teatro, cuya propuesta está basada en tapas y cócteles. Y hace solo unos días (el pasado 22 de junio), abría sus puertas B-One La Rambla 26.
Un local de dos alturas (barra, en su parte inferior; amplio comedor en la superior), que dispone también de terraza, y que nace con el objetivo de ayudar a “recuperar el esplendor de este emblemático paseo y recuperar la histórica Rambla como punto de encuentro de los barceloneses”. Así lo explican Michele Bortoluzzi, Andrea Funari y Francesco Giusti, socios de Be-One, quienes no han dudado en ‘desafíar’ la pandemia con todas estas aperturas: “Hay algo de valentía y de sana locura al mismo tiempo en la decisión de apostar ahora en este sector y con esta magnitud. Nosotros hemos decidido hacerlo, con la ilusión de poder seguir regalando momentos de felicidad a nuestros clientes y de poder gestionar un negocio rentable y de calidad “, explica Bortoluzzi.
De este modo, La Rambla 26 se convierte en el (al menos por el momento) último establecimiento abierto por este grupo, con una oferta gastro similar a la de Palau de Mar (centrada también en arroces, pescados, tapas…), pero incluso más extensa. Sabores mediterráneos y producto local para una propuesta culinaria en horario non stop que convivirá, además, con una agenda cultural de actividades (conciertos, exposiciones…). En definitiva, una dirección a la que seguir la pista en una de las zonas más céntricas e icónicas de la capital catalana.
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